El Colegio Alameda de Osuna sigue invicto en el Grupo 1 de infantil femenino. La décimoquinta victoria de la temporada (quinta en esta segunda fase), llegó en La Nevera, ante el Movistar Estudiantes, por 34-42 en un encuentro que dejó al descubierto la verdadera situación del grupo. A pesar de la racha del líder, y la diferencia en la clasificación, estamos en una categoría muy igualada, en la que cada encuentro es imprevisible. El Estudiantes, que venía de caer por seis en San Blas, estuvo siempre a un paso de su rival (entre dos y siete puntos) y no llegó a más por su bajo porcentaje de acierto en los tiros.
Movistar Estudiantes A 34 (11+7+8+8): Patricia Topham, Lucía de Grado, Eva Puértolas, María Llorente, María Torres -cinco inicial- Mónica Alonso, Isabel Peraita, Marta Auster, Sofía Sánchez, Hanna Hirsch, Laura Díaz y Nerea Díez.
Colegio Alameda de Osuna 42 (16+7+9+10): Aurelia Gil, Cristina Fontecha, Inés Paricio, Cristina Mato, Emma Moreno -cinco inicial- Paula de Diego, María Arrieta, Laura Manso, María Muñoz, Alicia Durante, Teresa Pérez y Rut Ulrich
Árbitros: Ayala y Benet.
Tras perder su primer partido de la segunda fase el sábado en San Blas, el Movistar Estudiantes recibía a un Colegio Alameda de Osuna invicto, no solo en este segundo tramo de la temporada sino desde que empezó. Avaladas por su 14 de 14, las visitantes llegaban a La Nevera como favoritas, pero el Estu salió con fuerza, dispuesto a dar la sorpresa y estrechar la clasificación.
De hecho, durante los primeros minutos, el partido se mantuvo igualado. También en los desaciertos, con los dos equipos excesivamente nerviosos. Hasta que Patricia Topham abrió el marcador con una contra tras robo. Precisamente, la presión defensiva era la mayor arma de las locales. Las visitantes se salieron de ella con un triple de Cristina Fontecha que estimuló a su equipo. El Alameda comenzó a llegar mejor y, sobre todo, antes. Las colegiales aceptaron el reto y, mediado el primer cuarto, el marcador registraba un ajustado 8-7. El juego cada vez era más rápido y atrevido, como demostró la penetración de Aurelia Gil o la falta que se cobró en la pintura Sofía Sánchez. Un acelerón que, a la larga, favoreció a Alameda y, sobre todo, los contragolpes de su capitana Aurelia Gil como demostró el 11-16 del primer cuarto.
El favorito ya estaba por delante, pero las diferencias eran mínimas entre dos equipos que apuntaban directamente a la canasta contraria, a veces sin la pausa necesaria. Era un partido algo loco y, como consecuencia, imprevisible. A 7:11 para el descanso, seguía la ligera ventaja visitante (14-18) con el Estu presionando desde la salida del balón para cortar la velocidad de su rival, y buscando sus opciones en ataque. Las defensas y los nervios mandaban y durante casi todo segundo cuarto el marcador se bloqueó. Hasta que María Llorente lo estrechó aún más: 16-18 a 3:40. Sin embargo, las visitantes resistieron (triple de María Arrieta incluido) y el segundo periodo acabó como empezó, con un +5 para el Alameda (18-23) tras un parcial de empate a 7 que demostraba el equilibrio.
Sofía Sánchez intenta colarse entre dos jugadoras del Colegio Alameda.
El técnico local, Víctor Barroso, pedía concentración porque el encuentro podía inclinarse al más mínimo despiste. Lucía de Grado hizo el 20-23 a los dos minutos y el Alameda respondió enseguida; el Estu lo intentaba, pero su rival resistía e incluso María Muñoz amplió la ventaja a +7 antes de que Hanna Hirsch devolviera el habitual +5, donde el encuentro parecía enrocado. En los banquillos, los dos entrenadores buscaban soluciones; Barroso para romper ese límite, Alberto Sánchez para ensanchar el hueco y no llegar a un final apretado en el que podía suceder cualquier cosa. En el tercer periodo, ninguno de los logró su objetivo, aunque con 26-32 a falta de diez minutos el Estudiantes ya tenía más prisa, sobre todo por el bajo índice anotador, y porque cuando el marcador se movía, lo hacía para los dos equipos. El margen era pequeño, pero la fortaleza del Alameda quedó clara con el 30-37 de Cristina Mato a falta de 7 minutos, un golpe anímico para un Estu que insistía e insistía pero veía la remontada cada vez mas difícil. Aunque Eva Puértolas culminó una contra (32-37 a 5:08), los tiros seguían sin entrar. A 3:49, el marcador estaba en 34-38. Quedaba mucho, pero el pobre porcentaje de las locales y un parcial de 0-4 sentenció el encuentro y permitió al Colegio Alameda mantener el pleno.
Patricia Topham defiende el balón ante María Muñoz.