Que la liga cadete femenina es una de las más igualadas e imprevisibles del baloncesto madrileño es algo que se repite temporada tras temporada. El Arrabe Asesores Pozuelo llegaba invicto a La Nevera y tenía la ocasión de escaparse al frente del Grupo A junto al Rivas Promete, pero el Movistar Estudiantes A despertó a tiempo. En un partido con dos caras (la primera espesa, la segunda mucho más suelta y rápida), las colegiales se impusieron por 67-58. Cuatro triples en el tercer cuarto y 13 tiros libres transformados de 14 intentos en el último resultaron decisivos para una victoria estudiantil que estrecha la clasificación.
Movistar Estudiantes A 67 (12+12+24+19): Sonia Conejero, Laura Bojko, Claudia Montesinos, Ana Jiménez, Andrea Hernangómez -cinco inicial- Marina Vukcevic, Ana Carrasco, Lucía de Grado, Paula Pérez, Carmela García, Lucía Salazar y Eva Zaragoza.
Arrabe Asesores CB Pozuelo 58 (11+14+18+14): Andrea Pérez, Paula Archilla, Laura Rodríguez, Andrea Barroso, Noelia Serrano -cinco inicial- Natalia Casanueva, Beatriz Mateo, Pilar Cirera, Begoña de Santiago, Almudena Corella, Araceli García y Belén Porta.
Árbitros: Argüelles e Inclán
Tras sufrir dos derrotas en los dos primeros partidos de la segunda fase y remontar el vuelo con dos victorias seguidas, el Movistar Estudiantes estaba obligado a superar al invicto Arrabe Asesores Pozuelo para no perder la cuerda con la cabeza del Grupo A, en la que también está el (ahora único invicto) Rivas Promete.
Desde el principio, la dupla interior formada por Andrea Hernangómez y Ana Jiménez aparecía como la gran arma del Estu ante un Pozuelo más orientado a jugar por fuera, aunque también con una referente bajo los aros, Noelia Serrano, casi siempre pegada como una lapa a la pequeña de la saga Hernangómez. El partido comenzó equilibrado, con solo un punto de ventaja para las visitantes en los dos primeros minutos gracias al tiro libre transformado por Laura Rodríguez. Con todas las jugadoras muy encima de sus parejas y el excesivo peso de la responsabilidad (sobre todo en las locales), las defensas mandaban, y ese parón inicial se mantuvo durante otros dos minutos, cuando Ana Carrasco empató también desde los tiros libres. Ahí el partido empezó a abrirse. La entrada de Paula Pérez por la (vigiladísima) Hernangómez soltó el ataque del Estu, y Begoña de Santiago también cambió el ritmo del Pozuelo. El adelanto de las defensas, desde la salida del balón, también le vino muy bien al encuentro que aumentó notablemente su nivel de anotación hasta el 12-11 con que terminó el primer cuarto.
En la primera parte, las defensas se adueñaron del partido, limitando el acierto.
Los dos equipos ya soltaban detalles de su mejor baloncesto (en estático o a la carrera), siempre dentro de una enorme igualdad, aunque la precipitación continuaba provocando errores en el lanzamiento. Por eso, el marcador volvió a darse la vuelta desde los tiros libres (12-15 de Andrea Barroso). El balón que acertó a colar Noelia Serrano dio una máxima ventaja al Pozuelo de +5 (12-17). Durante unos minutos el Estudiantes volvió a los pecados del principio, a mover la bola en torno a la pintura en busca de huecos casi inexistentes... hasta que Ana Jiménez se la jugó desde fuera y volvió a apretar el marcador. Ella misma se encargó de devolver la ventaja a su equipo en un encuentro que, antes del descanso, volvió a trabarse, con muchos parones y sin oscilaciones en el marcador. La prueba fueron los sucesivos empates (a 18, a 20, a 24...), un equilibrio que solo rompió Andrea Pérez poco antes de la bocina.
Un contraataque del Movistar Estudiantes, ya en la segunda mitad.
Tras el descanso tanto el Estudiantes como el Pozuelo salieron más sueltos... y con el punto de mira mejor ajustado, como demostró Laura Bojko (30-28). Era el momento de arriesgar y Lucía de Grado también lo hizo al colarse hasta la cocina. El Pozuelo aceptó el reto y también puso una marcha más, lo que le valió para seguir por delante mediado el tercer cuarto (32-35) antes de que Lucía de Grado devolviera las tablas con un triple. El partido caminaba de menos a más... sobre todo para el Estu, que llegó a cobrar seis puntos de ventaja (42-36) gracias a su acierto desde fuera, aunque se quedaron en cuatro (48-44) a falta de diez minutos. En cualquier caso, los 24 puntos anotados por las colegiales en ese tercer periodo (los mismos que en los dos anteriores) confirmaron que el choque tenía otra cara. Ahora era mucho más rápido, móvido y, por lo tanto, atractivo. También crecía la intensidad según avanzaban los minutos, siempre con el marcador en un puño (48-49, 50-49, 52-53, 54-53...). Solo a falta de cuatro minutos, las colegiales se despegaron ligeramente gracias a la entrada a canasta de Claudia Montesinos. Seis puntos de ventaja (59-53) no era muchos, pero en un partido como este valían doble, sobre todo porque la balanza se comenzó a inclinar a favor del Estu, que llegó a los ocho (61-53) y los mantuvo (63-55), gracias a su acierto desde los tiros libres, a falta de poco más de un minuto, cuando el Pozuelo sufrió la baja de Andrea Barroso, con una torcedura de tobillo. El definitivo 67-58 vuelve a meter al Estudiantes en la lucha por los primeros puestos de una categoría tan igualada como siempre.
Las jugadoras del Movistar Estudiantes tras conseguir la victoria.