Con diez victorias sobre once posibles, el Olímpico 64 Colegio Santa Gema cerró la primera vuelta (y el año) en los primeros puestos del Grupo Par de Primera Nacional, junto al Liceo Francés. Su último partido de 2016 era un durísimo examen ante un CB Pozuelo Trilloliva que, a pesar de sus numerosas bajas, demostró su carácter. Los jugadores de Iñaki Refoyo llegaron a disponer de siete puntos de ventaja en el tercer cuarto (40-47), pero cedieron por 63-58 ante el mayor acierto local, en especial de Jorge Sánchez (en la imagen), autor de 24 puntos. El igualado choque del SAGE adelanta una segunda vuelta vibrante en la categoría. Será ya en 2017.
Olímpico 64 Colegio Santa Gema 63 (13+16+15+19): Gonzalo Serrano, Carlos Alvar Valle, Andy Tamayo, Jorge Sánchez, Pablo Muñoz -cinco inicial- Ángel Hernández, Daniel Manzanero, Ramiro Piñas, Carlos Díez, José Ángel García, Sergio Frutos y Guevara de la Torre.
CB Pozuelo Trilloliva 58 (9+18+22+9): Javier Mérida, Borja López, Rafael Castro, José Luis Galocha, Sergio Díazm -cinco inicial- Héctor Domínguez, Andrés Bedate, Alberto Madueño, Miguel González, Pablo Martín, Miguel Ángel Sánchez y Javier Pastor.
Árbitros: Bohoyo y Munuera.
El Olímpico 64 Colegio Santa Gema llegaba al final de la primera vuelta convertido por méritos propios en uno de los favoritos de Primera Nacional; el Pozuelo Trilloliva es un clásico de la categoría, siempre entre los mejores. Por tanto, el choque del SAGE olía a partidazo, solo ligeramente empañado por las bajas de los visitantes: Javier Vicente, Santi Estrada y Alberto de la Torre. ¿Esas ausencias desnivelaron la balanza? Quizá sí, porque, en un partido de alta tensión, el Olímpico 64 se impuso gracias a una plantilla más amplia y acertada.
De hecho, los locales salieron como una bala, con un triple de Gonzalo Serrano a los diez segundos, aunque sus rivales no acusaron el golpe y recortaron enseguida. Otro triple, el primero de los cuatro que anotó Jorge Sánchez, confirmó que el Olímpico 64 estaba dispuestos a escaparse cuanto antes a base de velocidad y atrevimiento: ataques cortos y tiros al primer vistazo, sin dudar. Sin embargo, el Pozuelo también tenía sus armas, como el triple sobre la bocina de Borja López (6-5) o la fuerza de Rafa Castro bajo los aros para frenar los intentos de penetración (foto de la derecha). Por eso, a los cuatro minutos, se pusieron por delante (6-7), justo antes del nuevo triple de Jorge Sánchez. Era un partido que respondía a lo esperado: rápido, abierto y con equilibrio (9-9 a 5:10). Un choque para disfrutar, con acciones tan vistosas como el robo+mate de Carlos Alvar Valle. El mayor acierto del Olímpico 64 y, sobre todo, su defensa, obligando a lanzamientos muy forzados sobre el límite, dejaron el primer parcial en +4 (13-9).
Los locales habían terminado el primer cuarto con inercia ganadora y la prolongaron al comienzo del segundo con un 2+1 de Carlos Díez. El +7 parecía abrir brecha, sobre todo porque el Pozuelo no daba con la tecla en ataque. Sus únicos intentos llegaban desde lejos, casi siempre desde la esquina, y acababan en agua. Cuando Alberto Madueño rompió la sequía con un tiro libre, el décimo punto de su equipo, el Olímpico 64 ya andaba por 18. En cualquier caso, el trabajo de Madueño en la pintura, fajándose con los pívots locales, simbolizó la resistencia de su equipo. El partido seguía abierto, y aún más con la aportación de Javier Mérida y Borja López, que redujeron la diferencia hasta un mínimo 22-21 justo en la mitad del segundo periodo. Una inteligente asistencia de José Luis Galocha a Mérida puso en ventaja por primera vez al Pozuelo (22-23), aunque el segundo periodo se cerró con una ligerísima ventaja local: 29-27.
José Luis Galocha lanza un ataque del Pozuelo defendido por Gonzalo Serrano.
Pese a sus ausencias, el Pozuelo aguantaba el tipo, pero le quedaba todo un segundo tiempo, que comenzó como el primero, con una rápida canasta local, esta vez de dos puntos. La defensa del Olímpico 64 detuvo el primer ataque visitante, pero no el segundo, a la contra. El partido era un pulso sin dueño y las tablas volvieron (31-31) tras los dos tiros libres transformados por Madueño. A la incertidumbre en el marcador se unían la intensidad, sobre todo en la pintura, y los nervios, cada vez más. José Luis Galocha ponía la sangre fría y, bajo su mando, el Pozuelo llegó a cobrar cinco puntos de ventaja (32-37 a 5:34) antes de que los locales recurrieran a una de sus armas más efectivas, los triples. A 4:40, el partido había vuelto a equilibrarse (37-37), pero un Pozuelo crecido alcanzó una máxima diferencia de +7 (40-47) y terminó el tercer periodo con 44-49.
Sin embargo, todo estaba por decidir. El Olímpico 64 volvió a salir a todo gas. Un despiste defensivo de los visitantes estrechó el marcador (48-49 a 8:45) y Jorge Sánchez lo volteó poco después en un último periodo frenético, incluso alocado, e igualado al máximo (52-51 a 6:56). El duelo de bases (Pablo Muñoz-Galocha) marcó los minutos finales, y también lo hizo la emoción: 56-57 (a 3:03 tras el triple de Galocha), 58-57... Pero, sobre todo, el acierto de Jorge Sánchez, con diez puntos en este cuarto (los últimos, ya decisivos a falta de 40 segundos) que inclinaron la balanza ante un Pozuelo que, aparte de tener menos capacidad de rotación, careció de suerte en sus numerosos intentos finales.
La intensidad del partido quedó patente en imágenes como esta.