Había tocado estrenarse ante el rival más duro, el poderoso Perfumerías Avenida (reciente campeón de la Supercopa), pero el escenario del regreso del Movistar Estudiantes a Liga Femenina (ahora Liga Dia) era un polideportivo Magariños lleno hasta bandera y vestido de fiesta, como en los mejores tiempos. Y las colegiales respondieron. Cayeron por 82-58 ante un equipazo con una plantilla interminable, pero demostraron que pueden competir con cualquiera. "Nos vamos contentos. Estamos en la línea de trabajo que queremos", dijo Fito en la rueda de prensa. Esto acaba de empezar...
PERFUMERÍAS AVENIDA 82 - MOVISTAR ESTUDIANTES 58
El partido arrancó con una canasta rápida de Danora Moss, para dejar claro el potencial salmantino, pero el Estudiantes no se dejó impresionar y enseguida llegó el empate, obra de Celia Menéndez. La americana (aunque con pasaporte ucraniano) Moss empujaba a un Avenida dispuesto a sentenciar por la vía rápida, con ataques cortos y directos, que aparte de crear peligro provocaban una falta tras otra en el bando colegial. Por eso, Fito movió enseguida el banquillo y Paula Ginzo relevó a la capitana Mariana González. El Avenida era un vendaval que a los cuatro minutos de juego ya estaba ocho arriba (12-4). ¿Partido encarrilado? Para nada. El Estudiantes opuso defensa, velocidad y, sobre todo, tiro. Tres triples consecutivos de Tatiane Pacheco, Brandie Baker y Alejandra Quirante, parcial de 0-9 y sorprendente ventaja colegial (12-13) justo en el ecuador del primer cuarto.
Las salmantinas se dieron cuenta de que para ganar tenían que trabajar, y empezaron a hacerlo. El resto del primer periodo fue un duelo sin tregua, quizá con exceso de precipitación pero también con mucha, muchísima, intensidad, reflejada en el gesto de Silvia Domínguez tras anotar el 24-15. Un intercambio de triples desembocó en el 27-18 del primer cuarto.
En el segundo, el Estudiantes continuó plantando batalla. Bajo el aro, Paula Ginzo demostraba su enorme proyección frente a la ya consagrada Laura Gil, aunque en el otro duelo, entre Adaora Elonu y Celia Menéndez, la americana llevaba la iniciativa. Las armas del Estu estaban más por fuera que por dentro, y les permitían seguir en el partido: 32-25 a 6:40 para el descanso. Sin embargo, era difícil llegar más lejos ante un rival con muchos recursos, como la pareja Angel Robinson-Erika de Sousa en la pintura o la imparable Moss por fuera. Un triple de María Asurmendi llevó al 41-27 a 3:00 para el descanso, aunque el Estu continuó dejando detalles para la ilusión, como la asistencia de Alejandra Quirante a Mariana González. Al descanso se llegó con 44-33.
Un parcial de 7-0 en los cuatro primeros minutos del tercer periodo aumentó la ventaja del Avenida. El Estudiantes resistía en defensa, pero en ataque costaba más. Ginzo y Menéndez tuvieron que emplearse a fondo para meterse en la pintura y estrenar el casillero cuando la desventaja empezaba a rondar los veinte puntos. Baker dio más motivos para la esperanza (quizá ya no para el partido, pero sí para la liga) con dos lanzamiento lejanos. El tercer periodo terminó con todo decidido (59-42), aunque también con la sensación de que el Estudiantes seguía ahí, de pie y dando la cara. De hecho, Laura Velasco tuvo que ser relevada tras darse de bruces contra el parqué del Magariños. Ginzo desplegó ese carácter rompiendo la barrera de los veinte puntos (62-44), y un triple de Quirante (la mejor del partido) dejó a Asurmendi a sus pies. Los últimos minutos dejaron sensaciones inmejorables: el regreso del Movistar Estudiantes a la máxima categoría y disfrutar en el Magariños con el mejor baloncesto femenino de España. La prueba fue la ovación del público del Magata a la exestudiantil Silvia Domínguez, la mejor de su equipo junto a Robinson.