En el partido, con un velocidad de vértigo (sobre todo, en los dos primeros cuartos), y en la clasificación, con siete victorias, las mismas que el Liceo Francés. El Xperia Zentro San Jorge ha metido la directa y con su triunfo por 84-83 sobre el CB Getafe se confirma como uno de los favoritos del Grupo Impar de Primera Nacional masculina. Pese a la derrota, el Getafe también está en ese saco, porque el encuentro del Día Miguel lo pudo ganar cualquiera. Los dos equipos tuvieron opciones para romperlo, pero no lo consiguieron y un solo punto, un tiro libre a falta de 6 segundos, inclinó la balanza a favor de los locales.

Xperia Zentro San Jorge 84 (28+18+14+26): Ignacio Rodríguez, Fernando Leivar, Alejandro Ortiz, Ismael Herrero, Gabriel Muñoz -cinco inicial- Alberto Espinosa, Gonzalo Santana, Roberto Rosell, Javier Barreiro, Mehdi El Mardi, Tristán Domecq y Diego Fernández.

CB Getafe 83 (16+32+14+21): Gica Pérez, Carlos Martos, Juan J. Gutiérrez, Jaime Blázquez, Manuel Sabugal -cinco inicial- Juan J. Santelesforo, Héctor Grande, Carlos Caballero, Francisco J. Tarifa, Miguel Gómez, Diego Merino y David Casillas.

Árbitros: Martín  y Langa.

Sobre el papel, el San Jorge-Getafe era uno de los mejores partidos que se pueden ver ahora mismo en Primera Nacional, y la realidad no decepcionó. Se trata de dos equipos jóvenes -aunque con importantes toques de experiencia- que se han  instalado por méritos propios en los primeros puestos del Grupo Impar. Los jugadores del Xperia Zentro San Jorge llevan juntos más tiempo y eso se nota en su juego, rápido y sincronizado al milímetro, pero el Getafe cuenta con la solvencia de Gica Pérez, la electricidad de Carlos Caballero y buenos tiradores. Una combinación explosiva.

Ese equilibrio se reflejó en los primeros minutos, con igualdad con un intercambio de canastas de todos los colores. Por dentro y desde fuera. Del 6-6 al 12-12. Los ataques eran rápidos y muy efectivos y esa aceleración, cada vez mayor, tomaron la delantera los locales que lograron abrir hueco: 19-12 a 4:16. ¿Juventud, divino tesoro? No siempre, pero sí una de sus cualidades: la velocidad. Con acciones vertiginosas, el San Jorge se escapó y a los siete minutos de juego ya mandaba por 23-16. La rapidez de Ignacio Rodríguez y Gonzalo Santana o el acierto de Diego Férnández (que firmó de tres el 28-16 con que acabó el primer cuarto) parecían demasiado para un Getafe que, además, veía como el aro escupía muchos de sus intentos.

Con robos y balones largos, atravesando la pista en dos pases, los locales ampliaron la ventaja al comienzo del segundo cuarto. Estaban ante su momento y querían aprovecharlo. Sin embargo, su rival resistió el envite. Con Gica y Héctor Grande defendiendo su territorio con uñas y dientes, los visitantes evitaron la fuga (30-23). Lo que no pudieron impedir fue el mate de Tristán Domecq en otro contragolpe marca de la casa. La diferencia entre los dos equipos seguía en la caja de cambios. El San Jorge tenía una marcha más, un turbopropulsor que le ponía de cero a cien en menos de un segundo. El Getafe lo compensaba con oficio, sobre todo en la pintura,  y con arranques de genio, como el de Miguel Gómez, al matar el 34-28. El resultado era un partido abierto y muy rápido, con los locales por delante pero sin sacudirse de encima a su rival (38-34 a 4:25). El Getafe buscaba la remontada y terminó por llega (40-40) con el lanzamiento de Juan José Santelesforo. ¿Que se trataba de jugar rápido? Pedro Miota tiene a Carlos Caballero. ¿De tirar? A Santelesforo. Y por eso los visitantes se fueron al descanso con ventaja (44-48) después de anotar ¡32 puntos! en el segundo periodo.

Roberto Rosell y Héctor Grande luchan por un rebote.

El ritmo no decayó al comienzo del tercero El partido estaba igual que el segundo cuarto, pero al revés. Esta vez, era el Getafe el que mandaba, impulsado por la chispa de Caballero, y el que intentaba escaparse ante un San Jorge que mantenía como principal arma la velocidad. Así, mediado el tercer periodo, el marcador era de 53-57 tras la penetración de Ignacio Rodríguez. Con un gran gesto técnico, Tristán Domecq hizo el 57-59, pero el Getafe mantuvo la ventaja al final del tercer cuarto (58-62) en un periodo menos vistoso que en los dos primeros, pero igual de incierto. La escalada local culminó nada más empezar el último, con un 2+2 (canasta, falta, rebote, canasta) que llevó el marcador a 64-62, pero el Getafe respondió bien enlazando un parcial de 0-4. Después del tremendo desgaste inicial, los dos equipos tenían menos fuerza y eso restaba chispa, pero la intensidad era la misma que al principio, con peleas por cada balón dentro y fuera de la pintura, y un equilibrio casi absoluto en el marcador: 69-68 tras el triple de Ignacio Rodríguez. Con siete puntos casi consecutivos, el escolta local devolvió la iniciativa a los locales; Juan José Gutiérrez y Gica Pérez lo contrarrestaron: 73-73 a 3:10. El partido llegó a un final vibrante (83-83 a 35 segundos) con los jugadores clave asumiendo la responsabilidad; un desenlace que Ignacio Rodríguez (el más determinante del encuentro, con 25 puntos anotados) resolvió con un tiro libre a falta de 6 segundos.

El getafense Miguel Gómez evitó así que un balón saliera por la línea de banda.