Federación de Baloncesto de Madrid

Publicidad:
Publicidad

PORTADA - NOTICIAS

"Cuando jugaba pensaba que lo sabía todo, cuando empecé a arbitrar vi que no"



Iba para futbolista de Liga F (jugó en el equipo benjamín de un club madrileño) y ha acabado dirigiendo la final de la Copa de la Reina de baloncesto. Para Cristina Adán Rodríguez (Madrid, 27-07-1995) la vida ha dado muchas vueltas, pero siempre alrededor del deporte. Del fútbol pasó al baloncesto y de ser una base guerrera a convertirse en árbitra del Grupo 1 FEB, una de las diez mujeres (dos madrileñas) a las puertas de la ACB.


DAVID GONZÁLEZ / DPTO. DE COMUNICACIÓN FBM
Fotos: Míriam Fernández / FEB / FBM


Antes de ser árbitra fuiste jugadora en Brains,  Canoe, Alcobendas, Distrito Olímpico y Valcude, ¿cómo eras como jugadora?

Era una base muy rápida, penetradora... Según empecé a avanzar un poco, ya casi en sénior, mejoré más el tiro. Sobre todo era muy luchadora, un poco rebeldilla también. Me gustaban los partidos tensos, con emoción...

Un poco guerrera...

Sí, daba bastante guerra [risas]. Tanto a las rivales como a todos.

¿También a los árbitros?

También un poco guerrerilla. Sobre todo me gustaba hablar con ellos, preguntar. No era desagradable, pero sí me gustaba hablar con ellos.

¿Por qué decidiste pasarte al arbitraje?

Estaba en la universidad y buscaba un trabajo que pudiera compaginar con los estudios. Me gustaba mucho el baloncesto y lo seguía a todos los niveles. Miré en la página web de la federación y rellené un formulario para hacer el curso, pero pasaba el tiempo y no me llamaban, así que llamé yo, me cogieron los datos e hice el siguiente curso. Seguía jugando y lo compaginé durante dos o tres temporadas, pero al final dejé de jugar para quedarme solo con el arbitraje, que me llamaba más.

¿Te gustó desde el principio?

Me encantaba arbitrar. Me fijaba en los árbitros cuando veía los partidos. Me encantaba mirar las normas, conocer el reglamento, preguntar, enviar vídeos a los responsables... Era muy pesada. Tenía mucha inquietud por aprender y eso me hizo engancharme al arbitraje.

¿Viene bien ver el baloncesto desde otro punto de vista?

Viene muy bien, es hasta necesario. Cuando era jugadora creía que lo sabia todo o casi todo. Cuando me hice árbitro me di cuenta de que no tenía ni idea de muchas cosas. Eso lo aprendí cuando fui árbitro, cuando cogí el reglamento y empecé a entender el baloncesto en su conjunto. Pero haber jugado es una gran ayuda. No es imprescindible, porque conozco árbitros que no han jugado, pero conocer la parte del jugador ayuda mucho.

Al final también entiendes el comportamiento de los jugadores, cómo pueden reaccionar...

Eso es. Incluso los contactos, porque haber jugado te hace saber cómo es un contacto, si es relevante o no.

¿Qué debe tener un buen árbitro?

Siempre digo que un buen árbitro tiene que ser una buena persona. Al final todos tenemos una personalidad y un carácter que se va a trasladar a nuestro trabajo como árbitro, y el mío será diferente del de otros compañeros y compañeras, pero hay que ser una buena persona porque no estás tú solo, porque hay un compañero o varios, unos oficiales de mesa, hay que hablar con la gente, empatizar con los jugadores, los entrenadores...Si no eres una buena persona, difícilmente vas a poder ser un buen árbitro. A partir de eso, ¿qué cualidades destacaría? Hay que ser empático, tener también una cierta ambición, curiosidad por saber de qué va esto, estar actualizado porque el baloncesto va evolucionando... También hay que saber trabajar en equipo, ser exigente con uno mismo y una cualidad muy importante es la humildad.

Hace seis años subiste a categorías FEB y llevas cuatro en el Grupo 1. Has estado en fases finales, Supercopas y, recientemente, en la final de la Copa de la Reina, en Zaragoza. ¿Qué supone pitar una final como esta?

