Lleva en la camiseta el apellido de su madre, Wonny Geuer, campeona de Europa, igual que ahora su hermano Willy. El mediano de la saga, Juancho Hernangómez Geuer (Madrid, 28 de septiembre de 1995), es la definición de jugador completo: puede jugar de tres o de cuatro, sube el balón, rebotea, tira... y todo ello le ha servido para empezar a llamar a las puertas de la selección absoluta. Tras un gran verano con la U20, le espera la temporada de su consagración como pieza clave del Movistar Estudiantes. Mientras, mira hacia abajo y apuesta por cuidar las canteras para garantizar el futuro del baloncesto español.

Con una familia como la tuya parece que naciste con un balón de baloncesto bajo el brazo, pero antes de entrar en el CB Las Rozas jugabas al fútbol....

Sí, mi hermano y yo jugábamos a fútbol porque era el deporte que más nos gustaba. Nuestros padres [Guillermo Hernangómez y Wonny Geuer] nos enseñaban algo de baloncesto, pero sin darle la importancia que fue tomando después. La verdad es que cambio al baloncesto fue a mejor, pero lo más importante era hacer deporte y que nos gustara.

¿Qué os daban de comer en casa?

Ja, ja... Por suerte, en casa la comida nunca ha faltado. Nuestros padres siempre nos han dado de comer muy bien y nos ha gustado mucho comer. Quizá por eso hemos crecido tanto...

Aparte de la genética, ¿qué consejos os han dado?

Mucha gente piensa que porque ellos hayan jugado al baloncesto nosotros también estábamos obligados a hacerlo, pero no ha sido así. Siempre han sido muy respetuosos con lo que nos gustaba, como sucedió con el fútbol. Siempre han querido que disfrutáramos, que lo pasáremos bien y ya está. Por supuesto, también nos dan algún consejo sobre baloncesto. Es imposible que no lo hagan después de tantos años jugando y de lo lejos que llegaron, pero los dos principales han sido trabajar con humildad y disfrutar con lo que hagamos.

En la temporada 2011/12, con la camiseta del CB Majadahonda.

Del CB Las Rozas pasaste al Real Madrid, en edad cadete, pero solo estuviste una temporada, ¿por qué?

Al final de la temporada, el club decidió que no continuara con ellos y ahí se terminó mi paso por el  Madrid. Lo recuerdo como un año muy duro porque no jugaba mucho, no había mucho feeling, tenía que bajar todos los días a entrenar a Madrid... Fue sobre todo un año de aprendizaje.

Después estuviste dos años en el CB Majadahonda y fichaste por el Estudiantes con muletas tras sufrir una grave lesión de rodilla.

Sí, fue un verano muy duro. Me ficharon lesionado y en el Estudiantes me ayudaron a recuperarme. Les agradezco mucho la confianza que tuvieron en mí porque no sabían cómo iba a salir de la lesión.

Dices que fue un año duro, ¿las lesiones son lo peor del deporte?

Siempre son duras, pero por un lado estoy agradecido a esa lesión porque a partir de ahí cambió mi forma de entender la vida. Posiblemente, sin esa lesión no hubiera luchado por estar donde estoy ahora. Es muy duro pero sirve para que tú también te endurezcas y mejores.

Desde tu experiencia en Las Rozas, Majadahonda, Real Madrid, ahora en el Estudiantes... ¿cómo ves el baloncesto de base?

Creo que ahora está pasando una pequeña crisis porque grandes clubs como el Real Madrid y el Barcelona están fichando mucha gente de fuera y eso puede afectar al nivel nacional. Espero que con los años cambie. El Estudiantes y la Penya han lanzado una propuesta de protección de canteras que me parece fundamental para proteger a nuestros jugadores y que sigan saliendo... Siempre hay que defender el producto nacional, a nuestras canteras. Hay muchísimos clubs con muy buenos jugadores, tenemos mucho talento en España y debemos potenciarlo.

Al poco de fichar por el Estudiantes, te incorporaste a las selecciones nacionales. Lo hiciste en la U18, tarde para lo que es habitual.

Antes no pude ir por los problemas con la rodilla. Mi primer Campeonato de Europa fue el U18, y conseguimos un bronce increíble. Los años siguientes, dos platas con la U20. La primera junto a mi hermano, de la que tengo un gran recuerdo, y esta última con toda mi generación junta.

Con las selecciones sueles jugar como ala-pívot, aunque tu puesto más habitual es de alero, ¿dónde te encuentras más cómodo?

Yo siempre le digo al entrenador que lo que quiero es que me ponga en la cancha. Está bien ser capaz de jugar en diferentes posiciones, pero lo importante es estar en cancha porque si no, no haces nada. ¿Qué puesto me gusta más? Sinceramente, me da igual. Lo que quiero es jugar al baloncesto y ya está.

Después de tu gran Europeo U20, este verano llegó el premio de entrenar con la selección absoluta antes que de viajaran al Eurobasket, ¿cómo fue?

Cuando me lo dijeron creí que era una broma, que me estaban vacilando. Cuando supe que era cierto, fue una enorme alegría. Era una oportunidad única y estoy muy contento de haber coincidido unos días con esta generación, grandísimos jugadores que han demostrado ser los mejores de Europa. ¿Y qué vamos a decir de Pau Gasol? ¡Es el mejor!

Para triunfar viene bien la genética, hace falta mucho trabajo, pero también hay que tener una mentalidad ganadora, ¿no?

Sí, cada deportista tiene que tener su mentalidad ganadora, su motivación para seguir mejorando, entrenando cada día, ser duro en los momentos difíciles y disfrutar los buenos. El mejor ejemplo es Pau Gasol, que es un ganador nato. Siempre quiere ganar y seguir mejorando. Eso es importantísimo para un jugador y también para cualquier persona.

Willy ya está en la selección absoluta, tú estás llamando a la puerta... solo falta la pequeña, Andrea.

Sí. Yo siempre digo que Andrea va a ser la mejor de todos porque, aparte de ser la princesa de la casa, tiene un enorme talento. Está aquí, en el Estudiantes, creciendo día a día.

El último Europeo U20 supuso su despegue internacional;
fue elegido en el quinteto ideal del campeonato. Foto: FIBA Europa

En el primer equipo del Movistar Estudiantes se han producido un cambio de entrenador, han llegado compañeros nuevos... ¿Cómo afrontas la nueva temporada?

El objetivo colectivo es, como siempre, que el equipo sea competitivo, que no demos ningún partido por perdido y seamos capaces de competir en todo miomento. En casa ser un fortín y fuera,conseguir las victorias que nos faltaron el año pasado. A nivel individual, dar un paso adelante.

Te esperan duelos directos con tu hermano...

Sí, de momento tenemos dos asegurados con muy buena pinta. Es un placer jugar contra alguien como él, que ha sido oro en el Europeo.

¿En el horizonte miras hacia la NBA?

Cada jugador tiene una motivación y una de ellas es jugar algún día en la NBA, pero yo soy muy realista. Me gusta ir paso a paso y cada escalón se sube con esfuerzo. Ahora no me lo planteo, pero quién sabe, quizá algún día...

¿Qué te falta para mejorar antes de dar ese salto?

Todo. Soy un jugador que puede hacer muchas cosas, pero necesito mejorar en todas. No hago nada perfecto, pero solo te aseguro que voy a seguir entrenando para conseguirlo.