Con un 98-62 sobre el Movistar Estudiantes, el Real Madrid infantil despejó las dudas que podían existir tras el mucho más ajustado +12 de la primera vuelta y, a falta de una jornada para el final de la fase de grupos, se confima como el principal favorito de la categoría. Los blancos cimentaron su victoria en el primer cuarto, en el que consiguieron catorce puntos de ventaja (28-14). El dominio en el rebote de Zhiyao Zhang, el acierto en el tiro de Boris Tisma y Pablo Rodrigo y, sobre todo, la enorme capacidad de rotación de los blancos fueron demasiado para un Estu que, a pesar de quedarse atrás muy pronto, combatió con velocidad, atrevimiento y orgullo.
Real Madrid A 98 (28+26+21+23): Javier Ramos-Izquierdo, Pablo Rodrigo, Rubén López de la Torre, Boris Tisma, Zhiyao Zhang -cinco inicial- Pablo Rico, Jenaro Galán, Antonio Higes, Víctor Díaz, Luis Guerra, Mikhail Mikhailov y Sdendry González.
Movistar Estudiantes A 62 (14+21+10+17): Alejandro de Villalobos, Jaime Ortega, Víctor Raczka, Miguel Díaz, Héctor Alderete -cinco inicial- Mario Echeverría, Marcos Pérez, Nicolás Hart, Alonso Sánchez, Jaime Govantes y Adrián Barbeito.
Árbitros: Beret y Neves.
El Real Madrid y el Movistar Estudiantes disputaban el mejor partido infantil masculino que se puede ver en la Comunidad de Madrid, con nueve campeones de España (Pablo Rico, Sdendry González, Javier Ramos-Izquierdo, Boris Tisma, Zhiyao Zhang y Rubén López de la Torre en el Madrid; Alejandro de Villalobos, Víctor Raczka y Héctor Alderete en el Estudiantes) sobre la (siempre impecable) pista del Valle de las Cañas y con una igualdad durante la temporada solo rota por el 74-86 de la primera vuelta en el Ramiro.
Héctor Alderete intenta colarse entre Jenaro Galán y Víctor Díaz.
El técnico local, Miguel Ángel López-Palacios, pidió máxima intensidad desde el minuto uno y su equipo respondió con los puntos de Pablo Rodrigo y Boris Tisma (5-0 en apenas unos segundos). La gran ventaja del Madrid estaba en el rebote, con Zhiyao Zhang y Rubén López de la Torre dominando la pintura, lo que permitía a su equipo disfrutar de varias opciones en cada ataque. Al Estudiantes le quedaba la velocidad, en especial de Víctor Raczka, la defensa y el trabajo en toda la pista de un Héctor Alderete muy vigilado. Con esas armas llegaron sucesivos el empates, a 5 (Miguel Díaz), a 8 (Alderete) y a 10 (Álex Villalobos). Sin embargo, los blancos pronto cobraron ventaja (15-10), y, aunque Jorge Manzano paró enseguida el crono, esa mayor efectividad en ataque se plasmó en un severo +14 (28-14) al final del primer cuarto.
Pablo Rodrigo defiende a Marco Echeverría.
Poco a poco, el Madrid desplegaba todos sus recursos, con jugadores de refresco de la calidad de Pablo Rico y Sdendry González, ante un Estu que pese a ir por detrás en el marcador no bajaba los brazos. Marco Echeverría tiró de atrevimiento para colarse hasta dentro dos veces seguidas y romper la barrera de los 10 puntos de diferencia (30-22), brevemente porque el Madrid emprendió una nueva galopada (triple de Rico incluido): 37-24. Durante algunos minutos el partido se convirtió en un correcalles que favorecía al que iba por delante, a un Madrid con algunos problemas en defensa, debido al descaro colegial, pero extraordinariamente sólido en ataque. La tercera falta de Alderete, a tres minutos para el descanso, fue un hándicap añadido para el Estudiantes y el +21 (45-24) otro golpe más. Eso sí, los colegiales alegraron la cara con los dos triples, de Alderete (de vuelta a la pista) y de Echeverría, que sirvieron para evitar males mayores. Los 21 puntos anotados en el segundo cuarto ante el flamante campeón de la Minicopa eran un dato de mérito, pero los 19 abajo al descanso (54-35) ponía el partido ya muy cuesta arriba.
Ese orgullo colegial volvió a salir en el tercer periodo, con Alderete, Nicolás Hart o Adrián Barbeito, arremetiendo contras las torres del Madrid. Sirvió para mantener vivo el encuentro y para provocar aplausos en la grada, pero no para reducir la ventaja local que a 6:02 para el final del tercer periodo seguían clavada en los 21 (62-41). El Madrid no brillaba como en la primera mitad, pero se apoyaba en un Zhiyao Zhang imparable en ataque y en la inagotable capacidad de rotación de la plantilla.
La superioridad aérea de Zhiyao Zhang (18 puntos) fue una de las claves del encuentro.
El 75-45 al final del tercer cuarto ya alejaba la posibilidad de una remontada, pero eso no impidió las acciones de calidad. En los dos equipos, pero quizá con más mérito en un Estu empujado desde la grada por su público, como el triple de Jaime Govantes (79-51). Era un clásico y durante gran parte del último cuarto los dos equipos continuaron con todo. Jorge Manzano devolvió a la pista a Alderete, hasta que llegó la quinta falta, y Miguel Ángel López-Palacios mantuvo a Zhiyao Zhang; Marco Echeverría se confirmó como uno de los nombres del partido (14 puntos), y el definitivo 98-62 ratificó a un Real Madrid muy sólido como el principal favorito de la categoría.
Pese a la diferencia en el marcador, el clásico Madrid-Estudiantes mantuvo la intensidad.