El Real Madrid se quedó en puertas de su novena Copa de Europa (actual Euroliga) al caer ante el Maccabi Electra en la prórroga de una vibrante final por 86-98. La actuación del base del Maccabi Tyrese Rice, con 26 puntos, la mitad de ellos en el tiempo suplementario, resultó decisiva. El primer equipo repitió así el segundo puesto del conjunto junior (campeón de Madrid y de España) que, por la mañana, perdió la final del prestigioso EB NIJT ante el Estrella Roja de Belgrado por 55-42. Madrid fue protagonista en Milán, ya que, aparte de los dos subcampeonatos, se conoció que la capital albergará la Final Four de 2015. (Fotos: Euroliga).
FINAL DE LA EUROLIGA: Real Madrid 86 - Maccabi Electra 98
Rudy Fernández fue el protagonista de la final antes y al comienzo. Primero por jugar con un dedo roto (la ocasión lo merecía) y después por su triple que abrió el marcador. Pero enseguida el Maccabi reaccionó y se adelantó (5-6), en un choque duro desde el principio, especialmente en la pintura donde Ioannis Bourousis intentaba frenar a Sofoklis Schortsanitis. Tras el 5-8 (Devin Smith), Pablo Laso se vio obligado a pedir el primer tiempo muerto, pero Smith seguía haciendo daño y con cinco puntos seguidos (triple incluido) lanzó a su equipo hasta 7-16. El Madrid aceptó el reto sin dudar. Rudy (también de tres) y Felipe Reyes lideraron la remontada. Bourousis puso la guinda y el Madrid cerró el primer cuarto con un parcial de 9-2 para 16-15.
La avalancha blanca continuó en el segundo: Rudy, Sergio Rodríguez (de tres), Felipe, Slaughter... Así, hasta un 26-15 que parecía poner al Madrid en el camino de la novena Copa de Europa, pero el Maccabi no se dio por vencido tan pronto y emprendió la remontada liderado por Tyrese Rice. El base, protagonista en la imposible victoria de la semifinal ante el CSKA, asumió el mando y acercó a su equipo hasta 26-20. El Madrid tenía otra arma, escondida hasta ese momento pero siempre fiable, los triples de Carroll. Y para fiabilidad, la del gran capitán, Felipe Reyes, que devolvió la hegemonía en el marcador con dos canastas consecutivas. Rice insistía, pero el Madrid no estaba dispuesto a perder una ocasión histórica. Y mucho menos Felipe, ya con 12 puntos. Eso sí, el 35-33 del descanso, tras el triple sobre la bocina de David Blu, dejaba claro que la final estaba llena de espinas.
Rudy repitió jugada: triple para abrir el primer cuarto y triple para abrir el tercero. El foco se movió desde la pintura, con el intercambio de canastas entre Schortsanitis y Bourousis, hasta el triple de Smith y del 40-41 de Hickman, la primera ventaja del Maccabi desde los minutos iniciales en un encuentro cada vez más intenso y que se movía a rachas. Ahí sonó la hora de Nikola Mirotic y Tremell Darden, que anotaron sus primeros puntos cuando más falta hacía. El equilibrio era casi absoluto, con mínimas ventajas para unos y otros, y reparto de golpes (triple de Smith, triple de Sergio Rodríguez...). Así lo reflejó el 55-53 con que culminó el tercer cuarto, tras un parcial de 20-20, y el 55-55 con que arrancó el último. El Maccabi, por detrás en las apuestas, había llevado el partido hasta donde quería, a un final apretado al máximo, y se adelantó con el triple de Rice (58-60). Mirotic, Blu y Sergio Rodríguez completaron el intercambio de triples y a 5:45 para el final, los blancos mandaban por 64-63, aunque con el Chacho en el banquillo con cuatro faltas. A 2:09, ya con la final desatada, reinaban las tablas (69-69), pero Blu y Rice dieron ventaja al Maccabi y provocaron el tiempo muerto de Laso. Soluciones de urgencia que pasaron por las manos de Sergio Rodríguez, de regreso, aunque fue Bourousis quien anotó los dos tiros libres que forzaron la prórroga. Una dosis de emoción extra con la que acabó enseguida el omnipresente Rice, que tiró del Maccabi hasta la victoria. El base, nacido en EEUU pero con nacionalidad montenegrina, llevó a su equipo hasta el 77-81 a 3:25, el 79-85 a 2:23, el 79-88 a 1:16 y el 82-92 a 52 segundos. Ante esa exhibición nada pudo hacer el Madrid.
Tyrese Rice, el protagonista de la final, supera a Nikola Mirotic. Foto Euroliga.
FINAL DEL EB NIJT: Estrella Roja de Belgrado 55 - Real Madrid 42
Dani de la Rúa se encara con la defensa del Estrella Roja. Foto: Euroliga.
Las fuerzas comenzaron igualadas, con el Estrella Roja mejor por fuera (al más puro estilo serbio) y el Real Madrid por dentro, aprovechando la fuerza de sus torres, Jonathan Kasibabu y Wally Niang. Sin embargo, el conjunto serbio frenaba el otro gran argumento blanco, las internadas de Santiago Yusta. Por eso, en los últimos compases del final del primer cuarto, el partido mantenía las tablas (8-8, 11-11...), mientras el técnico del Madrid, Paco Redondo, buscaba más recursos desde el banquillo, como la dirección de Dani de la Rúa. El primer cuarto acabó con ligera ventaja del Estrella Roja: 13-11.
Un 2+1 de Wally Niang dio la vuelta al marcador nada más empezar el segundo. Más seguro en defensa, con sus pívots cerrando el camino (tapón incluido), el Madrid obligaba a su rival a intentarlo desde muy lejos y gracias a eso recuperó la iniciativa en el marcador y en la pista. Niang hizo el 15-18 mediado el segundo cuarto y el 17-20 poco después. Pero era complicado despegarse de un Estrella Roja también muy firme atrás, y el marcador se detuvo durante varios minutos en ese 17-20. Cuando Yusta lo desbloqueó, Aranitovic y Rakicevic remontaron, y un triple de Stojanovic fijó el 28-24 del descanso.
Un gran Aranitovic amplió la ventaja de los serbios nada más empezar el tercer periodo. El Estrella Roja estaba en su mejor momento y lo demostró con diez puntos de ventaja (34-24, 36-26...) ante un Madrid con dificultades para seguir su ritmo. Tuvo que ser Niang, el mejor de su equipo, quien liderara la reacción de su equipo, pero hacían falta más argumentos para combatir a un Estrella Roja que seguía instalado en los diez (38-28, 40-30...). El Madrid decidió combatir a los serbios con sus propias armas, puso un punto más de velocidad y niveló algo el encuentro, aunque no pudo recortar más allá del 44-35 con que acabó el tercer periodo. Un nuevo triple nada más comenzar el cuarto confirmó la solidez del Estrella Roja, casi infalible en ataque. Con 53-35, la final se le escapaba al Madrid. Todavía quedaban más de cinco minutos, pero el partido estaba en manos de los serbios ante un conjunto blanco que echaba de menos a uno de sus jugadores clave, Jonathan Barreiro, ausente en Milán por lesión. Pese a los intentos del Madrid, como la penetración marca de la casa de Yusta, el Estrella Roja se llevó la victoria por 55-42.