He estado en dos Copas de la Reina, las dos en Zaragoza, en 2023 y 2025, y han sido dos eventos espectaculares a nivel de todo, logístico, de ambiente, cómo involucran a la gente, cómo trasladan a las aficiones. Incluso este segundo año más que el primero porque se han superado con la Fan Zone. En un grupo en el que somos más de sesenta árbitros acudir a una cita de esta entidad, tener la suerte de ser uno de esos doce y, dentro de esos doce, ser uno de los tres de la final es sentir que estás en lo mejor de lo mejor. Al final esto es un embudo, cada vez es más difícil, y cuando ves tu nombre en algo así sientes que es un premio, una recompensa a todo el trabajo que te ha hecho llegar hasta ahí. No solo el trabajo de una temporada sino de mucho más.

Una final con un campeón inesperado como Jairis...

Sí, ha sido una Copa de sorpresas. Me parece una gran noticia para el baloncesto femenino cómo está creciendo la Liga Femenina Endesa, cómo cada vez hay más equipos competitivos a nivel nacional e internacional. Hemos tenido equipos españoles en Europa en las dos competiciones haciéndolo muy bien. Ferrol jugando la final de la EuroCup, ahora Valencia Basket en la Final 6 de la Euroliga. Y cómo jugadoras españolas que estaban fuera han ido regresando a nuestra Liga porque es muy competitiva y va creciendo. Todo eso hace que cuando un equipo como Jairis está en forma, está acertado y tiene un patrón de juego bueno, puede ganar a otros con mayor presupuesto. Al final Jairis ha ganado a los tres primeros clasificados de la Liga y eso no es solo suerte.

¿Aparte de esta final de la Copa de la Reina, hay algún partido que recuerdes especialmente?

Por ejemplo, la otra Copa de la Reina, donde tuve una semifinal muy bonita entre Zaragoza y Valencia, un partidazo, y recuerdo también mi debut en playoff de Oro, un tercer partido entre San Pablo Burgos y Movistar Estudiantes en el Coliseum, un campo tremendo que mete mucha presión y monta un espectáculo precioso. También la final de la Supercopa entre Perfumerías Avenida y Valencia Basket. 

Cada vez hay más mujeres que se animan a arbitrar, pero la media de árbitras (18 por ciento en Madrid) sigue estando muy por debajo de la de jugadoras (en torno al 35 por ciento), ¿por qué las mujeres no se animan a arbitrar?

Es una buena pregunta. Aquí siempre hablo de referentes. Creo que tener referentes es muy importante para la gente joven. Si tú pones un partido de baloncesto en la televisión y siempre hay tres hombres, acabas pensando que esto es un trabajo para hombres. Tener referentes es importante y cuanto más cercanos mejor, porque tampoco nos sirve uno que quede demasiado lejos. Yo cuando empecé a arbitrar no tenía una mujer referente. No había. No sé por qué no hay muchas mujeres, pero sí me gustaría que esto fuera cambiando. Pero quiero aclarar que yo siempre hablo de árbitros, no de mujeres y hombres. No me gusta hacer esa distinción porque creo que todos somos árbitros, que debemos trabajar igual y llegar a lo que lleguemos. No me gusta diferenciar.

Es verdad que cada vez hay más mujeres...

Sí, ahora seremos en torno a diez en el Grupo 1 del total de sesenta, y seguiremos subiendo si es lo que toca, si las mujeres que suben son las que están preparadas y las que tienen que estar ahí. Es verdad que el hecho de que vayamos apareciendo puede hacer que a alguien se le encienda la lucecita y quiera hacer el curso. 

¿Cómo compaginas tu trabajo, tu día a día, con el arbitraje?

En mi trabajo puedo librar el fin de semana, lo que me permite acudir a un gran porcentaje de partidos y el resto son vacaciones, que se convierten en días de partido, negociar con los compañeros de trabajo cambios de turno o libranzas, hacer locuras a veces como coger el primer vuelo de la mañana para estar en el trabajo o meterte una paliza de no sé cuántos kilómetros en el coche. Lo bueno es que estando en Madrid hay bastantes opciones, aunque es verdad que hay semanas duras física y mentalmente. 

Por último, sigue circulando el vídeo que hiciste durante el COVID, ¿cómo surgió?

De la forma más tonta que te puedas imaginar. Fue una cadena de vídeos que inició mi compañera Asun, también del Grupo 1. Yo seguí la cadena e invitaba a otros compañeros a que lo hicieran, pero la cadena murió ahí, con ese vídeo. No sé cómo se hizo tan popular, mucha gente todavía me sigue recordando. Si lo llego a saber, igual no lo hago... [sonríe] 



Galería
Publicidad:
Publicidad
Publicidad:
Publicidad
Publicidad:
Publicidad
Publicidad:
Feliz navidad 2024