Publicidad:
Fue un partido imperfecto, que solo se resolvió a tirones (los de Sergio Llull, Ricky Rubio y, sobre todo, Sergio Rodríguez), pero España venció a Francia por 85-76 y, sobre todo, convenció a los 15.000 espectadores que abarrotaron el Palacio de los Deportes de la Comunidad y salieron con una sonrisa. El examen más exigente de la Ruta Ñ se mantuvo igualado hasta el final y estuvo salpicado de acciones de calidad. El lunes vuelve a tocar Francia, esta vez en Montpellier. (Fotos FEB y FBM).
España (18+16+27+24): José Manuel Calderón, Ricky Rubio, Víctor Claver, Sergio Llull, Marc Gasol -cinco inicial- Pablo Aguilar, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez, Xavi Rey, Fernando San Emeterio, Germán Gabriel, Alex Mumbrú.
Francia (18+15+26+17): Joffrey Lauvergne, Nicolas Batum, Thomas Heutel, Boris Diaw, Mickael Gelabale -cinco inicial- Antoine Diot, Johan Petro, Charles Kahudi, Tony Parker, Florent Pietrus, Nando de Colo, Alexis Ajinca.
Árbitros: Hierrezuelo, García González y Fernández.
Quinto partido de la Ruta Ñ 2013. Lleno absoluto en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. La FEB rindió homenaje a Rudy Fernández y José Manuel Calderón que han cumplido 150 partidos con la selección. En el descanso del encuentro, la Asociación de Baloncestistas Profesionales reconoció la carrera de Paco Vázquez, Pedro Robles y Rodrigo de la Fuente, tres históricos que se retiraron la pasada temporada.
Madrid respondió y el Palacio de los Deportes se llenó una vez más para ver a las que, posiblemente, son las dos mejores selecciones de Europa. Últimamente un España-Francia es más que un partido de baloncesto, aunque se trate de un ensayo para el Eurobasket, y así lo demostraron miles de madrileños que, en un ambiente festivo, acudieron al Palacio.
Como había dicho por la mañana Alex Mumbrú, los dos equipos escondieron armas para la cita de Eslovenia. Juan Antonio Orenga no desplegó todos sus recursos tácticos; el técnico galo Vincent Collet fue más lejos y se guardó de salida a dos de sus hombres clave, Johan Petro y Tony Parker, que llegaban tocados.
Marc Gasol fue el baluarte de España bajo los tableros.
Francia (más física y, sobre todo, más grande) tomó la iniciativa desde el principio con un 0-4. A España le costaba llegar al aro contrario. Marc Gasol lo consiguió cuando habían pasado casi tres minutos de juego, pero el choque seguía en manos francesas como demostró Heutel al quitarse de encima a Calderón para hacer el 2-8. La ventaja de los galos llegó hasta 2-10. Después un arranque de rabia de Gasol (2+1) solucionó algo las cosas, pero Francia se mantenía firme y Gelabale (el más contundente) hizo el 5-13 a 4:16. Orenga movió el banquillo: Pablo Aguilar, Sergio Rodríguez, Fernando San Emeterio... Este último anotó el 7-13, y, aunque Francia llegó a 7-16, el partido no tardó en animarse, sobre todo tras la entrada del capitán Rudy Fernández. España empezó a tirar de velocidad y así, con su estilo de siempre, recortó hasta un 13-16 y empató a 18 justo antes de que terminara el primer cuarto.
España se había sacudido el dominio francés y ahora tocaba hacerse con el partido. San Emeterio puso la primera piedra con un triple y Xavi Rey la segunda provocando la falta de Pietrus bajo la canasta. Dos demostraciones de autoridad muy oportunas. Rey, el relevo natural de Marc Gasol, desgastaba a los pívots galos, aunque flaqueaba en los tiros libres.
Como estaba previsto, el encuentro entró en una fase de igualdad, salpicada por detalles como el triple de San Emeterio. España parecía tomar el mando en el marcador (25-22 a 7:15), pero la igualdad se mantenía a 5:30 para el descanso (25-24). Mumbrú tomó el relevo de San Emeterio y un espectacular mate de Rudy Fernández levantó a los miles de aficionados: 30-26 a 4:41. Francia, que al principio había mandado, ahora resistía, con la potencia de Ajinca (2,18) como principal argumento. Hasta que cometió su tercera falta. Después, las fuerzas se igualaron y el marcador se mantuvo en un pañuelo: 34-33 al descanso.
No es un secreto. El principal recurso de España está por fuera. Lo demostró Sergio Llull con un triple (37-35), que en apenas unos segundos neutralizaron Batum, Heutel y Pietrus. Francia se escapaba con un peligroso 37-43, y Orenga reaccionó enseguida con un tiempo muerto. También lo hicieron los jugadores, más firmes en defensa y en ataque (otro 2+1 de Marc Gasol). A 5:41, Francia seguía por delante (40-45), sin grandes alardes, pero demostrando ser un equipo sólido en todos los frentes. Heutel abrió aún más la brecha, pero en el momento más oportuno una canasta de Marc y un robo de Llull (2+1) devolvieron al partido a la selección. Ahí sonó la hora del madridista y Llull, con dos triples, dio la vuelta al partido: 51-47 tras un parcial de 11-0. Francia aguantó la embestida y el encuentro volvió al equilibrio (53-55), con acciones de calidad por ambos bandos, como dos canastas consecutivas de Ricky Rubio, y, sobre todo, el 61-59 de Rudy Fernández, un rectificado en el aire con el que se cerró el tercer periodo.
El Palacio de los Deportes presentó este espectacular aspecto.
Ricky amplió la cuenta nada más arrancar el último, y enseguida España se puso cinco arriba (64-59). Gelabale recortó, Xavi Rey dio alas a España con un mate (66-62), De Colo no permitió respirar y Calderón insistió (69-65). El partido atravesaba sus mejores momentos. Rudy asumió el mando para hacer el 71-67 a 5:39, pero no había manera de despegarse de los franceses, aunque el madridista sí despegó al público de sus asientos con un vuelo sin motor (73-70 a 4:17). Marc Gasol colaboró con el 75-70 con que se llegó a los últimos tres minutos, pero el que resolvió fue Sergio Rodríguez. Primero con un triple a 2:47 que ya parecía encarrilar la victoria. Después a la media vuelta. Y todavía hubo tiempo para que los dos Sergios, Rodríguez y Llull, cerraran la fiesta. Al final, 85-76.
