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Sabor a derbi en el Magariños. Y reparto de victorias. En el enfrentamiento entre los equipos junior, el Real Madrid venció por 55-90 y ofreció una gran sensación de solidez ante un Estudiantes que resistió hasta el tercer cuarto. En el último período los blancos decidieron con un demoledor parcial de 10-32. El Asefa Estudiantes A se llevó el duelo cadete por 71-60 después de un encuentro que, como el mejor de los derbis, tuvo de todo. El Estu suma así su cuarta victoria en la segunda fase y el Real Madrid encaja la primera derrota de la temporada.
JUNIOR MASCULINO
Asefa Estudiantes A 55 (15+16+14+10): Javier Medori, Michel Dimanche, Diego González, David Sanz, Sergio Pajares -cinco inicial- Alberto Pérez, Claudio Gómez, Edgar Vicedo, Juan Llorente, Diego Pérez, Juan Sebastián Saiz, Filip Cvjeticanin.
Real Madrid 90 (18+23+17+32): Guillermo Hernangómez, Kiko Jiménez, Jorge Sanz, Carlos Padilla, Julen Olaizola -cinco inicial- Jorge Sánchez, Placide Nakidjin, Daniel Díez, Alfonso Llanos, Juan Gabriel Martínez, Modou Mbaje, Alberto Martín.
El primer duelo Estu-Madrid enfrentaba a los dos equipos junior en un partido que se presentaba tenso -como siempre entre los dos clubs- y con señales contradictorias. Los precedentes de la primera fase favorecían a los blancos que en el primer tramo de la temporada demostraron una absoluta superioridad sobre todos sus rivales; la condición de local, a los colegiales. El Estudiantes venía de ganar; el Madrid, de sufrir su primera derrota de la temporada en Fuenlabrada.
Kiko Jiménez busca el pase ante Javier Medori y Alberto Pérez.
Michel Dimanche fue el encargado de abrir el marcador. El pívot local tenía por delante una dura tarde de trabajo contra dos jugadores de la talla de Julen Olaizola y Guillermo Hernangómez como se confirmó en la siguiente jugada cuando una personal suya permitió a Olaizola anotar las tablas. El cuarto hombre en la batalla bajo los aros, Sergio Pajares, también reclamó protagonismo enseguida. En estos primeros instantes, la lucha se desarrollaba por dentro salvo contadas excepciones como un contragolpe que culminó Carlos Padilla: 6-9 a los 4 minutos.
El Estu trataba de frenar a su rival con continuas ayudas en defensa pero no evitaba que el Madrid abriera brecha poco a poco. Alberto Carrero Blanco reaccionó con rapidez y cambió la cara de todo su equipo. Salieron Alberto Pérez, Edgar Vicedo, Diego Pérez, Juan Sebastián Saiz y Filip Cvjeticanin, y en especial los dos primeros le dieron otro aire al Estu que aguantó bien el primer cuarto: 15-18.
En el segundo período, Carlos Losada mantuvo a Olaizola que se emparejó con el corpulento y combativo Diego Pérez en un duelo que echaba chispas. Los colegiales igualaron la contienda (18-18) mientras se cerraban bien bajo su aro. El Madrid tenía que recurrir a segundas acciones, gracias a su dominio del rebote, o aprovechar los errores de su rival como hizo Daniel Díez: 20-25. Carrero Blanco administró sus recursos y Michel Dimanche relevó a Diego Pérez. El objetivo era asegurar al menos el rebote defensivo. Sin embargo, la historia se repitió y el Madrid aprovechó su dominio en la pintura y algún otro despiste local para abrir hueco: 22-31 a 4:20 para el descanso.
Con Dimanche más firme y, sobre todo, mejor ayudado, el Estu recortó hasta cuatro (27-31) pero solo fue un espejismo porque, tirando de velocidad, los blancos volvieron a escaparse: 27-36 a 2:17. Aunque una combinación entre Alberto Pérez y Dimanche, que culminó este último con un mate, levantó al público del Magariños, la superioridad visitante se reflejó en los diez de diferencia con que se llegó al descanso: 31-41.
La inspiración de Alberto Pérez y la fuerza de Diego Pérez fueron las principales armas del Estu en el comienzo del tercer cuarto, cuando puso en aprietos a su rival: 37-43. Carlos Losada recurrió a Placide Nakidjin para acompañar a Olaizola y nada más salir acabó con la sequía de su equipo. Daniel Díez se le unió y el Madrid volvió al partido ante un Estudiantes mucho más concentrado que en los dos primeros cuartos. Un robo de Claudio Gómez con asistencia a Vicedo confirmó el buen momento colegial (43-47). Sin embargo, el Madrid supo resistir el empujón local e incluso un triple de Jorge Sánchez rompió la barrera de los diez: 45-58 tras un parcial de 2-11.
En el último cuarto, el Estudiantes salió en busca de la remontada pero se dio de bruces con la superioridad blanca plasmada en un espectacular tapón de Juan Gabriel Martínez a Javier Medori. Ya era demasiado. El Madrid se adueñó del partido y su ventaja aumentó de manera proporcional a su dominio: 47-72 a 5:48 y 55-90 al final.
