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Jorge Sanz (Madrid, 4 de enero de 1993) escaló todas las categorías inferiores del Real Madrid hasta debutar con el primer equipo a los 18 años. En la Euroliga lo hizo con un triple. Tiene en su haber cuatro medallas en Campeonatos de Europa, incluidos dos oros en U16 y U18, pero ese palmarés no le valió para alcanzar la titularidad en el Obradoiro de Liga Endesa. Ahora es una de las piezas clave del Fundación Baloncesto Fuenlabrada, en Adecco Plata. Con 21 años sigue siendo uno de los bases con más futuro del baloncesto español, pero ha aprendido a ir poco a poco. Paso a paso.
¿Cómo empezaste con el baloncesto?
Empecé en Soto del Real, que es mi pueblo. Alejandro Suárez, el presidente del club Piratas Soto Salesianos, fue el que me animó. Por él estoy en el baloncesto. Empecé a jugar en Piratas... y hasta ahora.
¿Con qué edad empezaste?
Al principio me tiraba más el fútbol, pero con 6 años más o menos comencé a compaginar los dos deportes, y a los 8 me decanté por el baloncesto.
¿Cuándo llegaste el Real Madrid?
En cadete, que era la categoría más baja que tenían entonces, aunque en alevín e infantil ya me llamaron para disputar algunos torneos en el colegio Agustiniano.
¿Tienes algún recuerdo especial de esos primeros años de formación?
Hay muchos y muy buenos, tanto en Piratas como en el Real Madrid, porque para mí el baloncesto aparte de ser un deporte es mucho más. Por ejemplo, un recuerdo importante de la infancia es cuando, con Piratas, fuimos subcampeones de Infantil federado.
En esos años, también estuviste en las selecciones de Madrid...
Sí, recuerdo especialmente el Campeonato de España infantil en el que quedamos primeros. El entrenador era Javi Juárez. Nos llevamos la medalla de oro y fue un torneo especial en el que hicimos una piña y nos salieron muy bien las cosas. También estuve en alevín, en San Fernando, con Gabi [Gabriel Álvaro], y después, en cadete.
Pasó por todas las selecciones de Madrid: alevín, infantil y cadete.
Con 18 años debutaste en el primer equipo del Real Madrid...
Fueron unos días mágicos, que no se me olvidarán nunca. Debuté en Zaragoza contra el CAI. Jugué tres minutos, pero no puede anotar. Mi primera canasta oficial fue contra el Efes Pilsen en el primer partido que jugué en Euroliga. Metí un triple que tengo grabado en la retina. ¡El primer triple que metes en competición oficial con un equipo como el Real Madrid! Se dice pronto, pero es difícil de conseguir. Era cumplir el sueño que tienes de pequeño.
¿Tenías algún jugador de referencia?
Siempre he sido mucho de Felipe Reyes. No sé por qué, porque no es mi posición, pero siempre le he tenido como un referente.
En el Madrid podrías estar acompañando a Sergio Rodríguez y Sergio Llull, pero llegó Draper. ¿El fichaje de un nuevo base fue una decepción?
No exactamente, porque yo sabía que mantenerte en el Real Madrid siendo tan joven era muy difícil y a la vez muy arriesgado. Yo quería minutos y eso en el Madrid era muy difícil teniendo delante a Sergio Rodríguez y Sergio Llull. El año que estuve con ellos tuve mil experiencias y lo pasé muy bien. Salí en busca de minutos para, en un futuro, intentar volver al Madrid con un rol más importante.
¿Crees que, en general, se mira más hacia fuera que a lo que hay en casa?
Sí, aunque ahora, debido a la situación económica, las cosas están cambiando un poco porque se pueden traer tantos americanos. Pero sí es verdad que a veces se traen jugadores de fuera en lugar de contar con uno de la cantera. Espero que, poco a poco, los jóvenes podamos convencer a los entrenadores para que cuenten con nosotros al más alto nivel.
Decías que buscabas minutos y te fuiste al Obradoiro. El equipo hizo una de las mejores campañas de su historia, pero tú jugaste menos de lo esperado [11 partidos]. ¿Cómo calificarías esa experiencia?
Siempre me suelo quedar con las cosas buenas. Fue un año histórico para el Obradoiro, en el que conseguimos los playoff. Me gustaría haber jugado más, pero eso no quita para que fuera un año bonito en el que aprendí muchas cosas y compartí vestuario con jugadores muy importantes. De hecho, Alberto Corbacho fue convocado para la selección absoluta, aunque al final no fue al Europeo.
Campeón de Madrid junior en 2011. Jorge Sanz, capitán, está abajo, junto a la copa.
En ese Madrid junior estaban Willy Hernangómez, Dani Díez, Alberto Martín, Julen Olaizola...
Con las selecciones españolas de formación tienes dos oros y dos bronces...
Sí, cada verano fue una experiencia increíble. He tenido la suerte de que en los cuatro Europeos que he estado he conseguido medalla.
Pese a los éxitos en categorías inferiores, llegar al primer equipo del Real Madrid es muy difícil, y también tener minutos en la Liga Endesa... ¿Quizá tú llegaste demasiado pronto?
Mirándolo ahora, a lo mejor sí, y también tuve la mala suerte de no contar con muchos minutos. Pero eso ahora mismo no me preocupa. Ahora a lo mejor he dado un paso atrás respecto a la categoría, pero para conseguir más minutos, más experiencia, y, poco a poco, intentar llegar a la ACB. Poco a poco, voy a intentar alcanzar el nivel para que la gente se fije en mí .
