Experiencia, velocidad (de los jugadores y del balón) y una gran capacidad de rotación (incluso a falta de Alberto Arias)... El Pozuelo Trilloliva, siempre entre los favoritos de Primera Nacional, debutó esta temporada con una victoria ante el TBS Academy por 63-77. El encuentro del pabellón Javi Limones permaneció igualado hasta el descanso (26-27), pero después el Pozuelo cobró una ligera ventaja que defendió hasta el final. Borja López (26 puntos) fue el jugador más destacado, mientras que en el TBS sobresalió el júnior Seny Ndiaye con 16 puntos.

TBS ACADEMY 63 - CB POZUELO TRILLOLIVA 77

Estadísticas

Tras el aplazamiento de su primer partido contra el Majadahonda, el Pozuelo Trilloliva debutaba en la segunda jornada visitando a un renovado TBS Academy que venía de caer en Arganda. Los torrejoneros mantienen su vocación de plataforma para los júnior, pero ahora con más experencia alrededor, como tres jugadores llegados desde la cercana Coslada: Sergio Martín, Sergio Peral y Daniel Arquero. El Pozuelo, en cambio, se basa en el bloque de las últimas temporadas, aunque con refuerzos como Sergio Rodríguez y Jorge González. Precisamente, este último fue el encargado de abrir el marcador en el Javi Limones tras un mano a mano con su compañero José Luis Galocha.

Durante los primeros minutos, el Pozuelo se mostró más sólido, lo que se reflejó en un 0-6 a los tres minutos. Rafa Castro y Alberto Madueño dominaban el rebote y sus compañeros lo aprovechaban para ametrallar desde lejos. La reacción local llegó también desde fuera, con un triple de Sergio Peral, y, mediado el primer cuarto, el marcador ya estaba en un ajustado 5-9. El técnico visitante, Iñaki Refoyo, relevó a los interiores en busca de más movilidad. Sin embargo, las fuerzas se igualaron. El oficio de Peral, Arquero o Amador Acacio se dejaba notar, y el marcador se estrechó aún más: 9-10 a 2:30 y 15-15 al final del primer cuarto tras el triple sobre la bocina del local Jorge García.

José Luis Bustos y Rafa Castro luchan por un rebote.

Dos puntos del júnior Seny Ndiaye prolongaron la remontada torrejonera al comienzo del segundo periodo en un encuentro roto, sin pausa, con los dos equipos mirando a canasta, a veces antes de tiempo. Con sus 205 centímetros, Ndiaye hacía daño bajo los tableros y el TBS lo aprovechó para encadenar un parcial de 7-0 (22-15 a 7:34) antes del tiempo muerto de Refoyo, que pidió más concentración en defensa. Rafa Castro se pegó al senegalés y frenó la sangría, aunque el problema del Pozuelo seguía delante, como demostraron los más de seis minutos sin anotar, hasta que Javier Vicente lo hizo desde los tiros libres (22-17 a 3:40). Las defensas mandaban, y solo se podían romper a base de velocidad, con balones largos, como hicieron los visitantes (con Borja López como punta de lanza) para acercarse hasta 24-23 a dos minutos para el descanso. El 26-27 de los primeros veinte minutos demostró la enorme igualdad entre los dos equipos.

El Pozuelo repitió en el tercer periodo la salida del primero con un parcial de 0-6 (26-33 a 8:07) que provocó el tiempo muerto en el banquillo local. Los torrejoneros volvieron a recurrir a Ndiaye como referente interior, bien escoltado por Amador Acacio y Jorge García. La reacción no se hizo esperar y, en apenas un minuto, el TBS ya estaba a un paso (30-33), aunque dentro de un partido más vivo (y acertado) que en la primera mitad, con un intercambio de golpes que hacía moverse el marcador continuamente. El Pozuelo demostraba un punto más de experiencia (un claro ejemplo fue el duelo entre Sergio Rodríguez y Ndiaye) y de solidez en defensa, lo que le hacía mantenerse por delante: 34-43 a 4:20.

Seny Ndiaye intenta anotar entre Borja López y Rafa Castro.

 El 2+1 de Borja López rompió la barrera de los diez puntos y los visitantes llegaron a ponerse a +15 (36-51) antes de la reacción torrejonera (triples de Acacio y Arquero incluidos), que dejó el marcador del tercer cuarto en 47-56. Pero pronto se vio que al TBS le iba a costar mucho recortar ese terreno. A los dos minutos todo seguía igual (49-58), los tiros de los locales no entraban y el dúo Galocha-Jorge González ponía el orden necesario en el Pozuelo. Al TBS le quedaba un batallador Ndiaye, que se inventó una asistencia de lujo a Víctor Fernández (55-62) y, poco después, anotó cuatro puntos seguidos. Pero el Pozuelo demostró por qué siempre esta ahí. Porque sabe lo que tiene que hacer en los momentos decisivos. El triple de Javier Vicente (61-72), cuando se entraba en el último minuto, inclinó el partido, y el de Galocha, sobre la bocina, lo remató.