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DAVID GONZÁLEZ / DPTO. DE COMUNICACIÓN FBM
Fotos: Rocío Benítez

Veritas Pozuelo 62 (17+11+18+16): Alberto Espinosa (8), Eneko López (8), Ángel Carmona (9), Lucas Álvaro (6), Pablo Ardila (14) -cinco inicial- Daniel Ardila (4), José Antonio Alvarado (4), Antonio Biurrun (4), Manuel Lucini, Iván Sánchez (5) y Jorge Pinto.

CB Pozuelo 55 (14+13+17+11): Iván Tribaldo, José Luis García (10), Gonzalo Herrero (12), Jaime Bengoechea, Santiago Estrada (9) -cinco inicial- Ricardo Ormo (2), Jorge González (8), Ignacio Aguirre, Rodrigo Roldán (4), Carlos Martínez, José Manuel Fernández (4) y Gerson González (6).

Árbitros: Fermín y Javier.

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Duelo vecinal para empezar. Veritas y Pozuelo se enfrentaban por segunda vez en la pretemporada (la primera se la llevaron los de Tomás González), esta vez con una plaza en la final de la Copa VIPS sobre la mesa. A una semana para el comienzo de la Liga, el duelo de Arganda ya era más que un ensayo.

El marcador tardó en moverse y lo hizo a favor de un Veritas más ofensivo y aparentemente también más sólido. El bloque funcionaba (5-0 a los dos minutos y medio, 11-4 mediado el primer cuarto...). Bajo el mando de Jorge González, la reacción del Pozuelo no tardó en llegar y el marcador se estrechó (11-10) dando paso a lo previsto, a un encuentro igualado, todavía con los desajustes propios de la pretemporada (Daniel Ardila aprovechó uno para anotar el 13-10) pero incierto. El primer cuarto terminó con 17-14 y con la emoción creciendo por momentos.

El Veritas caminaba por delante y mantuvo su ventaja al comienzo del segundo cuarto, pero sin conseguir escaparse. En cambio, Gonzalo Herrero firmó desde la esquina el empate a 18. Duró poco porque Antonio Biurrun lo rompió enseguida, pero evidenció la equilibrio de un segundo periodo que se movió con mínimas diferencias e incluso con más empates (21-21). Un parcial de 4-0 provocó el tiempo muerto de Tomás González, aunque no rompió la sensación de igualdad. Al descanso, 28-27.

El Veritas había tirado de la cuerda durante la primera mitad y quiso hacerlo también en la segunda, pero el Pozuelo salió con un punto más de velocidad y se puso por delante por primera vez (29-31). Su rival aceptó el reto y no solo pisó el acelerador en ataque, también apretó en defensa. Así el Veritas se escapó hasta +9 (42-33, parcial de 13-2), la mayor diferencia hasta ese momento. Tras el tiempo muerto llegó una nueva reacción del Pozuelo que volvió a acortar la goma. El triple de Gonzalo Herrero sobre la bocina cerró el tercer cuarto en 46-44.

El último y decisivo arrancó con los dos equipos volcados, aunque, como el resto del partido, con el Veritas llevando la iniciativa (51-47 a 6:50). Durante los últimos diez minutos, el vigente campeón de la Copa VIPS confirmó su mayor solidez ante un Pozuelo menos hecho a estas alturas y defenderá el título.

Majadahonda 61 (16+9+19+17): Julián Ricoy (14), Fernando Benito, Jorge Cuesta (8), Sebastián Cuéllar (9), Daniel Herreros (9) -cinco inicial- Miguel González (6), Mauro García, Daniel Arranz (6), Fernando Rivero (2) y Manuel Ángel Sánchez (7).

CB Las Rozas 53 (10+14+12+17): Daniel Gallego (2), Raúl Díaz (6), Daniel de Maeseneire (2), Asier de la Iglesia (12), Gabriel Hernández (11) -cinco inicial- Gonzalo Corrochano (1), Sergio Hebrero, Horacio Morell, Juan Francisco Martínez (4), Hugo Chamero (11), Roberto Morán (2) e Ignacio Cuesta (2).

Árbitros: Moura y Berlín.

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Otros dos vecinos frente a frente. Pese a que los dos equipos todavía están en rodaje, la segunda semifinal comenzó a buen ritmo y se notó en el marcador (5-4 a los dos minutos y medio). Igual que el Veritas en el primer partido, el CB Las Rozas mantiene el bloque de la temporada pasada con la incorporación del veterano Asier de la Iglesia. El Majadahonda (que la temporada pasada estaba en Liga EBA) ha sufrido más cambios, pero tiene calidad de sobra. La de Miguel González, Julián Ricoy o el capitán Daniel Herreros entre otros. Por eso el primer cuarto se mantuvo igualado (8-6 a 4:15). Poco a poco, los majariegos aprovecharon su mejor defensa y mayor acierto en ataque para escaparse ligeramente y apuntarse ese primer período: 16-10.

El Majadahonda había tomado carrerilla y quiso seguir la racha, pero el triple de Hugo Chamero recordó que el CB Las Rozas seguía ahí. En dos minutos, los roceños remontaron (18-18) sacando de la chistera su velocidad en las transiciones, una de sus señas de identidad. El partido no tenía dueño, aunque la fuerza de Sebastián Cuéllar (y la firme defensa en bloque) permitió al Majadahonda cobrar una ligera renta (23-18, 25-20...). No pasó de ahí. A 1:16, Juan Francisco Martínez hizo el 25-24 con que se llegó al descanso.

La segunda mitad comenzó como la primera, con un intercambio de golpes que no deshizo el nudo (26-26)... hasta que el Majadahonda encadenó un 10-0, triple de Daniel Herreros incluido. Daniel Gallego rompió la sequía roceña, pero su equipo volvía a remar contracorriente, y esta vez a mayor distancia. Había que buscar los espacios, tirar de velocidad, arriesgar... Asier de la Iglesia se multiplicó en la pintura. Pero enfrente estaba un Majadahonda muy firme, que llegó al último cuarto con ocho puntos de ventaja: 44-36. El CB Las Rozas aún tuvo un último intento (46-41) antes de que los majariegos sellaran el partido (60-50 al entrar en el último minuto) y el pasaporte a la final.