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Yusta: "Si disfrutas cada momento, juegas mejor"



Santiago Yusta (Madrid, 28 de abril de 1997) comenzó a jugar en Torrejón de Ardoz, se hizo mayor en un Real Madrid júnior para la historia y sigue creciendo en Casademont Zaragoza, donde se ha convertido en un referente. De los alley oop con su amigo Luka Doncic a la madurez de los 27 años... con un punto de inflexión: las lesiones que sufrió en 2020 y que le enseñaron a disfrutar más cada momento en la cancha.


DAVID GONZÁLEZ / DPTO. DE COMUNICACIÓN FBM
Fotos: E. Casas (ACB) / FBM / FEB / Gigantes


Estuviste en la primera lista de Sergio Scariolo para preparar el Preolímpico de Valencia, ¿cómo estás pasando el verano y cómo estás viendo a la selección?

En mi caso particular, ya descansando un poco y recargando pilas. El primer partido, contra Líbano, fue más fácil, pero el de Angola fue más complicado. A ver qué pasa en los siguientes partidos. Ojalá se clasifiquen.

Toda tu familia ha hecho deporte, especialmente baloncesto, ¿el apoyo de la familia es fundamental?

Sí, desde que era muy joven me han estado ayudando, dando consejos. Es una familia que ha vivido mucho el deporte. Mis hermanos son más mayores y en realidad es como si desde pequeñito hubiera tenido cuatro entrenadores. Siempre he tenido los consejos de mi familia que, junto con los de los entrenadores y compañeros, me han ayudado mucho.

Y en el día a día, en llevarte a los entrenamientos...

Por supuesto. Normalmente mi padre me llevaba y traía. Yo soy de Torrejón y cuando estaba en el Real Madrid tenía que entrenar en Pozuelo. Todos los días era casi una hora de coche. Al final era una paliza para mí pero también para él, que se quitaba tiempo para dármelo a mí.

Empezaste a jugar en el colegio y después en el Basket Torrejón. ¿Tenías ya algunos referentes? ¿Querías parecerte a alguien?

Yo soy madridista, veía mucho los partidos del Madrid y me fijaba en Sergio Llull, Rudy Fernández, Felipe Reyes... Jugadores españoles del Real Madrid y quería parecerme a ellos.

Y terminaste jugando con ellos...

Sí, he tenido la suerte de coincidir con ellos y aprender mucho. Fue un gustazo.

En 2010 entras en la cantera del Real Madrid procedente del Basket Torrejón. ¿Cómo fue el cambio?

Fue un cambio casi a profesional. Aunque sigamos siendo niños, lo que significa el Real Madrid, cómo se gestiona todo... es un paso adelante. Además, compites cada día con los mejores jugadores de Madrid y de España. Tú mismo tienes que exigirte un poco más, te das cuenta de que tienes que cambiar la mentalidad.

En el Real Madrid coincidiste con jugadores como Jonathan Barreiro, Dani de la Rúa, Andrés Rico, Emanuel Cate y, aunque es dos años menor, con Luka Doncic.

Sí, en júnior teníamos un equipazo. De hecho, ganamos todo. Recuerdo esos años con mucha ilusión. Nos llevábamos muy bien, éramos un buen grupo y también competíamos. Éramos top. Y también disfrutábamos mucho.

Tus alley oops con Doncic todavía se recuerdan. Había una conexión especial en la cancha.

La verdad es que sí. Nos llevábamos muy bien. En la pista Luka es un fuera de serie y yo intentaba aprovechar lo que podía de él. De ahí salían los alley oops y todas las jugadas... Al final todos teníamos muy buen rollo también fuera de la pista. Éramos chavales que estábamos mucho tiempo juntos, amigos... En los torneos estábamos dos semanas juntos todo el día. Al final se forja una amistad.

En 2015 ganasteis todo: campeones de Madrid, de España y de Europa. Y en tu caso particular, estuviste en el Basketball Without Borders de NBA y FIBA...

Fue un año muy bonito. Al recordarlo entra un poco de nostalgia, de querer volver a esos años en los que todo salía bien y disfrutabas muchísimo.

Además, el Campeonato de España júnior de ese año fue en tu casa, en Torrejón de Ardoz.

Sí, es fue un plus más. Cuando ganas y disfrutas tanto compitiendo se recuerda con mucha nostalgia.

Los jugadores de ese Real Madrid júnior disteis enseguida el salto a ACB, con más o menos suerte. ¿Cómo es ese salto? ¿Es tan grande como parece?

Cuando pasas desde LEB quizá notas menos el cambio, pero en mi caso pasé desde directamente desde júnior y el cambio es muy brusco. Tienes que adaptarte muy bien, tanto físicamente como en velocidad. Tienes que estar a la altura, intentar no decepcionar e irte acostumbrado poco a poco. Es un cambio duro.

¿Sobre todo en el aspecto físico?

Sí, no es lo mismo un chavalillo de 18 años que sale de júnior, que casi no está formado físicamente, y le pones a competir con gente de 30 que tienen una carrera, veteranía... Es normal que cueste.

Debutaste en Liga Endesa con 17 años en el Real Madrid. Después Obradoiro, vuelta al Madrid y Casademont. Parece que en Zaragoza has encontrado tu casa.

Sí, he acabado mi tercer año y he vuelto a renovar. Me han acogido muy bien, me siento importante y estoy muy a gusto.

En tu trayectoria, como en la de todos los deportistas, hay una cara amarga, que son las lesiones. En 2020 sufriste la rotura del ligamento cruzado y unos meses más tarde la del menisco. Además, entre medias el parón por el COVID. ¿Qué aprendiste en esos meses? ¿Cambió algo en ti como jugador?

Maduras porque no te queda otra. Tienes que avanzar hacia adelante porque si te estancas ya no hay salida... Lo que saqué en claro de todo eso es que tienes que disfrutar porque en cualquier momento te puedes lesionar y dejar de jugar. Ahora disfruto al máximo. Si tengo un mal partido o una mala semana no me preocupo tanto como antes. Se trata de disfrutar, de pasarlo bien, obviamente compitiendo y trabajando, pero siempre disfrutando lo máximo posible.

¿Has vuelto un poco a la mentalidad de cuando eras júnior, del baloncesto de cantera?

Sí, totalmente. Disfrutar e intentar alejar un poco la presión.

¿Si disfrutas juegas mejor?

Sin duda. Creo que se ha visto este año, que ha sido uno de mis mejores años. Estoy contento en la pista, estoy contento en el club, en el equipo... y eso al final se nota.

Con las selecciones has sido campeón de Europa U16 y U20. ¿Tienes algún recuerdo especial?

Esas dos medallas fueron de mucho mérito porque no éramos favoritos. Hicimos un grupo muy bueno, competíamos todos en grupo y al final conseguimos sacar dos medallas de mucho valor. Encima en la U20 varios jugadores éramos un año menor y eso añade un poco más de mérito.

En 2016 recibiste el Premio Gigantes a la Mayor Progresión y este año 2024 el Gigantes Nacional Liga Endesa, ¿sigues creciendo como jugador?

Sí... yo quiero seguir creciendo, intentar mejorar siempre en todos los aspectos y ojalá conseguir más premios porque será el síntoma de que lo estoy haciendo bien.

¿Cuáles son tus próximos retos?

Me gusta ir día a día, disfrutando de cada momento, pero sí es verdad que me gustaría llegar más arriba con Zaragoza. Estar luchando por la Copa, por los playoffs... alargar un poco más la temporada.


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