El Real Madrid no pudo reconquistar la Copa del Rey y, como en 2018, volvió a caer ante el Barcelona Lassa en una gran final, sin duda una de las más emocionantes de la historia del torneo. Un partido que tuvo de todo: el arreón del Madrid (hasta +17) impulsado por Gustavo Ayón, la remontada azulgrana en el último cuarto, una canasta milagrosa de Sergio Llull para forzar la prórroga y la consulta al Instant Replay para poner en ventaja al Barça a un segundo del final. Llull volvió a intentar el milagro, pero ya era demasiado... El espectáculo, eso sí, queda para la leyenda de la Copa. Thomas Heurtel (22 puntos y 22 de valoración) fue el MVP por segundo año consecutivo. Fotos: ACB Photo
Todos los partidos de la Copa del Rey
Final. REAL MADRID 93 - BARÇA LASSA 94
Un exmadridista como Ante Tomic abrió el marcador en un WiZink Center lleno hasta la bandera. Primer aviso de la batalla que se avecinaba. La réplica llegó de la mano de Facu Campazzo y el bombardeo continuó con un triple de Víctor Claver, otro de Campazzo....Los dos equipos salían sin red. En una final no hay cartas guardadas ni mensajes ocultos. Solo vale ganar, y en menos de tres minutos, el marcador estaba en 7-7. Ahí sí, el Barcelona puso el corsé detrás y, gracias a su defensa, enlazó un parcial de 0-7 (2+1 de Claver incluido). Anthony Randolph logró romperla desde la esquina, aunque el mate de Tomic (10-16) certificó el mejor comienzo del Barcelona. El Madrid tenía que tirar de recursos, que los tiene, y muchos. Primero fue Rudy Fernández y después Gustavo Ayón, aunque Thomas Heurtel (a la postre MVP) apareció para firmar sobre la bocina el 16-20 con que terminó el primer cuarto.
La entrada de Walter Tavares al comienzo del segundo reforzó el juego interior del Madrid. Mientras por dentro Pierre Oriola intentaba combatir a Tavares (con desigual fortuna), por fuera Sergio Llull firmaba el 22-25. El Madrid estaba cada vez más cerca y Llull culminó la remontada con un triple marca de la casa, el 27-25 a 5:37. El Madrid tomaba el mando, aunque con el Barça Lassa contestando cada ventaja. Incluso cuando Kevin Pangos hizo el 29-31, Pablo Laso tuvo que parar el crono. Dos seguros de vida como Ayón y el gran capitán Felipe Reyes salieron al rescate, y el mexicano arañó un rebote sobre la bocina para firmar el 35-35.
Randolph y Heurtel prolongaron el bombardeo al comienzo de la segunda mitad, y Causeur levantó al Palacio dos veces. Primero con un 2+1 (aunque no aprovechó el tiro libre) y después con un triple. El Madrid metía la directa y cuando Campazzo se coló para hacer el 45-39, Svetislav Pesic detuvo el crono. Sin embargo, el triple de Randolph (48-41) confirmó que el Madrid estaba lanzado. Y también la penetración de Campazzo o el rebote de Ayón...Durante gran parte del tercer periodo el mexicano se adueñó por completo del partido y, gracias a él, los blancos se plantaron en +17 (58-41) a poco más de un minuto para el descanso. El parcial llegó a 13-0 antes del triple de Pangos. Con 60-46 a falta de diez minutos, la final pintaba bien para el Madrid.
Sergio Llull obró un milagro forzando la prórroga, pero no pudo con el segundo.
Al Barça Lassa no le quedaba otra que intentarlo desde lejos. Claver y Oriola enchufaron dos triples seguidos que rompieron la barrera de los diez (61-52 a 8:20) y Heurtel metió el miedo en el cuerpo con el tercero. Tras la pausa, llegó el cuarto, de Kyle Kuric: 61-58 a 7:08. Partido nuevo, sobre todo cuando Heurtel culminó la remontada: 61-61 tras un parcial de 1-15. El sprint final fue de infarto, de clásico en toda regla... Festival de canastas y equilibrio (65-65 a 4:50) que solo se rompió momentáneamente con una mandarina de Llull, el 70-66 a 4:22. Sin embargo, Kuric y el omnipresente Heurtel voltearon el marcador (70-74 a 2:10) añadiendo más leña al fuego de un partidazo que entró en el último minuto con 73-76... y así continuó hasta los últimos cinco segundos, cuando llegó la falta sobre el triple de Campazzo. El argentino metió los dos primeros, pero falló el tercero. Con 75-77, tras un tiro libre anotado por Claver, el Madrid tuvo cuatro segundos para buscar el empate... ¡y Llull, el experto en milagros, forzó la prórroga!
Más fiesta en un partido memorable, de locura, de nuevo con mínimas diferencias (85-84, 87-88...). El mate a una mano de Tomic puso el 87-90 a falta de 40 segundos. Hacía falta otro milagro, que estuvo a punto de llegar. Primero un triple de Randolph y después la escapada de Jaycee Carroll, 2+1 y... 93-92 esta vez con cuatro segundos para el Barça. La bola de Tomic valió, previa consulta al Instant Replay, y dejó solo un segundo para que el lanzamiento de Llull desde su campo tocara el aro. El Barcelona de Pesic se llevó una final para el recuerdo.
{loadmodule mod_custom,Publicidad en Artículos}