Federación de Baloncesto de Madrid

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"El deporte enseña más valores que las matemáticas"



Se aficionó al baloncesto viendo al mítico CREFF de Ita Poza, se dedicó a entrenar porque "no me dejaban jugar por bajito" y no ha parado desde entonces. Juan Paz Irueste (Madrid, 2 de mayo de 1952) lleva más de cuatro décadas entrenando en el colegi...

Entrevista JuanPaz1Se aficionó al baloncesto viendo al mítico CREFF de Ita Poza, se dedicó a entrenar porque "no me dejaban jugar por bajito" y no ha parado desde entonces. Juan Paz Irueste (Madrid, 2 de mayo de 1952) lleva más de cuatro décadas entrenando en el colegio Irlandesas, donde fue campeón de España y, a sus 62 años, sigue acudiendo cada tarde. Entre medias, fue seleccionador femenino de Madrid y convenció a una niña llamada Amaya Valdemoro para que aparcara el atletismo. Es uno de los referentes del baloncesto madrileño, que apuesta por los valores del deporte (compañerismo, generosidad...) y por enseñar técnica individual.



 

 

¿Cómo empezaste con el baloncesto?

Me gustaba desde siempre. Empecé en mi colegio, el Sagrada Familia, pero me dijeron que no podía jugar por bajito y eso se me quedó un poco grabado (risas)... A los 19 años comencé a entrenar y hasta ahora.

En 1973 llegaste al colegio Irlandesas, que entonces estaba en la calle Velázquez.

Una amiga mía era entrenadora en el colegio. Se habían clasificado para los Campeonatos de España, que llevaba todavía la Sección Femenina, y me pidió si le podía echar una mano porque yo sabía un poco más. Al año siguiente me propusieron continuar.

Entrevista-JuanPaz2
El equipo de Irlandesas campeón de España en 1975.

En esos años los colegios eran referentes en el baloncesto...

 Sí, además de nosotros, estaban Estudio, Jesús María, Jesús Maestro o Damas Negras que tenía un equipo muy bueno de niñas. Sobre todo Estudio, con Tere Vela y Paco Hernández al frente, era el centro del baloncesto, tanto masculino como femenino. Casi todos éramos colegios quitando algún club que tenía femenino como el Canoe. Posteriormente llegaron otros clubs femeninos como el Tintoretto.

Irlandesas fue campeón de España infantil en 1974 y 1975, ¿cómo llega un colegio a conseguir un título nacional?

Teníamos la suerte de contar con una APA impresionante, con Marcos Humet, y con una monja excepcional que es Ana Garrigues. Sin ellos hubiera sido imposible porque en los colegios dependemos de la dirección y de la asociación de padres. Aquí los dos apoyaban totalmente el deporte, no solo el baloncesto porque en aquella época también teníamos un gran equipo de hockey. De hecho, salieron dos niñas que estuvieron en los Juegos Olímpicos del 92, en Barcelona. En este colegio siempre han apoyado el deporte.

Ahora ver a un colegio campeón de España es casi impensable...

Sí, porque ahora los clubs están muy fuertes y, sobre todo, porque si hay alguna niña o niño que destaca se suele marchar a un club, con lo cual es complicado. Nosotros en los años 80 estuvimos en Primera B [el equivalente a Liga Femenina 2] y las doce jugadoras eran antiguas alumnas del colegio.

Al final, son los padres lo que deciden que los jugadores se marchen...

Sí, en nuestro caso porque les ofrecen entrenar en cubierto, y eso aquí no se puede nada mas que en el gimnasio. Pero también es un problema para ellos porque es mucho más fácil bajar de las clases y entrenar que recogerlos, irte a otro sitio... Sucede desde alevines y al final los niños pierden un tiempo muy valioso que podrían dedicar a los estudios. Ahora tenemos una jugadora muy buena en edad alevín por la que han preguntado varios clubs. Los padres han decidido que se quede precisamente para que no tenga que irse a entrenar lejos y creo que hasta infantil de segundo año seguirá aquí, en el colegio. Después no la podremos retener porque es muy buena, y aquí prima la técnica individual más que la cuestión física, a la que no damos tanta importancia.

¿A veces a los niños se le meten en la cabeza demasiadas tácticas o sistemas?

Sí. Aquí nosotros hacemos técnica individual: bote, pase y tiro... Está muy claro. Y lo mismo nos da que sea una niña alta o baja. Todas tienen derecho a subir la pelota. A veces se encasilla demasiado a niños y estas edades eso no se puede hacer. Es un error de entrenadores jóvenes, que yo también he cometido.

Aparte de que los niños buenos cada vez se marchen antes, ¿qué otros cambios has notado en el deporte escolar en estos años?

Hay más deportes, mucha más oferta, y, quitando el colegio Estudio, que sigue centrado en el baloncesto, todos los demás tenemos que ofrecer un abanico muy amplio. Eso hace que baje el número de jugadores o jugadoras porque, por ejemplo, en voleibol también necesitan niñas altas, que salten y con buena coordinación. Al final, nos hacemos competencia unos a otros.

Entrevista-JuanPaz3Al frente de la selección cadete de Madrid. En la fila de arriba,
con el 11, Amaya Valdemoro; en la de abajo, con el 4, Elisa Aguilar.

¿Cuál es ahora el papel de los colegios en el baloncesto?

