Después de arrasar en su grupo de la primera fase, faltaba ver al Real Madrid infantil contra los mejores del otro grupo, el Vass Alcobendas y el Movistar Estudiantes. La semana pasada venció al Alcobendas por 41 (62-103) y este sábado pudo con el Estudiantes por 45 (100-55). Dos marcadores que confirman a los blancos como los grandes favoritos de la categoría. El clásico contra el Estu empezó a romperse en el primer cuarto con un parcial de 27-9 y se dinamitó en el tercero (23-6). Pese a la diferencia, los colegiales, que traían la baja de de su base Julián Ruiz, mantuvieron vivo un encuentro que resultó entretenido y vistoso en todo momento.
Real Madrid A 100 (27+24+23+26): Daniel Gómez, Carlos Becker, Diego Lastra, Jorge Mejías, Usman Garuba -cinco inicial- Jorge Viejo, Juan Atienza, Ignacio Condes, Alejandro Catelli, Gabriel Gil, Osasu Sánchez y Rubén López.
Movistar Estudiantes A 55 (9+23+6+17): Pablo González, Joaquín Borque, Víctor Alonso, Héctor Alderete, Guillermo Fernández -cinco inicial- Pablo Berlanga, Julián Ruiz, Alejandro Navarro, Enrique Lázaro, Jorge Manayong, Daniel Ginés y Michal Pluta.
Árbitros: Jano y Aranda
Real Madrid y Estudiantes se enfrentaban por primera vez esta temporada en un encuentro con aires de clásico (como siempre entre los dos eternos rivales), pero también presidido por el abrumador dominio de Madrid en lo que va de liga. Un síntoma que comenzó a hacerse evidente en la primera jugada en el aro del Estudiantes, con la canasta de Usman Garuba, que además forzó la falta. El Estu plantó cara, empató y empezó a mover bien el balón en ataque, pero los blancos llegaban con mucha más facilidad como evidenció el 8-2 de Daniel Gómez y el inmediato tiempo muerto del técnico visitante, Íñigo de la Villa, para pedir más intensidad. Poner el motor a cien revoluciones y atravesar la pista a toda velocidad eran las únicas armas para combatir al Madrid. También las ayudas defensivas frente a Garuba. Unas soluciones que al menos sirvieron para ralentizar el avance del marcador: 13-6 mediado el primer cuarto. Joaquín Borque y Jorge Monayong (más el refuerzo de Pablo Berlanga) resistían como podían en la pintura y el preinfantil Michal Pluta (sustituto del lesionado Julián Ruiz) aportó rapidez, pero enseguida los blancos metieron la directa. Si no anotaba desde dentro, lo hacían por fuera (o desde los tiros libres) y por eso llegaron al primer cuarto con +18 (27-9).
El segundo empezó igual. En el aro visitante, Garuba arrastraba a dos o tres defensores mientra sus compañeros fusilaban. En el local, el Estudiantes (ahora bajo el timón de Víctor Alonso) lo intentaba de todas las maneras posibles pero solo conseguía premio de vez en cuando. Una contra de Garuba con asistencia a Daniel Gómez (32-9) demostró que el pívot del Real Madrid se mueve bien en todos los terrenos. Aunque el marcador no invitaba a la esperanza, el entusiasmo no decaía en los seguidores del Estu que jaleaban cada acción de su equipo, como el 32-13 con rectificado en el aire de Enrique Lázaro. Los colegiales ponían sangre en un encuentro desigual, pero jugado a un ritmo muy vivo. Mediado el segundo cuarto, el parcial estaba equilibrado (9-6), aunque la diferencia superaba los veinte (36-14). Un triple de Héctor Alderete llevó al Estudiantes hasta los 20 puntos (45-20) y abrió los mejores minutos de su equipo, que aprovechó algunos desajuste en el Madrid para enguajar ligeramente esa diferencia. El 51-32 del descanso (tras un parcial de 24-23) reflejaba la superioridad de los blancos, pero también el orgullo de un Estudiantes dispuesto a pelear.
Enrique Lázaro intenta avanzar ante la oposición de Daniel Gómez.
Después de dos cuartos muy diferentes, el tercero podía lanzar definitivamente al Madrid o aumentar las esperanza del Estu. Jorge Viejo se fue a por lo primero con cinco puntos seguidos. Los visitantes lo intentaban pero llegaban demasiados forzados al último tiro. En cambio, Rubén López, Viejo y Gabriel Gil llevaron a 11-0 el parcial de salida con el Madrid disfrutando de varias opciones de tiro gracias a su dominio del rebote. Cuando Manayong anotó, el marcador estaba en 62-34. La remontada era imposible, pero quedaban tareas pendientes como recuperar la buena imagen del segundo cuarto y no conceder balones fáciles. Lo hicieron y los últimos minutos del periodo volvieron a ser los mejores del Estudiantes, que no recortó en ataque (solo anotó seis puntos) pero sí combatió en defensa. Con 74-38, en el último ya todo estaba más que decidido y se notó, aunque la relajación abrió paso al talento y se pudo ver otra contra llevada por Garuba (esta vez con pase a Alejandro Catelli), la puntería de Viejo o un rectificado de Borque (89-45) entre otras acciones de calidad. Aun queda mucha liga y al final todo se resolverá en tres días, pero el Madrid se confirma como el primero en las quinielas y empieza a mirar más allá del campeonato doméstico: a la Minicopa y al Campeonato de España.
Usman Garuba sube el balón en un contraataque del Real Madrid.