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El gran duelo de la jornada en Primera Nacional Masculina respondió a las expectativas. El Covibar Rivas rompió la imbatibilidad del Alcorcón al imponerse en La Canaleja por 78-81 pero, después de mantener durante casi todo el partido una ventaja de diez puntos, tuvo que sufrir hasta el final para llevarse el partido. En un gran último cuarto, los locales remontaron y el choque se decidió en la última posesión.
Alcorcón 78 (18+19+19+22): Alejandro Sotillo, Fernando Bardisa, Alfonso Alonso, Karel Cabrera, Tomás Sanz -cinco inicial- David Rosillo, Jesús Morán, Gregorio Santano, David de la Horra, Rafael de la Morena, Carlos S. de Cruz.
Covibar Rivas 81 (24+20+21+16): Javier Rojas, Antonio López, Mario Fernández, Eduardo Caballero, Javier Carpio -cinco inicial- Orestes Vara, Pablo Muñoz, Alejandro Moyano, Carlos Cantero, Pablo Giménez, Jorge C. Jamain.
Por fin los dos equipos más fuertes del Grupo Par frente a frente. El Alcorcón, descendido la pasada temporada de Liga EBA, llegaba a la cita de La Canaleja invicto: diez de diez. El Covibar Rivas, que rozó el ascenso, lo hacía con solo una mancha en su historial, la derrota ante el Coslada; una prueba de que los demás también juegan.
Bajo la eficaz dirección de Tomás Sanz, el Alcorcón empezó basando su juego en pases al fondo de la botella donde Alfonso Alonso, Fernando Bardisa y Karel Cabrera aprovechaban su corpulencia y habilidad. Pero el Rivas respondió desde fuera y con dos triples a cargo de Javier Rojas y Antonio López anuló el buen comienzo local: 6-6. Los chicos de Alberto Rubio ofrecieron en este primer cuarto un muestrario de recursos, tanto en defensa como en ataque. Antonio López y Eduardo Caballero neutralizaban a Alejandro Sotillo; la intensidad defensiva le costó la segunda falta a Rojas, pero un triple limpio de López (8-12) demostró que el pívot visitante se mueve bien en todos los terrenos.
Unos minutos de relajación del Rivas en defensa hicieron que los locales remontaran (14-12), pero el Covibar Rivas recuperó su sitio enseguida. Mario Fernández demostró su reputación de tirador y una bandeja sobre la bocina de Pablo Muñoz permitió a los ripenses marcharse al final de los primeros diez minutos seis por delante: 18-24.
La intensidad se mantuvo en un segundo cuarto que comenzó con los dos equipos volcados en ataque. Al minuto y medio de juego el marcador ya estaba en 20-28. José Enrique Díaz, técnico local, no acertaba con la tecla. Carlos de la Cruz decidió recortar con las mismas armas de su rival, desde tres, (23-31 a siete para el descanso), pero Javier Carpio también se apuntó al concurso de triples: 25-36.
Al Alcorcón le hacía falta algo más para superar la defensa de Rivas mientras que, en el aro contrario, Eduardo Caballero forzaba una falta tras otra lo que permitía a su equipo mantener la renta aunque fuera a base de tiros libres. A 2:52, la diferencia seguía en diez: 30-40. Un triple de Rafael de la Morena y la sangre fría en los tiros libres de Sanz apretaron el marcador (37-42) pero una canasta de Pablo Giménez y la firme defensa visitante hicieron que el Rivas se apuntara también el segundo cuarto.
Tomás Sanz intenta penetrar entre la defensa del Covibar Rivas.
El Alcorcón salió con fuerza en el tercer período y Rubio pidió concentración para aguantar la avalancha. De nuevo Caballero tiró de garra aunque en esta ocasión tuvo la respuesta de un Sotillo más determinante. La tercera falta de Antonio López fue un pequeño golpe para los visitantes que Carlos Cantero intentó compensar sacándose sacó de la manga un triple de los suyos, inverosímil: 39-51. El partido se convirtió entonces en un intercambio de golpes, con ataques rápidos de una canasta a otra. Los visitantes resistían y una acción de 2+1 de Orestes Vara supuso el 44-56 a 5:28.
El Alcorcón lo intentaba pero bajar de los diez parecía imposible, sobre todo cuando la acumulación de faltas mandaba a los visitantes continuamente a la línea de tiros libres: 46-58 a 4:59. Solo a tres minutos para el final del cuarto llegó la reacción alcorconera con un efectivo Bardisa y presión en defensa. Rubio recurrió a Antonio López y Javier Carpio, y su equipo se apuntó el penúltimo asalto aunque, a cambio, el Alcorcón rompió por fin la barrera psicológica de los diez: 56-65.
Una acción de garra de Karel Cabrera (65-73 a 6 minutos para el final) dio esperanzas al Alcorcón, y cuando Bardisa culminó un contragolpe (67-73) Alberto Rubio tuvo que pedir tiempo. Los locales y el entusiasta público de La Canaleja veían la remontada más cerca que nunca. Y más aún cuando Jesús Morán dejó a su equipo a cuatro: 71-75. En tres minutos había un partido nuevo. El triple de Tomás Sanz puso las tablas en el marcador (77-77 a 1:26) bajo un ambiente ensordecedor. Después de pasar por los tiros libres (Javier Carpio falló dos, Sanz anotó uno y Carpio hizo pleno), el Alcorcón se la jugó en una última posesión de catorce segundos, donde el balón de Cabrera no quiso entrar y Cantero, a la carrera, fijó el definitivo 78-81.
El Covibar Rivas demostró su gran juego exterior; en la imagen, Mario Fernández.
El Covibar Rivas y el Alcorcón comparten ahora la cabeza con un importante margen de tres victorias sobre un grupo formado por Tajamar, Ciudad de Móstoles y Coslada. Los vallecanos cumplieron con claridad ante el Piel de Toro Leganés: 69-52. En cambio, al Coslada le tocó sufrir más de lo previsto frente al siempre combativo Zona Press que solo cayó por tres puntos: 81-78. El sábado se jugaron otros dos partidos del grupo, ambos con clara victoria local. El Joyfe derrotó al ADC Boadilla por 78-65 y el Navalcarnero se impuso al Hercesa: 85-54.
