España 107 (30+29+30+89): Lorenzo Brown (2), Álex Abrines (11), Santiago Aldama (20), Willy Hernangómez (6), Sergio Llull (16) -cinco inicial- Jaime Pradilla (4), Rudy Fernández (9), Xabier López-Arostegui (2), Darío Brizuela (12), Alberto Díaz (3), Juancho Hernangómez (16) y Usman Garuba (6).
Puerto Rico 84 (16+21+25+22): Isaiah Piñeiro (12), George Conditt IV (7), José Alvarado (19), Ismael Romero (11), Tremont Waters (9) -cinco inicial- Jordan Howard (8), Davon Reed, Stephen Thompson Jr. (4), Aleem Ford (3), Gian Clavell (5), Christopher Ortiz (6) y Arnaldo Toro.
M. G. / DPTO. DE COMUNICACIÓN FBM
Fotos: Rocío Benítez
A falta de cuatro días para el debut oficial en los Juegos Olímpicos, la Selección española afrontaba en el WiZink Center su última prueba de fuego. Sergio Llull arrancó inspirado: intenso en defensa y letal al contraataque, pero la respuesta de Puerto Rico no tardó en llegar con dos triples de manera consecutiva de José Alvarado. En #LaFamilia cada miembro sale al rescate...y Álex Abrines se hizo su hueco en la defensa boricua. 'Lobezno' igualó el encuentro con un triple (12-12 a falta de 4:44). También desde el 6,75 apareció Santi Aldama, un seguro de vida desde el perímetro. Tampoco falló Usman Garuba desde debajo de canasta. España se gustaba y Rudy Fernández se inventó un pase sin mirar. Juancho Hernangómez con dos triples seguidos, abrió brecha, aunque fue Rudy Fernández, desde su campo y sobre la bocina, el que se llevó la ovación de su público colocando el 30-16.
El segundo período empezó igual que acabó el primero, con España mandando. Juancho Hernangómez seguía demostrando su acierto con cinco puntos de manera consecutiva. Chris Ortiz recortó distancias, pero el partido tenía un nombre propio: Rudy Fernández. El chico de los 18 de 19 veranos posibles con la Selección sabía que hoy era su día y se quería despedir por todo lo alto. Asistencia para Garuba, que el pívot no desaprovechó, y un nuevo triple para demostrar la exhibición ofensiva (T3 11/22 50% al descanso). Pradilla se sumó a la fiesta y Santi Aldama volvió a demostrar que es imparable desde el 6,75. El tiempo muerto de Nelson Colón (47-25 con 4:51 por jugarse) fue insuficiente ante un inspirado Sergio Llull desde el perímetro. Waters y Piñeiro maquillaron un resultado, que, de nuevo Santi Aldama, otra vez desde el triple, se encargó de ampliar: 59-37 para marcharse al descanso.
Con un WiZink Center en pie, se ovacionó a dos leyendas del baloncesto: Carlos Suárez y Rodrigo San Miguel. Las buenas sensaciones se prolongaron al comienzo de la segunda parte manteniendo el acierto desde el perímetro. Álex Abrines, con dos triples consecutivos, seguía rompiendo la defensa puertorriqueña. El bloque funcionaba y tan solo Ismael Romero generó peligro en ataque. El público disfrutaba y el encuentro se volvió aún más correcalles: Juancho Hernangómez y Waters deleitaron a la hinchada desde el 6,75. Ni siquiera los tiempos muertos (71-50 a falta de 5:43) lograron frenar a una España dinámica y brillante. Sergio Llull culminó con un nuevo triple otra gran acción colectiva y Alberto Díaz estrenó su casillero anotador. Alvarado, máximo anotador de Puerto Rico con 19 puntos, dio la cara, pero Santi Aldama colocó el 89-62 en el marcador con un nuevo triple.
Y otra vez él, Santi Aldama, en racha, abrió el último acto. El canario acabó como el máximo anotador del partido con 20 puntos. Era imparable, al igual que Darío Brizuela, infalible desde el 4,60. El de San Sebastián provocó un 2+1 sobre la bocina, y tampoco perdonó un alley oop servido por Rudy Fernández, que disfrutaba como ese niño que debutaba con la Selección en Palma hace justo 20 años. Howard mostró la competitividad de los boricuas, que también estarán en los Juegos Olímpicos, y Pradilla, con un mate, superó la barrera de los cien puntos. "Al grito de Rudy Rudy", el capitán volvió a pista. Tan solo necesitó unos segundos para anotar un triple. Su último en Madrid. El público le volvió a ovacionar, sus compañeros le mantearon y todo el Wizink Center le despidió con un merecido homenaje. El resultado: 107-84 fue lo de menos. Al jugador de los 263 partidos con España le queda un último baile: París 2024, sus sextos Juegos, el que más en la historia del baloncesto masculino.