Con este triple, en una última posesión de cinco segundos, Sergio Sánchez demostró por qué es un histórico de la Liga ACB. Su acierto significó la victoria del Plenilunio D.O. sobre el Majadahonda por 80-82 y fue el cierre a un pulso entre dos de los favoritos de Primera Nacional que comenzó con ventaja majariega (14-3, 26-10...), pero se apretó después hasta el emocionante desenlace. Un encuentro largo y tenso, pero vibrante, en el que los locales aguantaron todos los intentos de remontada menos el golpe final, ya sin tiempo. El Plenilunio D.O. iguala así las cuatro victorias del Estudio en el Grupo Par, mientras que el Majadahonda se queda con tres.

Majadahonda 80 (29+15+21+15): Luis Expósito, Alejandro Cué, Ignacio Navarro, Sohar Gatto, José Tomás Ginés, César Arranz -cinco inicial- Gonzalo Sánchez, Sebastián Cuéllar, Borja de la Sen, Daniel Muñoz,  Juan Martínez y Óscar de la Sen.

Plenilunio D.O. 82 (17+22+19+19): Eduardo Vicente, Gabriel Rodríguez, José Enrique Carrión, Miki Pérez-Urruti, Roberto Suárez -cinco inicial- Ignacio Romay, Borja Díez, Sergio Sánchez, Ignacio del Castillo, Borja García y Rodrigo García

Árbitros: Pereira y Palacio.

El partido de El Tejar se presentaba como una prueba de fuego para el Majadahonda y el Plenilunio D.O., dos de los equipos que después de las tres primeras jornadas seguían invictos en el Grupo Par (el otro era el Estudio). Dos bloques muy fuertes en todos los aspectos del juego, aunque, a primera vista, los majariegos parecen más sólidos en el interior (César Arranz, Alejandro Cué, Borja de la Sen...) y los de San Blas en el exterior (Miki Pérez-Urruti, Sergio Sánchez, Iñaki del Castillo...). Una diferencia de estilos acentuada por la baja del escolta Carlos Martínez Díaz de Corcuera en los locales.

Pronto se vio que todo eso era simple teoría, papel mojado, cuando un pívot, Cué, abrió el marcador para el Majadahonda... con un triple. Era el 3-2 (tras la canasta inicial de Gabriel Rodríguez) en un partido muy cerrado, en el que saltaban chispas en los uno contra uno y era complicado acercarse al aro. Otro triple, este de Sohar Gatto, supuso el 6-3 a los tres minutos de juego. y, poco después, César Arranz confirmó el poder interior de su equipo al rebañar el 8-3. En otro extremo de la pista, el Plenilunio D.O. parecía atascado, limitado a los lanzamientos lejanos que no querían entrar, y sin segundas opciones. Así, la diferencia creció (12-3, 14-3...) provocando el tiempo muerto de Miguel Ángel Lago. Su equipo mejoró en ataque, con las cuchilladas entre la defensa de Miki Pérez-Urruti como uno de los argumentos, pero atrás era complicado frenar a un Majadahonda con muchos recursos, que alcanzó el +16 (26-10) a un minuto para el final del primer cuarto, aunque el primer parcial se quedó en 29-17.

En el segundo se mantuvo la pelea. Miguel Ángel Lago probó distintas soluciones y la profundidad de su plantilla quedó clara con Sergio Sánchez, Nacho Romay o Iñaki del Castillo, jugadores que garantizan puntos pero también pelea. Y era un partido para pelearlo. Precisamente el exACB Sánchez acercó a su equipo con un triple (29-20). Aunque fue rápidamente anulado por Sebastián Cuéllar, también desde la línea de tres, los de San Blas se acercaban a la frontera de los diez puntos (32-22) con la intención de cruzarla. Lo logró momentáneamente Romay con un inesperado triple a 5:45 para el descanso, y de nuevo se encontró con la respuesta local desde lejos. En el pulso entre dos de los favoritos, ninguno cedía (39-30 a 2:53). El Majadahonda continuaba disfrutando de más opciones porque si Arranz no capturaba el rebote, ahí estaba el pequeño Expósito para hacerse con balones imposibles, y esa insistencia le valió para llegar al descanso por delante, aunque con la barrera de los diez puntos ya rota en mil pedazos tras un último parcial de 0-8: 44-39.

Luis Expósito culmina un contragolpe del Majadahonda en los primeros minutos del partido.

El Plenilunio intentó prolongar la inercia ganadora en el tercer periodo, pero se encontró con un triple nada más salir del vestuario. Golpe tras golpe, la tensión del encuentro crecía según se ajustaba el marcador. Eduardo Vicente y Miki Pérez-Urruti dejaron la diferencia en dos (48-46) desde el aire y Roberto Suárez empató a 48 bajo el aro. Los dos equipos desplegaban todas sus armas en un partido que se volvía frenético, quizá algo loco (y por tanto impreciso), pero también intenso a más no poder. Sujetados en la pintura por Cué, los majariegos lograron una pequeña ventaja desde fuera (53-48) que se amplió hasta 59-51 (triple del propio Cué), se quedó en +7 (65-58) al final del tercer cuarto y se fue diluyendo después... A 8 minutos para el final, las diferencias eran mínimas (65-62) con los dos equipos buscando algún hueco hacia el aro entre un mar de brazos.

Con 71-66 a 4:30, el técnico local, Jorge Franco, devolvió a la pista a la pareja Arranz-Cué con la intención de apropiarse de la pintura, pero un minuto después, el Plenilunio estaba más cerca: 72-69. Y a dos para el final, después de dos triples consecutivos de Rodrigo García, volvieron las tablas: 75-75. Un final vibrante en el que los más expertos, Arranz y Sergio Sánchez, asumieron la responsabilidad de sus equipos y en el que el Majadahonda tuvo diez segundos para remontar un 78-79 adverso. Óscar de la Sen lo hizo desde los tiros libres. Aún quedaban cinco en los que Sergio Sánchez marcó la diferencia con un triple marca de la casa.

Rodrigo García lanza defendido por Alejandro Cué.