No lo ha tenido fácil el Mac Place Real Canoe junior para acabar la primera fase como campeón del Grupo B. De hecho, llegaba a la última jornada obligado a vencer en un terreno difícil, el Circular de San Blas, ante el Plenilunio D.O., otro equipo que estará entre los mejores. Las canoístas se impusieron por 60-72 después de un encuentro reñido e intenso, un pulso que se mantuvo con los puños en al aire hasta los últimos segundos del tercer cuarto, cuando se inclinó con un parcial de 9-17 en ese periodo. El emocionante Grupo B se cierra con el Canoe al frente (nueve victorias), seguido por el Tuenti Móvil Estudiantes (ocho) y el Plenilunio D.O. (siete).
Plenilunio D.O. A (14+13+9+24): Blanca Arranz, Paula Robledo, Patricia Ramírez, Natalia Mella, Ada Flaminzeanu -cinco inicial- Alejandra Irazola, Valeria Fernández, Sara García, Ana Silva, María López, Elena Molero y María Ruiz-Canela.
Mac Place Real Canoe (15+11+17+29): Nuria Román, Patricia Martínez, María Iglesias, Paula Rubio y Marta Sánchez -cinco inicial- Lucía Arroyo, Lucía Rodríguez, Raquel García, Sara Hereda, Victoria Alzina, Alejandra Lasheras y Laura Requena.
Árbitros: Alba y Mónaco.
En la última jornada de la primera fase, el Plenilunio D.O. y el Mac Place Real Canoe se jugaban la cabeza del Grupo B. En realidad, también el Tuenti Móvil Estudiantes, principal beneficiado en caso de triunfo local y triple empate en la clasificación. Al Canoe le valía con ganar y salió mirando directamente a la canasta contrario, pero se encontró con un rival duro, que comenzó por delante en el marcador. Blanca Arranz confirmó con el 4-2 que el Plenilunio estaba dispuesto a utilizar todas sus armas: una defensa muy cerrada, velocidad en el contraataque y atrevimiento en las entradas a canasta. A favor del Canoe estaba la calidad contrastada de sus jugadoras, como demostró Marta Sánchez con el 7-6. Sin embargo, las locales se mantuvieron por delante durante nueve de los diez minutos del primer cuarto y solo cedieron ese periodo por un mínimo 14-15.
Marta Sánchez busca el pase con la mirada.
Impulsado por Nuria Román y Marta Sánchez, el Canoe había ido de menos a más. Su técnico, Pablo Roldán, inyectó una dosis extra de electricidad con Raquel García, pero el Plenilunio D.O. se mantenía firme, sobre todo atrás, donde Paula Robledo y María Ruiz-Canela cerraban el rebote. Esa seriedad defensiva se tradujo en un nuevo giro del marcador: 18-15 a 7:55. El Canoe, demasiado precipitado, no daba con la tecla. Sus jugadoras asumían demasiados riesgos, no se paraban a pensar, y los ataques acababan en agua. Por eso, a 5:58 para el descanso, el marcador estaba en 21-15 tras un sorprendente parcial de 7-0. Cuando más falta hacía, Raquel García asumió la responsabilidad. Fijó las tablas con dos triples consecutivos y, lo más importante, volvió a meter a su equipo en el partido. Pablo Roldán vio el cielo abierto y apretó las tuercas con Nuria Román y Raquel García juntas, pero Fran Granados reaccionó con María Ruiz-Canela, que volvió a echar el cerrojo en el juego interior. El resultado fue un igualadísimo 27-26 al descanso.
María Iglesias y María Ruiz-Canela luchan por un rebote bajo el aro del Canoe.
El partido respondía a lo esperado, con equilibrio y mínimas oscilaciones. Punto arriba, punto abajo. De 27-28 se pasó al 29-28 y de ahí el 29-30. Dos errores del Plenilunio D.O., dos pérdidas en campo contrario, dieron la oportunidad al Canoe de salir de esa dinámica, pero las amarillas no lo aprovecharon y Natalia Mella, con un triple, devolvió la mínima ventaja a un conjunto local que cada vez se lo creía más. De nuevo, Raquel García tuvo que tirar de genio y mantuvo el pulso en un tercer cuarto con muchas imprecisiones pero también cargado de emoción hasta los últimos 30 segundos, cuando dos rebotes bien peleados por María Iglesias y un triple sobre la bocina de Nuria Román supusieron el 36-43. En un choque igualado y con marcador corto, siete puntos eran muchos. El Canoe estaba ante su momento y, aunque un triple de Patricia Ramírez dio emoción (39-45 a 8:28), las amarillas comenzaron a imponer su calidad. A 7:23 para el final, el margen ya era de diez: 39-49. Ni siquiera la tercera falta de María Iglesias lastró a su equipo. Los últimos minutos fueron un intercambio de canastas, incluso de triples (el Plenilunio tenía que arriesgar sí o sí), como los de Alejandra Lasheras, Blanca Arranz, Ada Flaminzeau o Alejandra Irazola. Aumentó mucho el ritmo anotador (parcial de locura: 24-29), pero la diferencia apenas registró variaciones: 50-60 a 3:25 y 60-72 al final.