Llegaba el Tuenti Móvil Estudiantes al Valle de las Cañas como campeón de su grupo de la primera fase, como el Real Madrid, y con las mismas victorias que los blancos, diez, pero el primer derbi junior del año solo tuvo color blanco. El Real Madrid sacó provecho de una plantilla llena de recursos y, ante la mirada de Pablo Laso, saldó el primer enfrentamiento con un +31 (88-57), que no solo le aúpa hasta el primer puesto del Grupo A sino que acentúa aún más su condición de favorito.

Real Madrid 88 (18+22+28+20) Santiago Yusta, Daniel de la Rúa, Jonathan Kasibabu, Andrej Magdevski, Emanuel Cate -cinco inicial- Andrés Rico, Jonathan Barreiro, Ignacio Díez, Rafael Blanco, Guillermo Mulero, Wally Niang.

Tuenti Móvil Estudiantes A 57 (11+11+20+15): Jacobo Díaz, David Ramos, Pablo Martín-Salas, Alejandro Young, Álvaro Sainz -cinco inicial- Rafael Alonso, Alejandro Santos, Eduardo Rubio, Jorge Alonso,  Xabier Arriaga, Javier Calviche y Alexander de Miguel.

Árbitros: Manu y Sanjosé

Tras el derbi EBA del sábado, con victoria colegial, y el cadete del domingo por la mañana, con triunfo blanco, el fin de semana se cerraba con el tercer duelo entre el Real Madrid y el Tuenti Móvil Estudiantes del fin de semana, esta vez en categoría junior. Los dos equipos llegaban a su primer enfrentamiento de la temporada con pleno de victorias en la primera fase y con la sensación de ser los equipos más fuertes de la categoría. Había expectación. El pabellón registó un lleno absoluto y hasta la presencia de Pablo Laso y su ayudante Hugo López dio un barniz de ACB al partido.

Los dos equipos confirmaron las buenas sensaciones en un inicio de partido trepidante, con 2-3 en apenas unos segundos. El Estu combatía la mayor altura de los blancos con una fuerte defensa y rápidos lanzamientos exteriores. Ataques cortos para no dar tiempo a que su rival recuperara la posición y canastas difíciles de defender como la bomba de Pablo Martín-Salas (2-6 a 6:34). Sin embargo, poco a poco, los blancos se fueron situando sobre la cancha y 5:35 el marcador ya estaba igualado (6-6), fiel reflejo de unos primeros minutos sin dueño. Con Andrés Rico en la cancha, el Madrid puso una marcha más para intentar asumir el mando. Una penetración del base adelantó a su equipo: 2+1 y 9-6. El Estu combatía, pero la intensidad en defensa del Madrid, plasmada en los robos de Emanuel Cate, dio como resultado un 13-8 a 2:32. Una diferencia que se mantuvo con mínimas variaciones al final del primer cuarto: 18-11.

Un mate de Wally Niang (20-13) confirmó que el Madrid era más fuerte por dentro. Por ahí había poco que hacer. La amplitud de la plantilla blanca quedó clara con el 22-13 de Jonathan Barreiro, también bajo el aro. El Madrid tiraba de artillería para abrir hueco en el marcador pese a los intentos de un Estu que ahora tenía a Rafael Alonso y Javier Calviche como interiores ayudados por el incombustible Jacobo Díaz. Una contra culminada por Barreiro catapultó al Madrid a diez (24-14). El Estu abrió el campo para crear huecos y buscó enloquecer el ritmo para descolocar a su rival, pero su principal recurso ofensivo eran los lanzamientos lejanos, y no todos entraban. Sí lo hizo el de Jacobo Díaz (24-18), pero enseguida tuvo respuesta por parte de Santiago Yusta. El Madrid seguía dominando y decidió matar el partido antes del descanso. Lo hizo con un parcial de  10-0 que le llevó hasta 34-18. El Estu intentó reaccionar, pero un triple de Andrei Magdevski sobre la bocina dejó el marcador de la primera mitad en 40-22, un marcador aún no definitivo pero ya muy difícil de remontar.

Jorge Alonso avanza ante la vigilancia de Guillermo Mulero.

David Ramos dio aire al Estudiantes con un triple al poco de arrancar el tercer periodo. La clave estaba atrás, en detener las ofensivas blancas y, apretando los dientes en defensa y arriesgando en ataque, los colegiales hicieron un 0-6 de salida. Hasta que Yusta (por dos veces) y Rico volaron para dejar las cosas en su sitio: 46-28 a 7:09. Pese al acierto en el tiro de los colegiales (Alejandro Young anotó el tercer triple seguido) la puntería de Magdevski cortó definitivamente el intento de remontada. Dos triples del macedonio  elevaron la diferencia por encima de los veinte (56-33). Y después de un tercer cuarto que se jugó a velocidad de vértigo (como demostró el abultado parcial de 28-20) el Madrid ya dominaba por 68-42.

El ritmo no decayó en el último, ya con la cancha convertida en un escenario para que desfilara el talento de los jugadores. Sin relajaciones, porque la tradicional rivalidad entre los dos equipos ponía la tensión necesaria. A la carrera, Ignacio Díez hizo el 73-42 a 7:31, y él mismo, calcando la jugada, amplió la diferencia poco después desde los tiros libres. Por parte del Estu, Rafael Alonso encontró un hueco casi imposible bajo la canasta. Y lo mismo hizo Cate, pero en el aro contrario, a 5:58 (76-44). De ahí al final,  ya con todo decidido, destacaron los vuelos sin motor de Yusta o el triple de Jorge Alonso (81-51). El Estudiantes mostró detalles de calidad y su tradicional garra; el Madrid, una plantilla que no acusa las rotaciones y un dominio que le sitúa en la pole.

Wally Niang lanza a canasta pese a la oposición de Xabier Arriaga y Álvaro Sainz.