¿Puede ser que el salto de un junior de alto nivel, como puede ser el del Real Madrid, a la ACB sea más grande de lo esperado? ¿Hay más escalones de los que parece?
Sí, el salto es muy grande. Cuando eres junior no eres consciente de lo que es el nivel ACB. En junior compites contra gente de tu edad. En ACB te metes en un mundo en el que hay jugadores americanos, europeos, de todas las edades... Es un salto demasiado grande.
¿La diferencia es más física o técnica?
Un poco de todo. Cuando en junior lo haces muy bien, crees que ya estás listo para jugar en ACB, pero no es así. No eres consciente la diferencia que hay. El nivel físico es mil veces mayor y el táctico también. Te encuentras con gente de 36 años, como Andy Panko que físicamente están espectaculares y, después de muchos años en la ACB, saben de todo. Hay gente buenísima. Por eso es mejor ir paso a paso, poco a poco.
Ahora mismo hay varios jugadores de la cantera del Real Madrid que están en la misma situación que estuviste tú, como Alberto Martín, Jonathan Barreiro, Santiago Yusta... ¿Qué les dirías?
Son amigos míos. Incluso con Alberto compartí vestuario. Solo que aprovechen el momento, que lo disfruten al máximo y, en el futuro, que vayan pasando etapas en equipos donde tengan minutos y se sientan importantes. Ojalá en el futuro puedan estar en el Real Madrid, que es donde todo jugador quiere llegar... y más ahora que está a un nivel increíble.
¿Estamos ante el mejor Real Madrid de los últimos años?
Sí. Este año son casi imbatibles.
Hablabas de paso atrás en cuanto a categoría. ¿Por qué fichaste por el Fundación Baloncesto Fuenlabrada?
En verano tuve varias ofertas encima de la mesa, incluidos algunas de equipos de LEB Oro. Me decanté por Fuenlabrada porque me gustaba el proyecto. Era en el filial, en LEB Plata, pero con un rol muy importante, de base titular, y eso me servía para forjarme como jugador, y más viniendo de un año en el que había jugado poco. Quería jugar, en el equipo que fuera, pero jugar. Además, Fuenlabrada tiene un equipo ACB en el que, de vez en cuando, subo a los entrenamientos, y, si sucede algo, estoy preparado para ayudar.
El filial está haciendo una temporada espectacular: vais líderes, subcampeones de la Copa Adecco Plata... ¿Qué tiene este equipo?
Al principio de temporada no nos planteamos nada. Empezamos paso a paso, entrenamiento a entrenamiento, partido a partido... y las cosas nos empezaron a salir bien hasta que vimos que éramos líderes y ahora mismo, a falta de cuatro jornadas, seguimos ahí. Todo es debido al trabajo diario que hacemos, que es espectacular. Con Armando [Gómez] entrenamos todos los días muy duro, nos exige muchísimo, y eso nos ha llevado a ser un equipo ambicioso que quiere llegar a lo máximo posible.
Ese partido a partido, paso a paso, se ha puesto de moda esta temporada..., y no solo en el baloncesto.
Sí (risas). Parece que todos hemos copiado el sistema de Simeone en el Atlético de Madrid, pero es que es la mejor opción. Fijarte en cada partido, no pensar en el pasado ni en el futuro, solo en el presente, en el día a día. Intentar mejorar en cada entrenamiento para dar lo máximo en el partido.
¿Eso valdría también como consejo para los que chavales que empiezan?
Sí, que no tengan pájaros en la cabeza ni piensen en el futuro. Solo en trabajar, en el día a día, y en esforzarse al máximo para alcanzar al máximo nivel posible.
En la Copa Adecco Plata sufriste un esguince en pleno partido, pero volviste a la cancha. ¿Era un partido especial?
Al caer después de un triple me torcí el tobillo. Era un partido especial para nosotros y para el club, así que me vendé rápido y seguí jugando como pude. Iba medio cojo. Después el médico me dijo que tenía un esguince de segundo grado y que cómo había seguido jugando... Estuve 20 días parado.
El ambiente de ese partido en el Fernando Martín fue espectacular, invitaba a la remontada...
Sí, sabemos la dificultad que hay debido a la situación económica, pero el aliento de la afición siempre se nota. Para nosotros es un extra de motivación. Saber que hay gente detrás de nosotros nos hace salir al 200 por cien.
En un partido de esta temporada, con el Fundación Baloncesto
Fuenlabrada, ante el Guadalajara. Foto: Fran Martínez.
¿Qué planes tienes para el futuro?
Lo primero es terminar esta temporada lo mejor posible, y luego seguir trabajando en busca de oportunidades, de un equipo en el que pueda tener minutos ya sea ACB, LEB Oro o LEB Plata... lo importante es que sea una buena opción y que cuenten conmigo para jugar. Soy joven y es muy importante tener minutos para mejorar.
¿Más que la categoría cuentan los minutos?
Sí, pero es verdad que me gustaría dar un paso más adelante. La LEB Plata es muy competitiva, con jugadores muy buenos, pero quizá dar un salto más para acercarme a la ACB, que es donde quiero llegar.
Y si el Fundación Baloncesto Fuenlabrada llega a Adecco Oro, ¿habría posibilidades de quedarte?
Sí, claro. Estoy muy contento en Fuenlabrada. Si el club opta por sacar un equipo en LEB Oro y quiere contar conmigo, lo más seguro es que me quede aquí porque estoy encantado.
