Para jugar al baloncesto al máximo nivel no solo hay que aprender a dominar todos los fundamentos, también a sufrir, a dejarse la piel en defensa. Real Madrid y Fuenlabrada lo hicieron en su primer enfrentamiento de la temporada, un duelo intenso e igualado en su primera mitad: 18-18, 37-37... Hasta que la defensa del Madrid se hizo tan cerrada y espesa que solo permitió a su rival anotar tres puntos en el tercer cuarto. Gracias al parcial de 17-3, los blancos llegaron con ventaja al último, en el que, liderados por Dino Radoncic (28 puntos), resistieron los intentos del Fuenla, casi todos desde lejos. Al final, 72-62, y el Madrid que se queda como único invicto.
Real Madrid 72 (18+19+17+18): Dino Radoncic, Sani Campara, Germán Alí Kasanzi, Heritier Ngalamulume, Francisco Salvador -cinco inicial- Diego de Blas, Carlos Unanue, Daniel González y Usman Garuba.
Fuenlabrada A 62 (18+19+3+12): Jacob Round, Pere Sureda, Anrijs Miska, Iker Cruz, Mor Niang -cinco inicial- Alberto Sánchez, Jon Aldecoa-Otalora, Carlos López, Francisco Vázquez, Jorge Rubio, Álvaro Tébar y Osas Ehigitor.
Árbitros: Palanca y Calsina.
Los dos equipos llegaban a la tercera jornada de la segunda fase con muchas bajas. El Real Madrid presentaba solo nueve jugadores en el acta; el Fuenlabrada, diez útiles (Álvaro Tébar y Osas Ehigitor estaban inscritos, pero no se vistieron de corto). De entrada, llamaba la atención el duelo en la pintura entre dos colosos, Heritier Ngalamulume y Mor Niang. El primer movimiento se lo llevó el visitante (0-2), pero el partido se destapó enseguida como un choque muy físico, en el que todos iban al cuerpo a cuerpo. Con una defensa muy seria, el Fuenlabrada encadenó un parcial de 0-6, cortado por el triple de Sani Campara. El Madrid comenzaba a entrar en juego y otro triple del bosnio supuso el empate a 6 cuando apenas había transcurrido tres minutos y medio. La solidez del Fuenla, jugando sin miedo, quedó patente con el 6-10, pero el triple de Dino Radoncic (13-12 a 2:18) demostró que el Madrid también disponía de muchos recursos pese a la limitación de efectivos. Entre ellos, estaba Usman Garuba (un cadete de primer año que no desentona con los júnior), o los triples del especialista Carlos Unanue. En el primer cuarto, el pulso acabó en tablas: 18-18.
El segundo comenzó con una ofensiva blanca. Desde lejos (como en el triple de Germán Alí Kasanzi nada más empezar) o entrando a canasta, el Madrid buscó directamente el aro y logró una renta de 25-20, pequeña pero muy importante en un partido de este corte. El Fuenlabrada no se dejó impresionar y contratacó, pero la efectividad de los blancos empezaba a hacer mella. La movilidad de Garuba, Germán Alí Kasanzi o Paco Salvador alejaba de su posición a Niang, que no tenía muy claro a quién vigilar. El marcador comenzó a abrirse (30-23 a 5:50) y para no quedarse atrás el Fuenlabrada se agarró a la defensa y los triples de Jacob Round. Dos armas que resultaron suficientes para salvar ese primer match ball, dar la vuelta al marcador (30-31) e incluso emprender una ligera escapada (33-37 tras el triple de Jon Aldecoa-Otalora), aunque la presión blanca llevó a otro empate, el 37-37 del descanso.
La defensa fuenlabreña intentó frenar los ataques blancos al comienzo del tercero, aunque no pudo con el rebote arañado por Unanue. El Madrid insistía e insistía en ataque, mientras ponía el candado en defensa. Radoncic amplió la ventaja desde los tiros libres y Ngalamulune hizo el 42-37 poco después. Armando Gómez pedía paciencia: contener la avalancha y esperar el momento, sin nervios ni prisas. Pero con el -7 (44-37) no le quedó más remedio que detener el crono. Sin embargo, el parcial creció hasta 13-0 antes del triple de Pere Sureda, los únicos puntos de su equipo en el tercer periodo. Y, para colmo, Radoncic puso sobre la bocina el 54-50. Con más músculo bajo el aro, el Madrid disponía de numerosas opciones en ataque. El Fuenlabrada volvió a tirar de triples para buscar la remontada (hasta seis en los últimos diez minutos), pero ahí estaban Radoncic y Unanue para responder igual. A dos minutos para el final todavía quedaba alguna pequeño opción de sorpresa (66-56), pero un determinante Radoncic se encargó de anularla.
Pere Sureda celebra uno de los triples del Fuenlabrada, hasta un total de doce.
Sani Campara avanza con el balón defendido por Jacob Round, con Usman Garuba pendiente.