Sin alardes ni individualidades. Con un bloque sólido y solvencia en todas las facetas del juego, en especial en la defensa, el Pozuelo se convirtió en el nuevo líder del Grupo Par de Primera Nacional al derrotar al Covibar Rivas por 74-69. El choque entre dos de los principales candidatos al ascenso tuvo dos partes opuestas. La primera fue para el Pozuelo, que logró una renta de 17 puntos (41-24), pero en la segunda, el  Covibar Rivas demostró su calidad y llegó a ponerse a tiro de triple.

Pozuelo 74 (20+21+13+20): Javier Vicente, Carlos Arce, Jorge González González, Andrés Bedate, Javier Lorca -cinco inicial- Jorge González Hernández, Pablo Moro, Carlos Arias, Miguel Fariñas, Alejandro Monteagudo, Héctor Domínguez, Carlos Millán.

Covibar Rivas 69 (10+14+23+22): Jorge González, Miguel Zamora, Pablo Giménez, Daniel Muñoz, Juan Carlos Lobato -cinco inicial- Mauricio Fernández, Alejandro Hidalgo, Jorge Aguado, Alejandro Sánchez, Roberto Avelino.

Árbitros: Castillo y De la Cruz.

El Torreón acogía un duelo directo entre dos de los grandes de Primera Nacional. Un Pozuelo más fuerte, física y psicológicamente, que la pasada temporada frente a un Covibar Rivas que lleva ya varias campañas con la Liga EBA en el punto de mira. Un partido sin pronóstico, idóneo para sacar las primeras conclusiones de una temporada a la que todavía le queda mucho recorrido.

Ese teórico equilibrio tuvo su reflejo en la pista durante los primeros minutos. Los dos equipos apretaban atrás y los cerrojos defensivos solo saltaban con acciones rápidas a la contra, como una de Jorge  González González que abrió el marcador. Era un partido para pelear cada balón, en el que cada detalle podía desnivelar la balanza. El desacierto de los visitantes en los lanzamientos lejanos lo aprovechó el Pozuelo para marchar por delante en el marcador desde el principio, aunque siempre con escasas diferencias: 8-5 a 5:54. Sin embargo, esa renta creció en la segunda mitad de este primer cuarto. La intensidad defensiva de los hombres de Sergio Vicente dificultaba todos los tiros del Covibar Rivas y por eso el Pozuelo dobló a su rival: 20-10.

En el segundo periodo, los locales no bajaron el ritmo. Ni en ataque ni en defensa. Ahora guiados por Jorge Aguado en lugar de Jorge González, los ripenses no encontraban ningún hueco por el que acercarse al aro. A 6:14 para el descanso, el Pozuelo seguía mandando por 26-14. Un triple de Aguado recortó hasta 26-17, pero los locales llegaban con más facilidad y pronto la diferencia volvió a los diez (29-19). Alberto Rubio apostó por una doble salida de balón con los 'pequeños' Aguado y González. Había que abrir una puerta. Aguado vio hueco, se coló hasta dentro y firmó el 31-22 que provocó el tiempo muerto de Sergio Vicente. Reacción inmediata. Un triple de Jorge González González frenó la ofensiva visitante, otro de Andrés Bedate y un balón rebañado por Javier Lorca mandó a su equipo 15 arriba (39-24). Y todavía hubo tiempo para una canasta más antes del descanso.

Jorge González González culmina un contragolpe del Pozuelo.

En los comienzos del tercer cuarto, el Covibar Rivas apretó mucho más en defensa. El Pozuelo seguía con la misma intensidad, como demostró Javier Vicente con un tapón a Jorge Aguado, pero el acelerón de los ripenses se reflejó en el marcador: un parcial de 2-7 y 43-31. Los hombres de Alberto Rubio, mucho menos estáticos y mucho más acertados que en el primer tiempo, se pusieron a diez (45-35) y e incluso rebajaron hasta siete: 52-45 y 54-47.

La remontada continuó al inicio del último periodo (54-49). El Covibar Rivas había pasado de cero a cien y mostraba, por fin, las armas con las que había ganado siete partidos seguidos. Volvíamos al principio, al poder desequilibrante del detalle. Un triple de Alejandro Monteagudo contuvo la avalancha: 61-52 a 7 para el final. El Pozuelo mostraba personalidad de líder ante un rival que ya funcionaba a pleno rendimiento. Pese a los intentos de Jorge González y Pablo Giménez, el Covibar Rivas no lograba recortar (68-58 a 3 minutos). Sin embargo, un robo de Jorge González culminado por Jorge Aguado (68-62 a 2:11) hizo saltar las alarmas en el banquillo local y Sergio Vicente paró el crono para no perder en 2 minutos lo ganado en 38.

La diferencia se mantenía igual al entrar en el último minuto (70-64), pero ahí el Covibar Rivas mostró todo su carácter. A 25 segundos, Daniel Muñoz anotó de tres (71-67) y solo 5 segundos después Aguado  hizo el 71-69. Después de un tiro libre anotado por Jorge González Hernández, los hombres de Alberto Rubio se quedaron a tiro de triple con 18 segundos por delante, pero el lanzamiento de Miguel Zamora no entró y el orden de la clasificación se dio la vuelta.

El Covibar Rivas nunca se dio por vencido como demuestra Pablo Giménez.