En la última jornada de los Juegos Olímpicos de Río, la selección masculina completó unos días históricos para el baloncesto española al vencer a Australia (88-89) y colgarse la medalla de bronce. Fue la confirmación del doble podio, la plata para las chicas y el bronce para los chicos, en unos Juegos de Río que mostraron más que nunca el gran nivel del baloncesto español, masculino y femenino. El duelo por el bronce, épico y emocionante hasta el final, hizo sacar el carácter ganador de una generación irrepetible liderada por Pau Gasol, que, pese a sus problemas físicos en los últimos días, anotó 31 puntos y capturó 11 rebotes. (Foto: FIBA).
España lideró el primer cuarto (17-23) y llegó a disfrutar de doce puntos de ventaja en el segundo (28-40), pero los australianos resistieron, encadenaron un parcial de 10-0 y llegaron al descanso solo dos abajo (38-40). La segunda mitad estuvo marcada por el equilibrio en el marcador y la velocidad en la pista. Todo un partidazo, con mínimas diferencias, que se estrecharon aún más en los minutos finales. Pau firmó el 82-83 a 1:50 y el 86-87 cuando solo quedaban 25 segundos. Aún hubo tiempo para que Australia se pusiera por delante, España acertara en su último ataque, de 4 segundos, y, con 5 disponibles, los australianos perdieran la bola en el suyo. ¡Medalla de bronce! Otro premio para una generación de oro, que encadena tres metales olímpicos consecutivos, y la confirmación de un doblete histórico en Río.
Pau Gasol resultó decisivo en la victoria de España.
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