El partido entre España y Letonia de la fase de clasificación para la Copa del Mundo China 2019, disputado el lunes 17 en el Palacio de los Deportes (WiZink Center), tuvo emoción... en todos los sentidos. En su primer encuentro en Madrid tras el fallecimiento, el pasado 12 de agosto, de Juan Martín Caño, la selección rindió homenaje al presidente de la FBM durante 23 años y jefe de equipo del combinado nacional durante 14 con un emotivo minuto de silencio, secundado por todos los asistentes al Palacio.
Además, en el descanso del encuentro, la AEEB reconoció la trayectoria de Albert Miralles, Álex Mumbrú y Juan Carlos Navarro. Después, este último se quedó solo en el centro de la cancha para recibir, de manos de Jorge Garbajosa, la insignia de oro y brillantes, máxima distinción que concede de la FEB. Un emocionado Navarro recibió también la ovación del público madrileño, coreando su nombre.
Y la última cuota de emoción la puso el partido en sí mismo. España siempre caminó por delante (26-20 en el primer cuarto, 51-37 al descanso...), y parecía tener controlado el encuentro gracias el sensacional trabajo de Pierre Oriola en la pintiura y el acierto de Javier Beirán desde fuera, pero Letonia resistió la ofensiva y tuvo su oportunidad en los últimos minutos con un parcial de 4-17 (de 78-64 a 5:38 a 81-82 a falta de 7 segundos). Ahí apareció Quino Colom con una canasta de rabia, que encendió el Palacio. El base andorrano sentenció el encuentro poco después con dos tiros libres que fijaron el definitivo 85-82. Con toda la emoción del mundo, pero llegó otra victoria: siete de ocho para la selección en el camino a la Copa del Mundo.
Las dos selecciones en el centro de la pista durante el minuto de silencio.
En el descanso, Juan Carlos Navarro recibió la insignia de oro y brillantes de la FEB.
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