Juan Gabriel Martínez y Alberto Pérez en una acción bajo el aro del Real Madrid.
CADETE MASCULINO
Asefa Estudiantes A 71 (13+19+18+21): David Ramón, Miguel Martín, Nicolás Bermúdez, Sebastian Kruger, Ander Martínez -cinco inicial- Juan Modesto Calderón, Gonzalo Orenga, Adrián Muñoz, Lucas Antúnez, Alberto Jiménez, Stefan Durasinovic, Manuel Franco.
Real Madrid A 60 (8+12+25+15): Alberto Martín, Javier de la Blanca, Carlos Vivas, Alberto Gil, Alberto de Miguel -cinco inicial- Carlos Gómez, Roberto Calle, Guillermo Ruiz, Pablo Moreno, Daniel Pozuelo, Santiago Yusta, Eduardo Rubio.
El segundo derbi de la jornada servía para romper el equilibrio en el Grupo A, donde los dos equipos marchaban igualados con tres victorias en los tres primeros encuentros de la segunda fase. En el recuerdo, los enfrentamientos de la primera fase, que se saldaron con claras victorias del Madrid por 63-97 y 85-68. Pero los 34 puntos que se llevaron los blancos del Magariños pronto pasaron al olvido en un encuentro completamente distinto.
De salida, el Estu basó su juego en una fuerte defensa con un claro objetivo: neutralizar a Javier de la Blanca, el jugador más determinante del Madrid. El trabajo de los colegiales tuvo doble premio: no solo anularon al pívot blanco sino que mantuvieron su canasta a cero durante cuatro minutos y medio. Con 7-0 en el marcador tras una acción de Sebastián Kruger, a José Luis Pichel no le quedó más remedio que pedir tiempo. La segunda falta de Kruger precedió a la primera canasta del Madrid, un triple de de Guillermo Ruiz: 7-3 a 4:40. Los blancos despertaron al fin, como demostraron Daniel Pozuelo, con una acción de 2+1, y Alberto Gil, pero el Estudiantes se mantuvo firme atrás y se apuntó el primer cuarto por 13-8.
La tónica continuó igual en el segundo asalto. El Madrid se estrellaba una y otra vez contra el muro colegial, lo que permitía a los locales mantener su ventaja. Los blancos solo llegaban a la carrera, como en una contra de Alberto Martín que significó el 15-10. Con un marcador muy bajo y un partido demasiado trabado, los tiros libres empezaban a cobrar importancia, sobre todo si Juan Modesto Calderón convertía un 1+1 en un 1+2: 18-14. También desde el extremo de la pintura Kruger aprovechó una falta de Alberto Martín para aumentar ligeramente la ventaja de su equipo: 20-14.
Sin un juego demasiado brillante, solo con un candado en su canasta, los locales mantenían las distancias ante un Madrid que pronto pagó su falta de acierto en ataque. Gracias a un triple de Kruger y una contra de David Ramón, el Estu alcanzo los diez de ventaja (28-18) que amplió Adrián Muñoz justo antes del descanso: 32-20.
Los locales mantuvieron la concentración defensiva en el tercer cuarto aunque Javier de la Blanca pudo escaparse de la vigilancia y firmar el 34-24. Con la presión del Madrid, el partido ganó en velocidad y en tensión. El ritmo pausado que hasta entonces había favorecido al Estudiantes, desapareció y, poco a poco, los blancos comenzaron a acercarse: 34-29 a 6:56. Kruger intentó mantener la ventaja aunque fuera desde los tiros libres (36-29), pero De la Blanca recortó desde el mismo lugar: 36-30 a 5:43. El pívot blanco entró en juego y su equipo lo agradeció. Dos acciones consecutivas suyas significaron el 36-34. Alberto Martín empató a 38 y de nuevo De la Blanca, a 40. A diez minutos para el final del encuentro, los locales mandaban por 50-45, pero el parcial mostraban un dato esclarecedor: el Madrid había anotado en un cuarto (25 puntos) más que en los dos anteriores (20). El candado en el aro colegial ya no existía.
Una gran canasta de Nicolás Bermúdez significó el 54-49 y un rebote ofensivo capturado por Juan Modesto Calderón aumentó la diferencia, pero De la Blanca dio la réplica. En el último asalto, los dos equipos descuidaron por completo las precauciones defensivas y se dedicaron a un intercambio de canastas que, al menos en un principio, favorecieron al Madrid. Con un acción de 2+1 Javier de la Blanca, ya convertido en protagonista, volvió a empatar y adelantó a los suyos desde los tiros libres: 56-57. Pero ahí se quedó el Madrid. Alberto Jiménez, con un mate, volvió a poner por delante al Estu (58-57) y, en la jugada siguiente, provocó la cuarta falta de Alberto Martín. Un triple de Bermúdez y un rebote arañado por Adrián Muñoz prolongaron la racha estudiantil: 65-57 a 2 minutos para el final. El parcial ganador se quedó en 13-0 porque Alberto de Miguel transformó un triple segundos antes del pitido final.
Pese a acciones como esta de Alberto Gil,
el Real Madrid cayó en el Magariños.
