DAVID GONZÁLEZ / DPTO. DE COMUNICACIÓN FBM
Fotos: Rocío Benitez
El primer partido de liga ante Rivas (categoría Bronce de la Liga Ahorramas infantil) fue un paso muy importante, uno de los más deseados en el camino hacia la recuperación. El padre de Helios, Carlos Hidalgo, recuerda que "fue diagnosticado de leucemia linfoblástica aguda [el tipo más común de cáncer infantil] el 4 de marzo de 2023, justo después de un partido de categoría alevín que no jugó porque llevaba varios días sin encontrarse bien. Parecía mononucleosis y de repente... era leucemia. Ingresó esa misma noche en La Paz. 27 días de ingreso y tratamiento intensivo para luego volver a casa unos días e intercalar periodos en casa con otros en el hospital".
Los primeros días de Helios en La Paz coincidieron con la inauguración de la Aceleradora Unoentrecienmil, el objetivo de Canastas Contra el Cáncer Infantil, la jornada solidaria que nació en 2023 con la colaboración de la Federación de Baloncesto de Madrid y que, en su segunda edición, se extendió a toda España gracias al apoyo de la FEB. Según las investigaciones de la Fundación Unoentrecienmil, la Aceleradora ayuda a la recuperación de los niños con cáncer mediante el ejercicio físico, reduciendo el tiempo de hospitalización y paliando los efectos secundarios del tratamiento. Como recuerda su padre, "Helios y dos o tres pacientes más han sido los pioneros en entrenar en sus instalaciones. Ha sido fundamental bajar un ratito a la Aceleradora, romper con la rutina de la habitación, verle haciendo deporte..."
Ese trabajo en la Aceleradora ha tenido continuidad fuera del hospital. "Al volver a casa hemos seguido entrenando -comenta Carlos Hidalgo-. Ha tenido que empezar de cero después de perder toda la masa muscular por los corticoides. Empezamos caminando, jugando al tenis de mesa... para, a los cinco meses, coger de nuevo un balón de baloncesto. Desde entonces Helios ha entrenado casi cada día. Poco a poco, lo que podía hacer, pero el ejercicio físico ha sido fundamental. En febrero volvió a entrenar con su equipo, sin ficha, y ahora toca volver a jugar. Aún tiene medicación, no tiene el alta definitiva, pero le dejan y está loco por competir, por demostrar que se vuelve de la leucemia".
En su larga carrera, Helios tiene a su lado a sus padres, Carlos y Vanesa, su hermano Carlo, sus demás familiares y amigos, pero además su padre agradece la ayuda de "todo el servicio médico de Oncología infantil de La Paz; de las muchas fundaciones que ayudan a estos niños y sus familias, en especial la Fundación Unoentrecienmil; de la Federación de Baloncesto de Madrid, y de su club, el Real Canoe, que sigue apostando por él aún estando enfermo".
Después de año y medio, Helios ha madurado ("ha crecido de golpe", afirma su padre), pero antes del primer partido oficial no podía evitar los nervios del regreso. "Volver me hace mucha ilusión. Es una alegría tremenda volver a jugar un partido oficial con mi amigos, con el Real Canoe...", afirmaba. Todavía queda camino por recorrer, pero, desde su experiencia, Helios aconseja a los niños en una situación similar "que no se rindan, que luchen, que tengan esperanza y que hagan deporte porque viene muy bien para mantenerse en forma e intentar curarse antes".