CB Fuenlabrada A 66 (24+15+19+8): Toms Skuja (7), Rodijs Macoha (14), Sdendry Miguel González (13), Adrián Froufe (5), Juan Francisco Fernández (13) -cinco inicial- Iván Tribaldo, Marcos Taeño, Mario Ruiz, Rey Abad (4), Santiago de Santiago (6), Diego Maganto y Carlos Santiago (4).

Real Madrid 101 (27+24+30+20): Urban Klavzar (16), Matteo Spagnolo (28), Tristan Vukcevic (5), Pavle Stosic (8), Ab Sediq Garuba (10) -cinco inicial- Eli John Ndiaye (8), Javier Ramos-Yzquierdo (4), Dan Duscak (12), Owen Aquino (2), Stefan Vukcevic (2) y Konstantin Kostadinov (6).

Árbitros: Fidalgo e Ignacio.

Acta digital en SWISH, la app de NBN23


Con tres victorias en sus tres primeros partidos de la segunda fase, Fuenlabrada y Real Madrid se jugaban el primer puesto del grupo A en un duelo todavía inédito esta temporada. Un choque de canteras ACB que empezó con ventaja blanca en un primer ataque fulminante. La respuesta local no tardó en llegar, y también a lo grande: mate de Juan Francisco Fernández. El prólogo respondía a lo esperado: ataques, rápidos y directos, sin ataduras. Un buen ejemplo fue el triple de Sdendry González, el 5-4 a los dos minutos de juego. Mientras los exteriores del Fuenla demostraban su puntería, Fernández defendía la pintura ante las torres del Madrid. Por fuera el Madrid también sabía golpear, como hizo Matteo Spagnolo, pero a los tres minutos, tras el 2+1 del letón Rodijs Macoha, el marcador regisrtaba un sorprendente 12-6.

El Fuenlabrada era fiel a su atrevido estilo de siempre. En defensa tocaba emplearse a fondo, sobre todo bajo el aro, donde el Madrid tenía más centímetros. Fernández logró superar a Tristan Vukcevic para hacer el 14-9, pero, poco a poco, el Madrid aprovechó su dominio del rebote para acortar distancias. El primer triple de Spagnolo dejó a su equipo a uno (14-13) y abrió un intercambio de tiros lejanos. El Fuenla aceptó el reto y lo mantuvo, aunque el que dijo la última palabra en un vibrante primer cuarto fue el italiano con un triple sobre la bocina, el 24-27.

Eli John Ndiaye, Kostas Kostadinov, Dan Duscak... El Madrid demostró su capacidad de rotación en el segundo periodo, que se abrió con un parcial de 0-4. Los blancos intentaban abrir hueco, aunque el triple de Mario Ruiz lo evitó. Incluso Carlos Santiago pudo colarse hacia el aro para firmar el 29-31 a 7:30. Había partido... sobre todo cuando Carlos Santiago devolvió las tablas. Enfrente, el Madrid mantenía su superioridad interior, pero los tiros no querían entrar, ni siquiera en segunda o tercera opción... Kostadinov cortó la maldición con un rebote ofensivo y abrió otro conato de escapada, esta vez retrasado por el triple de Santiago de Santiago. Sin embargo, el Madrid llevaba la iniciativa y continuó golpeando una y otra vez para romper el partido...  Spagnolo, Urban Klavzar o el cadete Ab Sediq Garuba llevaron el peso del ataque para cerrar el primer cuarto con 39-51.

 

La ventaja se amplió nada más comenzar la segunda mitad con un parcial de 0-4 antes de que Sdendry acertara desde lejos. El Fuenlabrada hacía lo posible, pero era complicado frenar a un Madrid impulsado por Spagnolo (ya por encima de los veinte puntos) y dueño del rebote. El italiano se coló para firmar el 41-59 provocando el tiempo muerto de José Luis Pichel. Pero tras la pausa el Madrid continuó a lo suyo... Al Fuenla le quedaban intentarlo desde lejos, como hicieron Macoha y Sdendry (46-63 a 5:41), aunque solo para que las distancias no se abrieran mucho más. Y también para mantener animado un partido que tuvo su peor noticia en la lesión de Macoha, con un fuerte esguince, poco antes de terminar el tercer cuarto. Con +23 para los blancos (58-81), el último acto ya no tuvo emoción, aunque sí mantuvo la intensidad y, sobre todo, dejó muchos destellos de calidad. Como la asistencia de un desatado Spagnolo a Javier Ramos-Yzquierdo para hacer el 59-87, la canasta a aro pasado de Juan Fernández (66-92) o el triplazo de Tristan Vukcevic (66-95). Detalles de un partido que sitúan al Real Madrid como líder solitario.