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Fotos: FIBA

Estadísticas

El partido empezó bien para la selección española, mucho más acertada que la víspera ante Francia. Mediado el primer cuarto, el marcador estaba en 7-13... e Inés Sotelo amplió la ventaja. Sin embargo, aún quedaba mucho partido. Serbia lo demostró colocándose a dos (15-17) en un encuentro que ganaba en intensidad. Un parcial de 0-6 metió aire en el colchón de la selección cuando más falta hacía y el primer cuarto terminó con un esperanzador +8.

La brecha se abrió hasta diez (19-29) con el triple de Carla Viegas que provocó el tiempo muerto en el banquillo serbio. Al contrario que en la semifinal, esta vez España llevaba la iniciativa y abortaba cualquier intento rival. Durante el segundo cuarto, la distancia se instaló en los diez puntos, e incluso algo más (22-33), a favor de una selección muy sólida, empezando por Marina Mata, todo un seguro de vida bajo los aros. Al descanso, 28-39.

Sin embargo, Serbia apretó en defensa al comienzo de la segunda mitad. Tanto que en los primeros cinco minutos el parcial fue de 4-0. Iyana Martín rompió la sequía de la mejor forma posible, con un triplazo. Siguieron cuatro puntos seguidos de Laia Conesa... y en apenas unos minutos España se puso 17 arriba (32-49). El bronce estaba a tiro. Sobre todo con el 37-53 a falta de diez minutos. El último cuarto confirmó la superioridad de las jugadoras de Cristina Cantero, que mantuvieron la intensidad y alargaron la brecha (41-68 a 5:33) bajo el liderazgo de Conesa (12 puntos, 8 rebotes y 24 de valoración) y Mata (14-7-20), aunque con un amplio reparto de minutos y cifras. Una medalla más que merecida.