Habrá que esperar una semana más para saber cuál de los dos estará en la fase final de Primera Nacional masculina, si el ADC Boadilla o el Liceo Francés. El Boadilla igualó la serie al imponerse por 84-71 en un encuentro intenso a más no poder. Un parcial de 9-0 en el primer cuarto, de 16-14 a 25-14 (con siete puntos seguidos de Jaime Cunha-Lisboa) abrió una pequeña brecha que los locales defendieron durante los 30 minutos restantes apoyados en la polivalencia de su ala-pívot y en la experiencia de su base Nacho Frade. La solución llegará el sábado 23 en la cancha del Liceo.
ADC Boadilla 84 (25+20+17+22): Jorge Penacho, Fernando Bardisa, José L. García, Santiago Silva, Jaime Cunha-Lisboa -cinco inicial- Víctor M. Moreno, Guillermo García, Rubén López, Sergio Pardo, Daniel González, Samuel Hernández e Ignacio Frade.
Liceo Francés 71 (14+19+17+21): Jorge Garzón, Sergio Larragueta, Ignacio Esteban, Marcos Martín, Santiago Iglesias -cinco inicial- Marcos Estébanez, Álvaro González, Daniel Esteban, Diego Bouet, Daniel Vidal, Álvaro Grandes y Pablo Esteban.
Árbitros: Martín y Celaya.
Tras la mínima victoria del Liceo en el encuentro de ida, el de vuelta, en el polideportivo municipal de Boadilla del Monte, prometía mucho. Sobre la mesa estaba una plaza en la fase final (29, 30 y 31 de mayo en Torrelodones) y enfrente, uno mirando al otro, dos equipos similares, con la intensidad por bandera. También con los triples como parte fundamental de su armamento. El primer intento, de Jorge Penacho nada más empezar, no dio resultado, aunque él mismo abrió el marcador poco después. El que sí acertó desde tres fue todo un especialista, Nacho Esteban, para hacer el 2-3 y, en la acción siguiente, desde más cerca, el 2-5. El partido era muy rápido, con ataques cortos y directos: correr y apuntar al aro. La defensa del Boadilla mejoró enseguida, José Luis García y Jaime Cunha-Lisboa se adueñaron del rebote y, como consecuencia, el marcador se dio la vuelta (13-6 a 5:30) antes del primer tiempo muerto de Luis Ángel de Torres. Un tiempo que cambió la cara del Liceo, que llegó a ponerse a dos (16-14) antes de los siete puntos seguidos de Cunha-Lisboa. Sergio Pardo añadió desde los tiros libre el +11 (25-14) con que acabó el primer cuarto.
La ventaja local aumentó ligeramente nada más empezar el segundo. El Boadilla estaba ante la ocasión de romper el partido; el Liceo intentó evitarlo a base de triples, como el de Marcos Martín. pero el rebote era local y, a la contra, el Boadilla mantenía las distancias. Eso cuando no acertaba desde la línea de 6,25, como en el de triple de Nacho Frade (32-21), o ganaba la posición en el aro (Víctor Manuel Moreno, 34-21). Los triples del Liceo bastaban para evitar males mayores y mantener a su equipo en la frontera de los diez puntos, un límite que Moreno volvió a superar con el 38-26. Esos doce de ventaja se mantuvieron en el descanso (45-33) en un encuentro cada vez más tenso, en la grada y en la pista.
El partido no perdió ni un ápice de intensidad al comienzo del tercer periodo, con los dos equipos aún más volcados que al principio. Tras un intento frustrado de Samuel Hernández para el Boadilla, Marcos Estébanez recortó para un Liceo más entero, que, al poco de empezar, ya estaba a ocho (45-37) y que, poco a poco, rompía barreras: 47-40 (Marcos Martín, de tres) y 47-42 (Estébanez)... Pero como en el primer cuarto, Cunha-Lisboa se encargó de lanzar al Boadilla, esta vez con dos triples más que oportunos (53-44 a 5:12). Con velocidad, y otro triple de Frade al poco de acabar el tercer periodo, los locales mantenían su ventaja (62-50) a diez minutos para la conclusión. Al oficio de Frade y la fuerza de Cunha-Lisboa, Mario Andreu unió el nervio de Penacho, y los locales aguantaron a un Liceo que aún tenía opciones a 4:42 (70-61), pero se desfondó después (82-62 a falta de dos minutos).
Jorge Penacho se lanza hacia dos defensores del Liceo.