Los colegios es donde nace la semilla, donde empieza a fructificar y hay que empezar a cuidarla. Somos los que regamos esa semilla para que siga adelante, y no debemos ser egoístas. Si tenemos un niño o una niña con condiciones, que salte a un club, pero con una edad adecuada.

¿Cuál sería esa edad?

Depende de la madurez del niño, pero en alevines no lo veo bien. Yo los dejaba en el colegio hasta segundo año de infantil. Después, tienen que trabajar el físico y eso en los coles a lo mejor no se puede hacer. Además, a edad el niño ya es más maduro, sabe lo que tiene que hacer y cómo repartirse el tiempo, unas horas para el estudio y otras para su deporte preferido.

¿El deporte forma parte de la educación?

No es forme parte, es que es educación, ayuda a la formación integral del alumno. Ayuda a socializarte, a valorar a los compañeros, y, sobre todo, un deporte como el nuestro, que tiene pases. Si hay pase, tienes que contar con el compañero, saber que a lo mejor hoy tú lo haces mal pero los compañeros lo hacen bien y ganamos por ellos. Otro día te tocará a ti. El deporte tiene muchísimos valores, más que las matemáticas, porque si ayudas a un compañero en un examen está copiando, pero durante un partido puedes ayudarle con un pase, con una asistencia, en defensa si se le ha ido su atacante... La colaboración es mucho más importante.

A veces parece que lo más importante es ganar...

Sí, pero eso viene por algunos padres, que se creen que sus hijos son buenísimos, y por entrenadores sin experiencia. Muchos entrenadores jóvenes quieren ganar por encima de todo, pero los que ya tenemos unos años sabemos que en este deporte a veces se gana y a veces se pierde, porque no se puede empatar como en otros... Lo importante es que los niños se diviertan, que se hagan amigos... De hecho, mis mejores amigos están en el deporte.

EntrevistaJuanPaz4En 2013, recibió un homenaje de la FBM por su trayectoria en el balonceto madrileño.

Durante unos años, simultaneaste el trabajo en Irlandesas con las selecciones femeninas de Madrid.

Sí, las tres a la vez, infantil, cadete y juvenil, con Marisol Coello, que era mi ayudante, e Inmaculada Revuelta como delegada. Llevábamos todo. A raíz de dejarlo nosotros, en la Federación pusieron un seleccionador para cada categoría. En los dos años que estuvimos tuve la suerte de entrenar a Elisa Aguilar, Amaya Valdemoro, Pilar Guil... Tengo una anécdota. Eran infantiles y cuando el entrenador de Amaya en el Tintoretto se enteró de que la iba a poner en la misma habitación que Elisa, que estaba en el Canoe, vino a protestar porque decía que eran rivales. Yo le contesté: "Tú te irás del Tintoretto, yo me iré de la selección y ellas seguirán juntas..." Y así ha sido.

¿A esa edad ya se veía hasta dónde podían llegar?

Elisa era muy fuerte, de hecho ya tenía algunos problemas con los cuádriceps, y Amaya era un portento de cualidades físicas. No sabía mucho baloncesto, pero era una fuera de serie...

¿Qué más hace falta?

Algo muy importante es la familia, que le dé importancia al deporte. En el caso de Amaya, se la robamos al atletismo. Su padre me preguntó si la veía con cualidades para el baloncesto y le dije que nunca había visto una jugadora de 13 años con esas cualidades, que solo le faltaba trabajar más la técnica individual. En cierto sentido, yo fui un poco culpable de que dejara el atletismo por el baloncesto, y ella me lo recordó el día que pusieron su nombre a un pabellón en Alcobendas, un detalle que agradecí mucho. También hay que trabajar duro, y Amaya ha trabajado durísimo para llegar hasta donde ha llegado.

Deportivamente, el baloncesto femenino español está en su mejor momento, pero económicamente...

Ese es el problema que tenemos, que hay muy pocas ayudas. Hoy podemos decir que somos la segunda potencia mundial en el baloncesto femenino y la primera de Europa, con medallas todos los años. Se está trabajando bien y hay que felicitar a los entrenadores, empezando por los de base.

¿Eres un entrenador 'de femenino'?

Totalmente. Algunos me han dicho que esto es baloncestín, pero jugamos con las mismas canastas, a la misma altura, y con las mismas reglas.

EntrevistaJuanPaz5Con un equipo cadete de Irlandesas en el gimnasio del colegio; la jubilación no entra en sus planes.

Además de la competencia de los clubs o de otros deportes, ¿qué otros problemas tienen los colegios?

En los colegios dependes de la dirección. Si desde el centro le dan al deporte el valor que tiene, aunque no ganes nada o no destaques, tendrás equipos y gente para jugar. Cuando teníamos el Primera B, las jugadoras eran también entrenadoras de los pequeños y lo que cobraban por entrenar lo dedicaban a pagar los viajes del equipo. Cuando ya no podiamos seguir, en el año 95, mi mujer y yo tuvimos que pedir un crédito para acabar de pagar las 800.000 pesetas que nos faltaban. Con todo, fue una época muy bonita que no me importaría volver a vivir.

¿Cuáles son los objetivos de Irlandesas ahora?

Para mí seguir formando jugadores y entrenadores. Si alguno llega arriba, bien. Si no, siempre estaremos ayudando a la formación integral de la persona porque el deporte es muy, muy importante.

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