Dicen que en la vida el dinero no da la felicidad pero ayuda a conseguirla. En el baloncesto, el físico tampoco asegura las victorias pero ayuda a conseguirlas. Con un equipo superior en centímetros (Sara Zaragoza, María Conde, Marta Vargas...), banquillo y recursos, el Asefa Estudiantes junior femenino venció al Real Canoe por 82-61. Las canoístas opusieron su habitual intensidad y resistieron bien durante 25 minutos (18-12, 31-30, 42-40...) pero después cedieron ante el rodillo local.
Asefa Estudiantes 82 (18+13+26+25): Amanda García, Noelia Rubio, Marta Vargas, Laura Ruiz, Carmen Grande -cinco inicial- Belén Lanzas, María Conejero, Almudena Díaz, María Conde, Carmen Tendero, Sara Zaragoza, María Domínguez.
Real Canoe 61 (12+18+20+11): Beatriz Martínez, Alba Freire, María Palomo, Paloma Garai, Rocío Flores -cinco inicial- Natalia Santonja, Eva Silgado, Beatriz Domenech, Teresa Rojo, Sara Fraile, Nuria Jansana.
Árbitros: Tejo y Blanes.
Después de seis partidos disputados en el Grupo B de Junior femenino, el Asefa Estudiantes defendía su condición de invicto ante uno de sus grandes rivales, el Real Canoe. Además de la histórica competencia entre dos de las mejores canteras femeninas de la Comunidad de Madrid, los precedentes acompañaban. El Canoe, con un equipo basado en el cadete de la pasada temporada, llegaba a La Nevera como tercer clasificado con solo dos mínimas derrotas, ante el Estu en la primera vuelta (-5) y el Corazonistas (también -5, en la prórroga).
Estu y Canoe, dos equipos con la misma costumbre antes de empezar los partidos.
El Estu salió más entero, tanto en ataque como en defensa. Marta Vargas abrió el marcador con una acción de 2+1 y Carmen Grande amplió la renta hasta un 5-0 antes de que Rocío Flores le echara garra para acortar. El partido empezaba caliente. Luis Narro apenas tardó minuto y medio en sacar a Beatriz Domenech, una de las pocas jugadoras de segundo año del Canoe. Más experiencia sobre la pista, pero el mismo ritmo frenético. Demasiado. Por eso durante un par de minutos el marcador se mantuvo igual (6-2) hasta que Domenech lideró un parcial de 0-6 que adelantó al Canoe. El técnico local, Diego Ramos, también reaccionó con un triple cambio. Entraron Belén Lanzas, María Conde y Sara Zaragoza, y pronto se notó que la diferencia estaba en las alturas, sobre todo en las segundas o terceras opciones de tiro que conseguía Sara Zaragoza. Por eso el Estudantes se marchó al final del primer cuarto con ventaja: 18-12.
Natalia Santonja intenta acercarse a la canasta del Estudiantes.
Al Canoe le quedaba el juego exterior, la presión defensiva y, sobre todo, la velocidad. Con Natalia Santonja, María Palomo o Beatriz Domenech marcando el ritmo, las visitantes se mantenían en el partido. El desgaste era enorme. Diego Ramos volvió a rotar: Marta Vargas por Sara Zaragoza. Las canoístas robaban y atravesaban de pista a pista en apenas unos segundos, y así, a la contra, devolvieron las tablas al marcador: 19-19. El partido no perdía intensidad. Todo lo contrario. Teresa Rojo aprovechó un despiste de las locales para adelantar a su equipo (19-21). Tal y como se ponían las cosas, el Estu también recurrió a la rapidez y una fulminante contra culminada por Noelia Rubio significó el 23-22. El resto del segundo periodo continuó igual, con tensión, muchas faltas, errores en los tiros libres (sobre todo entre las visitantes) e igualdad en el marcador. Con 25-26 tras una canasta de Domenech, Diego Ramos pidió tiempo. Volvieron María Conde y Sara Zaragoza y, de nuevo, esa superioridad bajo los tableros resultó determinante para que el Estu se marchara al descanso con un mínimo 31-30 a su favor.
El segundo cuarto empezó con más de lo mismo. Intensidad (en defensa) y velocidad (en ataque) en las canoístas contra el mayor físico de sus rivales. A los dos minutos, el marcador estaba en 35-34. Poco después, un rebote capturado por María Conde significó el 37-36, enseguida Domenech dio la vuelta al marcador desde la media distancia y Sara Zaragoza empató desde los tiros libres. El partido iba de costa a costa y los ataques casi siempre terminaban en canasta o en falta. Desde los tiros libres, Carmen Grande abrió algo de hueco (40-38), Natalia Santonja se coló hasta la cocina para empatar y Belén Lanzas calcó la jugada poco después. En el ecuador de este segundo cuarto, Sara Zaragoza hizo el 44-40 y esa canasta fue el prólogo de la escapada local. Carmen Grande, prototipo de jugadora que sabe lo que tiene que hacer en cada momento, acompañó desde fuera el poder interior del Estu y en apenas tres minutos, las locales se fueron hasta los diez de ventaja (54-44), aunque el Canoe recortó hasta el 57-50 al final del tercer periodo.
Beatriz Domenech sube el balón. Frente a ella, María Conde, María Conejero y Carmen Tendero.
Tras un tercer cuarto con muchos puntos, el último aún se presentaba incierto. Después de un larguísimo ataque, María Conejero amplió la renta desde los tiros libres. Las defensas dominaban bajo los dos aros, el crono avanzaba y la remontada de las canoístas parecía cada vez más improbable, sobre todo porque lo que ganaban atrás lo perdían en los tiros libres. A 7:26 para el final, el marcador estaba en 61-51. Marta Vargas y Noelia Rubio ampliaron la diferencia, y el partido ya tomó un claro color local. Nuria Jansana y María Palomo encontraron huecos donde no los había, pero el Estu, con el motor a pleno rendimiento y más capacidad de rotación, había enfilado el camino de la victoria. A 5:05, todo seguía igual (67-57) y el margen se amplió hasta el definitivo 82-61.
Sara Zaragoza, a punto de anotar entre una nube de defensoras del Real Canoe.