La selección femenina disputará este domingo ante Francia (20:30 h. en La 1) la gran final del Eurobasket. Será la quinta final de la historia... ya con una nueva medalla asegurada, la décima en total y cuarta consecutiva. La semifinal ante Serbia, anfitrión del torneo, necesitó mucho trabajo, sobre todo en el tramo final, pero siempre tuvo color español. Foto: FEB.
España no pudo empezar mejor, con un 11-6 a los cuatro minutos de juego y dos triples en el casillero de
Marta Xargay. Enseguida
Silvia Domínguez tomó el relevo en el apartado anotador con ocho puntos consecutivos para llevar al 21-11 con que terminó el primer cuarto. Sin embargo, todavía quedaba mucho, muchísimo partido. Serbia reaccionó en el segundo periodo y, con 22-17, forzó el tiempo muerto de
Lucas Mondelo. La selección aguantó bien los intentos de las serbias para llegar al descanso con siete puntos de ventaja: 37-30.
Esa ligera renta se mantuvo, e incluso se amplió ligeramente, al comienzo de la segunda mitad (49-40 a 4:39), aunque siempre con las anfitrionas del Europeo apretando por detrás, con
Dragana Stankovic como principal amenaza. Por eso el triple de
Cristina Ouviña (54-45 a 2:52) fue más que oportuno. La semifinal llegó al último cuarto con 58-50, de cara para las españolas, aunque Serbia apretó más que nunca para acercarse hasta 60-55.
Astou Ndour alejó el peligro. De forma momentánea porque las anfitrionas buscaban la remontada con el apoyo de su público y
Jelena Brooks como motor. Era el momento decisivo y
Mondelo lo sabía. Por eso paró el crono. Sin embargo, a 5:25 para el final el marcador estaba en 62-59 y, poco después, las serbias cobraron ventaja: 64-66. El carácter del conjunto español, empezando por la gran capitana
Laia Palau, sirvió para recuperar el mando: 67-66.
Laura Gil anotó un tiro libre,
Silvia Domínguez dos, y
Anna Cruz (desde la misma línea), el decisivo 71-66