Tec Moon Torrejón 61 (19+18+10+14): Gastón Diedhiou (14), Malique Lewis (14), Roberto Donaire (14), Pablo Rebollo (3), Pau Monroig (12) -cinco inicial- Insa Kane, Andreas Ariza (2), Mario Pérez, Cheikh Tidiane Diop, Ignacio Ansaldo, Víctor Alonso (2) y Alejandro Ávila.

Majadahonda 83 (28+20+12+23): Diego González (17), Miguel González (4), Alejandro Herreros (14), Pablo Domínguez (14), Alejandro Arizón (12) -cinco inicial- Juan David Zúñiga (11), Pablo Poyatos (5), Jorge Yzaguirre, José Ginés, Javier Mérida (3), Daniel Herreros (3) y Daniel Arranz.

 

Árbitros: Acuña y Argüelles.

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Tras un intercambio de golpes inicial (Malique Lewis y Alejandro Herreros), el Majadahonda tomó la delantera y a los cuatro minutos manbaba por 4-12 provocando el tiempo muerto de Gonzalo Vela. Los majariegos aprovechaban su mayor experiencia, especialmente la de sus jugadores más determinantes, Álex Herreros por fuera y Pablo Domínguez por dentro. El Torrejón abrió sus líneas y puso una marcha más en ataque, pero una contra culminada por el menor de los Herreros llevó la diferencia hasta los diez puntos. Apenas se movería de ahí en el resto del encuentro. El Tec Moon Torrejón tenía que despertar cuanto antes y lo hizo con el triple de otro clásico, Roberto Donaire. A partir de ese momento el partido se rompió por completo y los dos equipos atacaron sin reservas, aunque el Majadahonda conservó su ventaja (19-28) al término de un espectacular primer cuarto.

 

El segundo mantuvo el mismo guión, con los dos equipos volcados. No quedaba otra. El Majadahonda mantenía su acierto intacto y la brecha abierta (21-33 a 7:42) ante un Torrejón con dificultades para romper el muro majariego a pesar de su músculo. Tuvo que ser Pau Monroig, desde lejos, quien acortara distancias ante el delirio de su público. Porque el partido era pura pasión, dentro y fuera de la cancha. Y también desde larga distancia hizo Gastón Diedhiou el 28-35. Pese a todos los intentos torrejoneros, el Majadahonda resistía, demostrando oficio y recursos. Herreros, Domínguez o Arizón siempre son un seguro de vida y por eso el Majadahonda mandaba al descanso por 37-48.

La segunda mitad arrancó con algo más de pausa. Ataques más estáticos y soluciones más complicadas. Malique Lewis estrechó el margen bajo el aro y, poco después, el trinitense dejó al Tec Moon Torrejón a siete puntos: 41-48. Sin embargo, ahí estaba Arizón para devolver el +10 con un triple visto y no visto... Quizá por su mayor experiencia en estas lides, el Majadahonda mostraba una sangre fría que le permitió superar sin mayores problemas ese conato de acercamiento. Además, el triple de Pablo Poyatos fijó el 47-60 con que terminó el tercer cuarto. Sólido como una roca, el Majadahonda amplió la ventaja nada más empezar el último con otro triple, este de Juan David Zúñiga. Los majariegos se acercaban al soñado ascenso sin mostrar ningún signo de debilidad. Es más, un triple de Daniel Herreros supuso el 47-66 a 7:30. A cinco minutos para la conclusión, todo seguía prácticamente igual (54-68)... y, si quedaba alguna duda, apareció Diego González con otro triple, el noveno de su equipo. El Majadahonda venció en su primera final, la del ascenso; el domingo tendrá la segunda, por el título.

Torrelodones y Zentro Basket se jugaban la segunda plaza de ascenso a una carta. El encuentro se presumía igualado y así empezó (2-2 a 7:26), con más precauciones de las habituales en los dos equipos, pero también con los primeros destellos de calidad y contundencia. Un movimiento dentro de la zona de Santiago Paz permitió al Baloncesto Torrelodones cobrar una ligera ventaja (6-3), anulada enseguida por Jaime Atienza. Mediado el primer cuarto, el Zentro Basket mandaba por 8-9 en un encuentro sin dueño, un pulso muy igualado (11-11) que llegó al final del primer cuarto con un mínimo 15-20 para los de Fernando Reborio gracias al acierto de Adrián Sánchez Perdiguero, a esas alturas autor de la mitad de los puntos de su equipo.

El Zentro Basket tenía a su favor un punto más de experiencia y también menos carga física durante la temporada. Luis Guil amplió la ventaja en dos puntos al poco de empezar el segundo acto, pero una medida asistencia de Jorge Sánchez-Ramos a Valentino Pinedo dejó las cosas como estaban. Con tan escasos margen podía pasar de todo...y pasó que los torresanos encadenaron un 7-0 (triple de Santi Paz incluido) para empatar a 22. La batalla sin cuartel continuaba, con mínimas diferencias para los dos equipos, y el nuevo triple de Santi Paz sobre la bocina (34-34) fue el mejor reflejo de ese equilibrio casi absoluto.

Quedaban veinte minutos para lograr el ascenso y los dos equipos eran conscientes de ello. La responsabilidad pesaba  y por eso la primera canasta en juego no llegó hasta los tres minutos, de la mano de Eric Marciel, el techo del partido. Poco después, un contraataque de libro culminado por Sánchez Perdiguero llevó al 34-41 y al tiempo muerto de Juan Norat. Nuevo arreón del Zentro Basket y nueva reacción de los torresanos, que enseguida se pusieron a rebufo (42-43 a 3:30), aunque los de la capital sacaron seis puntos de ventaja antes de terminar el tercer cuarto (44-50) y ampliaron esa ventaja con dos puntos nada más empezar el último. Al Baloncesto Torrelodones le tocaba iniciar una nueva remontada, pero es un equipo de guerreros, de los que nunca se rinden. A cinco minutos para el final estaban a cuatro puntos (52-56) y, poco después, tras el triple de Valentino Pinedo, a tres (55-58). Otro triple, de Sánchez-Ramos, supuso el 58-60 a 4:07. La plaza de EBA estaba muy cara para los dos equipos. Sin ataduras de ningún tipo, ambos se lanzaron a una loca carrera hacia los aros. Más emoción imposible, sobre todo con el 65-65 a 1:30. Un mate de Sánchez Perdiguero puso por delante al Zentro, pero un tiro libre y el robo de Sánchez-Ramos dieron la vuelta al marcador: 68-67 con solo 38 segundos por delante. Un 2+1 de Sánchez Perdiguero y vuelta a lo mismo: 68-70 a 25 segundos... Los jóvenes jugadores torresanos no acertaron en su ataque y el Zentro remató el partido desde los tiros libres. ¡Partido y ascenso!