Con su victoria ante el Fuenlabrada por 71-55, el Real Madrid júnior se quedó como el único invicto del Grupo A, el de los principales favoritos de la categoría. Los blancos dominaron siempre en el marcador a un Fuenla con muchas bajas, que opuso la presión defensiva (en ocasiones asfixiante) y el tiro lejano (7 triples), y que mantuvo sus opciones hasta los últimos minutos. Pero el Madrid hizo valer sus numerosos recursos en los momentos decisivos. Como en el balón que no 'mató' Dino Radoncic (en la foto), pero recogió Felipe dos Anjos para anotar. Los blancos mantiene así su impecable racha en lo que va de temporada: 14 victorias en 14 partidos.
Real Madrid 71 (21+12+17+21): Dino Radoncic, Guillermo González, Felipe dos Anjos, Lang-Acoydán McCarthy, Francisco Salvador -cinco inicial- Germán Alí Kasanzi, Miguel Ángel Fons, Domagoj Proleta, Ignacio Ballespín, Samba Thiago Ndiaye, Mihailo Jovicic y Khadim Sow.
Fuenlabrada A 55 (11+10+17+17): Alberto Cañal, Diego Gil, Carlos Valdivia, Rodrigo Majarín, Fulgencio Teruel -cinco inicial- Carlos López, Iker Cruz, José María Sánchez, Nikola Maric, Kamal Hussein y Nicolás Justicia.
Árbitros: López y Garvín.
Nikola Maric intenta superar la vigilancia de Mihailo Jovicic.
El Fuenlabrada llegaba al Valle de las Cañas invicto en la segunda fase (3 de 3), pero con un rosario de bajas entre jugadores lesionados, enfermos y convocados con el equipo de LEB Plata. Es el precio de ser un escalón en el camino hacia el primer equipo. No estaban Osas Ehigiator, Jorge Parra, Álvaro Tébar ni Álex Rubio (estos dos últimos sí acudieron al pabellón, pero fuera de la convocatoria). Para seguir la racha al Fuenla le quedaba tirar de épica, como las dos semanas anteriores ante el HM Torrelodones y el Movistar Estudiantes. Su armas eran la velocidad en ataque y la intensidad en defensa; es decir, desgastarse hasta la extenuación.
Y los fuenlabreños comenzaron por delante (0-2). Enfrente, el Real Madrid oponía la potencia de un Dino Radoncic cada vez más maduro, los 218 centímetros de Felipe dos Anjos o la interminable calidad de una plantilla homogenea. Argumentos que le llevaron a mandar por 10-4 cuando todavía no se había llegado al ecuador del primer cuarto. El 16-8 (a 3:25) provocó el primer tiempo muerto del técnico visitante Mariano Arasa, que pidió mantener lo más alto posible el ritmo en defensa. Era la única forma. Sus jugadores lo hicieron, pero se encontraron con el mate de Samba Thiago y el triple de Germán Alí Kasanzi que dejó el primer parcial en 21-11.
En el segundo, el Real Madrid continuó explotando las cualidades de toda su plantilla (con la excepción del lesionado Khadim Sow) y concediendo al Fuenla solo una opción de tiro, casi siempre desde lejos. Acercarse era una misión casi imposible, como confirmó Nicolás Justicia al estrellarse con Samba. A 7:39 para el descanso, el Madrid mandaba por 26-11 pese a los intentos de Mariano Arasa en busca de soluciones. Tras el nuevo tiempo muerto, su equipo reaccionó por fin y a la (cada vez más) afixiante presión atrás se unió el triple de Nikola Maric. Los fuenlabreños no solo frenaron la escapada blanca sino que incluso invadieron por un momentos su territorio (la pintura) y llegaron vivos al descanso: 33-21 tras un parcial de 12-10.
Un triple de Rodrigo Majarín nada más comenzar el tercer cuarto confirmó que el Fuenlabrada seguía ahí, dispuesto a plantar batalla y sin dejarse intimidar por acciones como los dos tapones consecutivos de Felipe dos Anjos. Alberto Cañal estrechó aún más el marcador (33-25) desde los tiros libres, aunque la clave estaba atrás, con el Fuenla condenando a su rival a ataques largos en busca de algún hueco. El exfuenlabreño Guillermo González e Ignacio Ballespín rompieron el bloqueo con dos triples que dejaron las cosas como estaban (39-25 a 5:33). Pero el Madrid solo tenía ese camino abierto; una senda que también siguió el Fuenlabrada con los tres triples consecutivos de Alberto Cañal que mantuvieron los doce de desventaja (50-38) a falta de diez minutos.
El último comenzó con un intercambio de golpes. El Fuenla continuaba intentándolo desde lejos, la forma más rápida de reducir distancias, pero el Madrid también sacaba partido de los ataques y por eso a 6:30 se mantenían la barrera de los diez: 56-46 tras la canasta de Maric y 59-49 tras el triple de Majarín. Cuando apareció la primera grieta (59-50), los blancos la sellaron con toda su solidez y contundencia. La imagen de Radoncic colgado del aro y Dos Anjos rebañando el balón suelto fue el inicio de un parcial de 6-0 (de 59-50 a 65-50) que sentenció el partido cuando aún quedaban dos minutos. La solidez del Real Madrid pudo con el derroche físico del Fuenlabrada.
Felipe dos Anjos e Iker Cruz, atentos al rebote.