Con un parcial de 9-23 en el último cuarto, el Real Madrid júnior resolvió el segundo duelo de la temporada contra el Movistar Estudiantes (que no será el último). Un partido que a pesar de los 17 puntos de diferencia final (56-73), mantuvo la emoción hasta los últimos cinco minutos y tuvo de todo: equilibrio al principio, el estirón del Madrid (20-38), una gran remontada local (del 28-40 del descanso al 43-43), de nuevo igualdad y la escapada final de los blancos, con más recursos y fondo físico. Y es que, pese a que este año parece tener muchos rivales, el Real Madrid continúa siendo un equipo casi imposible de seguir cuando impone el rodillo.

Movistar Estudiantes 56 (11+17+19+9): Adams Sola, Pietras Bartlomiej, Pablo Suárez, Alberto Maura, Bernat Vanaclocha -cinco inicial- Alberto Torres, Nicolás González, Daniel Martín, Álex Tamayo, Diego Alderete, Alberto Pérez y Daniel Serrano.

Real Madrid 73 (25+15+10+23): Dino Radoncic, Miki Fons, Domagoj Proleta, Felipe dos Anjos, Francisco Salvador -cinco inicial- Ignacio Ballespín, Samba Thiago Ndiaye, Guillermo González, Khadim Sow, Lang-Acoydán MacCarthy, Mihailo Jovicic y Germán-Alí Kasanzi.

Árbitros: Cuesta y Noel.

Tras el igualadísmo 60-58 de la primera vuelta, el segundo clásico de la temporada despertaba mucha expectación. Y no solo por aquel partido, también por ser un episodio más de una categoría que este año tiene pinta de estar muy igualada. Junto a blancos y colegiales, equipos como el TBS Academy, el Fuenlabrada, el Plenilunio D.O. o el HM Torrelodones aspiran a luchar por los primeros puestos. El Estu llegaba al derbi con la baja de una de sus piezas básicas, Víctor Lin; el Madrid también tenía un ausente: Germán-Alí Kasanzi.

El pulso entre los dos eternos rivales comenzó con un equilibrio casi absoluto y con el marcador inmóvil en los primeros dos minutos y medio, hasta los tiros libres transformados por Alberto Maura tras la falta cometida por Paco Salvador. También desde la líneas de tiros libres empató Miki Fons en un partido cerrado, en el que parecía casi imposible llegar al aro. El Estu combatía los 2,18 de Felipe dos Anjos con Bernat Vanaclocha junto a él y Pietras Bartlomiej un paso por delante, cerrando el paso a los blancos. Pronto Javier Juárez se dio cuenta de que había que mover piezas en la pintura y dio entrada a Samba Thiago para acompañar al brasileño. En ataque, la principal arma del Estudiantes era la velocidad, sorprender a la contra, y así, mediado el primer periodo, los locales marchaban por delante (8-7). Una sucesión de rebotes ganados por el Madrid dieron la vuelta al marcador (8-11), pero lo que resultó determinante fue el acierto desde lejos de Acoydán McCarthy. El canario liberó a su equipo de las ataduras con cuatro triples, tres de ellos consecutivos, y llevó el parcial del primer cuarto a 11-25.

El Madrid desplegaba todos sus recursos con recambios de la calidad de Mihailo Jovicic por fuera o Khadim Sow por dentro. Un bloque ante el que la intensidad de los colegiales no era suficiente. Aun así, Alberto Torres intentaba romper la defensa del Madrid con zarpazos de los que, al menos, sacaba una falta (y los consiguientes tiros libres), y tanta insistencia llevó para recortar ligeramente (14-25), pero cuando Felipe dos Anjos encontró un balón en la pintura anuló ese 3-0 con la canasta y el tiro adicional. Una asistencia de McCarhy a Dino Radoncic y el 16-32 de Sow confirmaron que los blancos disponían de más armamento. Sin embargo, el Estudiantes no se dio por vencido y tuvo sus momentos, como el mate de Alberto Pérez o el triple de Alberto Torres. Marcas de una garra que les sirvió para seguir en el partido e incluso para recortar las diferencias: 25-38 (tras un parcial de 9-6) y 28-40 al descanso.

Alberto Maura volvió a ser uno de los jugadores más incisivos del Movistar Estudiantes.

El despertar colegial continuó tras el descanso con una salida en tromba que hizo que la diferencia pronto bajara de los diez (31-40). Apoyado en la velocidad de los Albertos (Torres y Maura) y Daniel Serrano, el Estudiantes volvía al partido. Por si quedaba alguna duda, lo confirmó el mate de Pietras (35-40). El Madrid intentó reaccionar. Lo hizo con un triple de Salvador, pero pronto Alberto Pérez lo anuló con un 2+1 (38-43), Maura acercó aún más a su equipo con un lanzamiento lejano y de nuevo el pelirrojo Maura empató a 43 al hacerse con un rebote ofensivo entre las torres blancas. El gran tercer cuarto del Estudiantes dejó el partido en un igualadísimo 47-50 a falta de diez minutos, que se convirtió en 49-50 nada más empezar el último periodo, con los dos equipos apuntando directamente al aro. Felipe dos Anjos, a una mano, demostró el potencial físico del Madrid y Maura ganando otro rebote (2+1) la intensidad del Estu.

A 5:20 para el final, se mantenía ese 51-54; como al principio, con las defensas convertidas en protagonistas y lanzamientos muy forzados. Radoncic rompió el equilibrio con un triple e, inmediatamente, Pablo Suárez acercó a su equipo con una valiente penetración. Pero ahí se acabó la gasolina del Estudiantes y el lento goteo a favor del Madrid se fue abriendo. A 2:45, los tres puntos de ventaja se habían convertido en seis y, poco después, en ocho (53-61) con el mate de Radoncic. En ese sprint final, los blancos impusieron su calidad y se marcharon hasta el definitivo 56-73.

Dino Radoncic y Samba Thiago frenan un intento del Estudiantes ya en los instantes finales.