NCS Alcobendas 88 (18+24+20+26): Antonio Marín (8), Álvaro Elizaga (8), Guillermo Campos (6), Rodrigo López (17), Guillermo Garrido (7) -cinco inicial- Sergio Gutiérrez (3), Gonzalo Torres (14), Jaime García-Larrache, Luis García-Larrache (2), Alejandro Hernández (7), Ricardo Rodríguez y Daniel Morell (16).
ADC Boadilla 84 (18+12+15+39): Juan Bautista Collado (21), Pablo Chiclana (4), Alejandro Pérez (7), Federico de la Torre (19), Carlos Barros (24) -cinco inicial- Sergio Álvarez (1), Carlos Arteaga (4), Guillermo García, Pablo Fernández-Villoria (4), Dragos Nicolae Stan, Andrés Flórez y Jon Ander Blanco.
Árbitros: Argüelles y Bárez.
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Un triple nada más empezar adelantó una de las mejores armas del Boadilla, el tiro de larga distancia. Durante el partido los visitantes anotaron otros once, más de la mitad en el último cuarto. Enseguida se vio otra, la defensa, obligando a los locales a tiros forzados. Sin embargo, después de mucho trabajo,
Álvaro Elizaga acortó distancias y poco después él mismo aprovechó una asistencia de
Guillermo Campos para adelantar al Alcobendas. El comienzo respondió a lo esperando, con ataques largos y muy trabajados en los dos equipos e igualdad en el marcador (4-4 a 6:29). Si
Guillermo Garrido aprovechó su fuerza para llegar al aro,
Juan Bautista Collado devolvió enseguida las tablas... El intercambio de golpes favoreció ligeramente a los visitantes, sobre todo tras el triple de
Carlos Barros (8-14), pero los locales no podían quedarse atrás:
Garrido abrió la escalada con dos canastas seguidas, sus compañeros la prolongaron y el primer cuarto se cerró en tablas: 18-18.
El pulso continuó al comienzo del segundo periodo, con reparto de aciertos y los dos equipos intentando romper las defensas. Un triple de
Álex Hernández dio ventaja al Alcobendas y, tras un robo, la falta sobre
Daniel Morell llevó al 25-21. Aunque los visitantes recortaron,
Gonzalo Torres y
Rodrigo López alargaron la ventaja. Enfrente había un rival muy duro, que a 4:22 para el descanso seguía a un paso (31-26), pero las locales estaban crecidos, con todas sus armas sobre la mesa. Con
Gonzalo Torres asaltando una y otra vez la pintura en busca de la canasta (o al menos la falta), la distancia creció poco a poco: 35-27, 40-29... Los alcobendenses llegaron a ponerse en +13 (42-29) antes del descanso, aunque el Boadilla recortó un punto.
Pero el Alcobendas seguía lanzado y el tercer periodo se abrió con un 4-0 que abrió la brecha hasta los 16 puntos (46-30).
Fede de la Torre la recortó desde la cabecera, pero el Boadilla no conseguía frenar a un conjunto local que miraba directo a canasta. Los visitantes también sacaron su carácter, como
Juan Bautista Collado volando hacia el aro para sacar la falta, aunque los tiros libres no entraron. O
Pablo Fernández-Villoria revolviéndose en la pintura (esta vez con premio). Mediado el tercer cuarto, el Alcobendas mantenía un colchón de puntos (51-36), pero con la amenaza de un rival siempre peligroso. Por eso no bajó el ritmo y llegó al último periodo con un 62-45 difícil de alcanzar.

Sin embargo, un triple de
Carlos Barros nada más empezar ese último acto confirmó que el Boadilla no se rendía. Con 64-50 y más de ocho minutos por delante todavía quedaba partido...
Gonzalo Torres alejó el peligro, pero solo de forma momentánea. Con un triple tras otro, los visitantes rompieron la barrera de los diez (71-64 a 5:38) provocando el tiempo muerto del técnico local,
Javier Pérez. Cuando más falta hacía,
Daniel Morell acertó, pero el Boadilla demostraba el porqué de su trayectoria. Un 2+1 de
Fede de la Torre significó el 73-69 a 4:14 y, poco después, el base dejó a su equipo a dos... El sprint final derrochó emoción: 77-74 a 2:38, 80-77 a 1:39.... A falta de 45 segundos los locales mantenían esos tres puntos (84-81), aguantaron y aumentaron sus opciones de playoff.