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El Asefa Estudiantes A se apuntó por 74-58 el primer derbi de infantil masculino de la temporada en un partido extraño. Los locales aprovecharon un efectivo primer cuarto (20-8) para superar los veinte puntos de margen durante gran parte del choque, pero el Real Madrid A tiró de orgullo y también tuvo su momento. Un encuentro jugado a tirones, a ráfagas, que apenas permite sacar conclusiones para lo que viene por delante, salvo que los colegiales cierran la primer vuelta invictos.
Asefa Estudiantes A 74 (20+29+10+15): Manuel Rueda, Valentín de las Heras, Félix Escarjo, Roy Efrat, Ignacio Martín -cinco inicial- Alberto Torres, Guillermo García, Mario Henche, Pablo Carrasco, Borja Díez, Samuel Gutiérrez, Rubén Augusto Gómez.
Real Madrid A 58 (8+21+19+10): Adrián González, Alberto Pérez, Ignacio Ballespín, Alejandro Redondo, Íñigo Gómez -cinco inicial- Martín Jardón, Pablo Poyatos, Nicolás González, Ángel Campanario, Jorge Parra, Fran Murcia.
Árbitros: Bartolomé y Martín.
Vídeo del partido en BaloncestoCantera
Llegaban invictos: 14 de 14. Por primera vez esta temporada se medían los dos principales favoritos de Infantil masculino: el Asefa Estudiantes, que defiende título, y el Real Madrid. El partido del Magariños era solo el primer cara a cara. Todavía queda mucho para la fase final en la que, presumiblemente, estarán ambos. Pero esta primera cita tenía mucho de piedra de toque, de desvelar las primeras incógnitas y empezar otro tipo de batallas.
El partido comenzó con el Madrid por delante (0-2) pero con muchas precauciones defensivas en ambos bandos. El Estu empató cuando ya habían pasado dos minutos del pitido inicial. A partir de ahí el derbi se animó. Los visitantes tenían como principales armas los centímetros de su cinco, Íñigo Gómez, y el talento de su uno, Adrián González; los colegiales, la movilidad del balón y el tiro exterior (Félix Escarjo hizo así el 8-4). A 5:36, el choque permanecía igualado (8-6), pero justo después llegó el arreón colegial. La defensa adelantó líneas y con un robo de balón tras otro, los locales comenzaron a abrir hueco en el marcador. Primero 12-6 y después un parcial de 8-2 para cerrar el primer cuarto con 20-8.
El segundo periodo, con nuevos nombres sobre la pista, comenzó igual. Un triple de Alberto Torres elevó la diferencia local. Los blancos parecían más efectivos cara al aro que al principio y en poco más de dos minutos ya llevaban seis puntos (28-14), pero el Estu no fallaba. El partido se había vuelto loco, con ataques rápidos y contraataques fulgurantes. Un ritmo que favorecía a los locales y poco eso Alberto Codeso tuvo que pedir tiempo cuando el marcador registraba un más que peligroso 34-14 a 6:41 para el descanso.
Adrián González, defendido por Roy Efrat, busca el pase.
Con una defensa infranqueable y una tremenda pegada a la contra, el Estu seguía abriendo hueco. Un triple de Jorge Parra (38-17) abrió un intento de reacción visitante. Pablo Poyatos también le echó valor para colarse entre dos defensores y forzar una falta. Ya con los locales en bonus, el Madrid recortó desde los tiros libres y con un lanzamiento exterior de Ángel Campanario (40-22 a 3:55). Era una cuestión de orgullo, y de eso el Madrid sabe. Campanario, otra vez de tres, dio esperanzas a su equipo, Poyatos sacó petróleo bajo la zona y Nicolás González se marcó un tapón de alto valor simbólico. Pero todo ello no pudo evitar que el Estudiantes volviera a los veinte: 49-29.
Quizá por la diferencia en el marcador, la segunda mitad comenzó algo fría. Con excesiva precipitación y numerosos errores. Como al principio, el marcador se movía con lentitud: solo dos puntos, para el Madrid, en los dos primeros minutos. El Estu tenía a su favor el marcador y el crono, pero también estaba lejos de su efectividad del primer tiempo. Poco eso, poco a poco, el Madrid reducía la brecha hasta el punto de forzar el tiempo muerto de Gabriel Álvaro con 50-37 (parcial de 1-8). Justo después, en el momento más necesario, dos triples de Borja Díez despertaron a su equipo, pero el Madrid había cambiado, no tenía nada que ver con el de la primero parte, y con ese aire distinto llegó a ponerse a diez (56-46) y se fue el banco once abajo (59-48).
Ángel Campanario supera a la defensa colegial.
Si en diez minutos de un partido puede pasar cualquier cosa, en un derbi todavía más. El choque seguía abierto. El Estu abrió algo de hueco gracias a un combativo Valentín de las Heras, pero Poyatos dejó las cosas como estaban: 61-51 a 7:00. El esfuerzo de De las Heras, la efectividad de Borja Díez y el buen hacer de la defensa colegial fueron clave para que los locales mantuvieran su renta. El Madrid lo intentó, pero en los últimos tres minutos (67-53), el duelo ya tenía color estudiantil.
Borja Díez fue uno de los jugadores más determinantes del Estudiantes en ataque.
