Federación de Baloncesto de Madrid

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ACTUALIDAD - Protagonistas

"Con 12 años, el Día del Mini es como un Campeonato del Mundo"



Héctor Figueroa (Madrid, 19/06/2001) lleva el baloncesto en las venas. Ha sido campeón de Madrid alevín en un Día del Mini que recuerda "como si fuera el Campeonato de Mundo", ha jugado dos Campeonatos de España con Alcobendas y Fuenlabrada, y ahora milita en el equipo EBA del Movistar Estudiantes. Oficialmente escolta, aunque base de vocación, sus mejores armas son la visión del juego y el tiro. Fotos: FBM / Movistar Estudiantes/Juan Pelegrín.



Empezaste a jugar en el CB Alcobendas...

Bueno, realmente empecé en mi colegio, el Padre Manyanet. Jugamos un partido contra un equipo del Alcobendas y les ganamos con el equipo del cole. No se lo esperaban. Nos vio Alfonso Morgado, y un amigo y yo nos fuimos al Alcobendas. En el cole jugué en primero y segundo de Primaria, y a partir de tercero en el Alcobendas.

¿Y por qué el baloncesto? ¿Por tradición familiar?

Sí, tradición familiar porque mi padre, mi madre, mi tío... todos han jugado al baloncesto. Yo desde pequeño veía a mi madre, porque ella todavía jugaba en San Agustín del Guadalix. Mi padre ya solo entrenaba. Empecé a tragar baloncesto desde pequeñito con una pelota que era más grande que yo.

¿Qué recuerdos tienes de los años de minibasket?

Ahí fue cuando me enganché al baloncesto. Todos mis amigos del colegio jugaban y eso me encantaba, iba a jugar con muchas ganas. Cuando me fui a Alcobendas también teníamos un grupo muy bueno y además ganábamos. En el Día del Mini quedamos cuartos el primer año de benjamín y terceros el segundo, y en alevín ganamos, ¡fuimos campeones de Madrid! [en la foto]. Además de estar con tus amigos, ganas... y eso te engancha todavía más.

¿Qué te parece el Día del Mini de la FBM?

Recuerdo que llegábamos todos súper nerviosos. Era muy especial, el día importante en el que te jugabas todo. Con 12 años lo veíamos como el Campeonato del Mundo.

En Infantil llegasteis al Campeonato de España, otra experiencia inolvidable.

Además fuera de casa. Vives el baloncesto de otra manera. Estás todo el rato pensando solo en baloncesto y eso te hace crecer como jugador.

Estuviste en Alcobendas prácticamente todos los años de formación hasta que, en júnior de segundo año, te vas a Fuenlabrada... y otra clasificación para el Campeonato de España.

Además como segundos de Madrid. Perdimos la final contra el Real Madrid. Allí no tuvimos tanta suerte porque en el cruce nos tocó Unicaja, pero aun así fue otra gran experiencia.

Después estuviste un año en el Uros de Rivas y hace dos llegaste al Estudiantes, ¿cómo fue la llegada al Ramiro?

Estudiantes ya me llamó en júnior, cuando fui a Fuenlabrada, pero llegaron un poco tarde. Me llamó Íñigo [de la Villa] y me hubiera venido encantado, pero ya me había comprometido con Fuenlabrada y tenían un proyecto muy bueno como se vio después en la fase final. Dos años después, Íñigo me volvió a llamar, me ofreció mucho entrenamiento, en una generación muy buena... y para delante.

¿Cómo te definirías como jugador?

Para empezar, como un jugador que siempre lo deja todo en la pista. Un base-escolta que le gusta anotar, que siempre tiene en mente anotar, pero también me encanta que juegue el equipo y hacer jugar. Desde pequeño he sido base porque crecí tarde y siempre me ha encantado hacer jugar al equipo.

De hecho, en las estadísticas de la FEB destacas en porcentaje de tiro y asistencias... ¿tienes algún referente, algún jugador en el que te hayas fijado especialmente.

Referentes casi nunca he tenido porque cuando veo baloncesto me fijo más en los equipos, no en un jugador en concreto, pero me encantaba Jaycee Carroll. Con mi abuelo, que es muy madridista, veía un montón de partidos del Madrid y nos encantaba Carroll, su ética de trabajo, tirar siempre igual... y en el Estudiantes, por ejemplo, Landesberg, que tuvo una temporada buenísima.

Llevas en el baloncesto desde muy pequeño, ¿qué te aporta?

¿El baloncesto? Es mi vida. No es que me aporte algo en la vida, es que es mi vida. Vivo por y para el baloncesto. Al final los valores que me da el baloncesto los aplico en la vida, y es lo que más me ha enseñado: todos los valores de compañerismo, trabajo... Los aprendes en el baloncesto y los aplicas a la vida real.

Pero compaginar los estudios no debe ser fácil, sobre todo en una categoría tan exigente como la Liga EBA.

Nunca lo ha sido, porque desde pequeño he entrenado mil horas. Siempre he sido cumplidor en cuanto a los estudios, nunca he tenido ningún problema. Es verdad que había veces que llegaba tarde a casa después de entrenar y me costaba ponerme, pero al final siempre lo he sacado. Creo que es muy importante mantener los estudios. Es verdad que tienes que buscar tu sueño y que cuanto más trabajes más suerte vas a tener, eso está claro, pero te puede salir o no, y tienes que labrarte un futuro porque nunca sabes si podrás vivir del baloncesto.

¿Esa disciplina para compaginar los estudios con los entrenamientos también te la da el baloncesto?

Sí. Aparte de muchos valores para la vida, el baloncesto también te enseña disciplina, saber cómo compaginar los tiempos, los horarios...

También has jugado en LEB Plata con el Real Canoe por la vinculación entre los dos clubs, ¿se nota mucho el salto de categoría?

Como en casi todas las categorías, cuando subes lo que más se nota es el ritmo de juego, es como un pasito más de velocidad. Tienes que pensar más rápido.

En lo deportivo, está siendo una temporada complicada, ¿la permanencia en EBA está muy cara?

Está cara porque desde el quinto o sexto clasificado hasta abajo estamos todos a tres o cuatro partidos. La Liga EBA siempre ha sido muy exigente, una categoría en la que puedes perder con cualquiera y ganar a cualquiera. Va a ser complicado, pero cuando jugamos bien muy pocos rivales nos pueden ganar.

Hablabas del Día del Mini, de los Campeonatos de España... Son sueños cumplidos, ¿cuáles te quedan por cumplir en el baloncesto?

El día a día lo dirá porque todos esos sueños me los ha dado la vida. Al final, tienes suerte y encuentras un equipo bueno, una generación buena como la que tuvimos en Alcobendas. Ahora tienes que buscarte un poco más la vida y seguir mejorando, seguir trabajando... Ahora el sueño sería seguir hacia arriba para intentar llegar a lo máximo que pueda y dar lo máximo de mí.

En principio, el EBA es la antesala del primer equipo...

Sí, pero no pienso en eso. Yo trabajo en el día a día y ya vendrán las oportunidades. Si trabajas, seguro que tienes suerte.

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