El Liceo Francés ya ha vencido (al menos una vez) a todos sus rivales del Grupo Par de Primera Nacional masculina. Le faltaba el Zumosol Alcorcón Basket, que le había superado en la primera vuelta por 79-80, y la revancha llegó en La Canaleja, en otro encuentro intenso, emocionante e igualado hasta el final. Un partido de liga regular pero ya con aires de playoff. El Liceo marchó casi siempre por delante (2-7, 21-26, 39-45...), pero nunca pudo quitarse de encima a un conjunto local que llegó a los últimos segundos solo un punto abajo: 63-64. Al final, 65-67 y el líder del grupo alarga su racha hasta once victorias seguidas.

Zumosol Alcorcón Basket 65 (16+16+12+21): Rafael de la Morena, Pablo Arce, Octavio Cuenca, Héctor Grande, Juan Carlos Lobato -cinco inicial- Ángel Álvarez, Juan Carlos Lores, Javier Valverde, Carlos de la Cruz, Alfonso Alonso y David de la Horra.

Liceo Francés 67 (19+12+19+17): Sergio Larragueta, Marcos Estébanez, Marcos Martín, Gonzalo Orenga y Carlos Betes -cinco inicial- Jorge Garzón, Nacho Iriarte, Álvaro Grandes, Álvaro Martínez, Nacho Rodríguez y Álex Ortiz.

Árbitros: Noel y Bárez.

Después de 15 jornadas, el Liceo Francés, líder del Grupo Par de Primera Nacional masculina, solo tenía una espina clavada: la derrota ante el Zumosol Alcorcón Basket en la quinta jornada de liga, allá por el mes de octubre. Los jugadores de Jorge Lorenzo visitaban La Canaleja con una arrollladora racha de diez victorias seguidas, aunque sin uno de sus jugadores clave, Álex Ortiz, y con otro, el base Nacho Iriarte, tocado. Enfrente, el Alcorcón Basket también tenía importantes ausencias, las de Alfonso Alonso y David de la Horra.

Gonzalo Orenga, autor de 16 puntos, conduce un ataque del Liceo.

Bajas aparte, el físico jugaba a favor del Liceo, con la pareja de pívots formada por Marcos Estébanez y Marcos Martín. Precisamente, Estébanez fue el autor de los primeros puntos del partido, aunque desde fuera de la pintura. Porque dentro los dos equipos iban al choque y así era casi siempre conseguir algo. Juan Carlos Lobato y Héctor Grande oponían resistencia bajo el aro local e incluso encontraron algún hueco en el otro (Lobato firmó el empate), pero no pudieron con el triple de Gonzalo Orenga que lanzó al Liceo hasta 2-7 a los tres minutos y provocó el primer tiempo muerto del técnico local. Roberto Fernández. Pese a las bajas, el Liceo comenzaba a mostrar el repertorio de recursos que le ha llevado al liderato y a Marcos Martín no le hizo falta acercarse mucho para hacer el 4-9. A los locales les quedaban los triples, como el de Octavio Cuenca, y se mantuvieron cerca (9-11, 11-13...) en un encuentro que iba de menos a más, con el intercambio de triples entre Carlos de la Cruz y Orenga, y un apretado 16-19 al final del primer cuarto.

Otro triple de Carlos de la Cruz nada más empezar el segundo confirmó el equilibrio: 19-19. Jorge Lorenzo recurrió a Nacho Iriarte, formando trío de exteriores con Carlos Betes y Álvaro Martínez, pero los locales cada vez estaban más crecidos, y por fuera las fuerzas estababan más igualadas que por dentro. Un recorte de Jorge Garzón en la pintura (el 21-26) confirmó la superioridad del Liceo en ese terreno, pero Rafael de la Morena volvió a estrechar el marcador desde la línea de tres. Con 24-26, Jorge Lorenzo vació el armario con Nacho Rodríguez. Más madera en forma de talento para intentar incendiar un partido sin dueño. Pero ni siquiera con la mezcla talento+físico (los dos Marcos por dentro), el Liceo pudo romper el encuentro e incluso Pablo Arce puso por delante al Alcorcón Basket (30-28), una ventaja que su equipo mantuvo al descanso: 32-31.

Rafael de la Morena penetra entre la defensa del Liceo.

Bien movido por Arce, el Alcorcón Basket insistió al comienzo del tercer cuarto frente a un Liceo algo impreciso, quizá porque este temporada no se ha acostumbrado a caminar por detrás en el marcador. Incluso Juan Carlos Lobato llevó a su equipo a un +4 (35-31), con un inesperado triple, aunque, poco después, otro triple de Orenga volvió a poner por delante al Liceo: 35-36 a 6:45. Durante algunos minutos, el partido se convirtió en un correcalles, con los ataques estrellados en las defensas o en tiros sin pensar. Un pulso con los brazos siempre arriba. En los últimos minutos  del tercer periodo llegó el esperado estirón del Liceo a base de triples, cuatro más de un tirón, que llevaron al 44-50. El líder había metido la directa, aunque no era fácil despegarse de un rival especialmente intenso, que contaba con la experiencia de Rafael de la Morena o Pablo Arce. A 7:20 para el final, el marcador seguía en un pañuelo: 46-51. El Liceo mantuvo la ventaja y la amplió con acciones como el 2+1 de Álvaro Grandes (48-55 a 5:27), pero Rafael de la Morena se armó de valor para arremeter con la defensa y mantener las esperanzas de su equipo: 52-56. A 3:01, el suspense era mayor que nunca: 58-59. El Liceo aprovechó su mejor rebote para llegar al sprint final por delante, aunque Lobato hizo el 63-64 a 11 segundos y desató un desenlace agónico, con faltas rápidas, errores en los tiros libres y triunfo visitante por 65-67 tras una canasta local sobre la bocina.

Juan Carlos Lobato choca con Marcos Estébanez en uno de los últimos ataques locales.