La temporada de minibasket acaba de empezar con un total de 465 equipos de toda la Comunidad de Madrid en liza, 36 más que la temporada pasada (y de ellos, 23 femeninos). Fernando Sendino (Madrid, 6 de diciembre de 1985) es desde el pasado junio el seleccionador mini masculino de Madrid. En su cometido está reunir a los mayores talentos de unas categorías donde la libertad y el desparpajo deben reinar. En su día a día en el colegio Agustiniano (donde lleva toda la vida), Sendino resta importancia al resultado y apuesta por convencer a los padres de que el deporte es un complemento necesario a la educación en las aulas.
Llevas toda la vida en el colegio Agustiniano. Como alumno, jugador (desde los 7 años), entrenador (a partir de los 16) y coordinador... ¿Por qué empezaste a entrenar?
En ese momento, mi entrenador me comentó la posibilidad de echar una mano en algún equipo, y yo encantado. Lo hice y me gustó tanto que sigo aquí.
¿Cómo definirías el minibasket?
Al margen de la diferencias en el reglamento (canasta más baja, balón más pequeño, seis periodos de ocho minutos...), es el inicio del juego del baloncesto a todos los niveles. Representa un poco la esencia del basket y donde se plantan las raíces, todas las capacidades y las necesidades que un jugador o jugadora de baloncesto tendrá en el futuro.
¿Qué se debe trabajar más en mini, qué hay que fomentar?
El principal objetivo es trabajar el talento natural del jugador, todo lo que le salga, dejarle hacer... Evidentemente hay que guiarle y ayudarle, pero, de entrada, lo más importante es la frescura y la alegría. Que jueguen, se equivoquen y aprendan por qué se equivocan.
¿Es también el momento para inculcar los valores del deporte?
Eso es vital. Estamos formando jugadores de baloncesto, pero también personas. Y cuanto mejores personas sean, mejores jugadores de baloncesto serán. En el deporte se trabajan muchas cosas: la personalidad, la educación emocional, aprender a ganar y a perder, y, sobre todo, el respeto a los rivales y los árbitros.
¿En ese proceso a veces también hay que educar a los padres?
Con los padres también tenemos una tarea importante, porque a veces no terminan de entender lo que buscamos en un equipo de minibasket: que los niños se diviertan, cojan los hábitos de un equipo, de pertenecer a un grupo... Y, sobre todo, los padres deben tener claro que hace falta compromiso.
¿En mini lo de menos es el resultado?
Para nosotros, aquí en el colegio y en mi manera de pensar, en categorías de inicio el resultado es lo de menos. Estamos trabajando en un grupo, en la implantación de una serie de hábitos y en el trabajo del talento individual en todos los aspectos: ofensivo, defensivo, de manera de ser, de cómo enfocar una derrota o una victoria, cómo salir de una situación ante un jugador superior físicamente... Son cosas mucho más importantes que el resultado final, que queda muy bien pero no forma a los jugadores.
¿Desde que tú jugabas qué ha cambiado?
Por ejemplo, recuerdo cuando suspendíamos un entrenamiento y teníamos que avisar con el teléfono fijo de casa. El 4 llamaba a 5, el 5 al 6... y así hasta el último, que le confirmaba al entrenador que ya estaban todos avisados. Parece un poco arcaico, pero eso fomentaba la comunicación entre todos, porque al llamar aprovechabas para hablar un rato con tu compañero. Ahora con ponerlo en el grupo de whatshapp ya está todo hecho.
Este fin de semana ha comenzado la temporada de minibasket, ¿cómo estaban los jugadores del colegio Agustiniano los días previos?
En mi caso, llevo un benjamín masculino de segundo año y esta semana cada vez que parábamos el entrenamiento uno o dos segundos ya estaban preguntado contra quién jugábamos, cómo, dónde... Ver esa ilusión te anima y te refuerza las ganas de seguir entrenando.
¿Cuántos equipos de mini hay en el Agustiniano esta temporada 2017/18?
Cinco: benjamín masculino de segundo año, benjamín femenino de primer y segundo año, alevín masculino de primero y alevín femenino de primero.
En la Comunidad de Madrid competirán 465 equipos de minibasket, 36 más que la temporada pasada. Y de estos 36, 23 (el 64 por ciento) son femeninos. ¿Notas ese boom del baloncesto femenino desde abajo?
Sí. Llevamos cuatro temporadas seguidas en las que los equipos femeninos no bajan de 15 ó 16 integrantes. Son muy numerosos. Cada vez hay más niñas que quieren jugar al baloncesto, y cada vez más que lo hacen mejor porque, además, siguen el baloncesto, conocen a jugadoras, van a ver partidos de baloncesto femenino... Se está notando mucho y esperemos que se note más. En nuestro caso, tenemos muchas esperanzas puestas en el baloncesto femenino.
Fernando Sendino ha pasado toda su vida en el colegio Agustiniano.
En la foto es el primero de pie por la izquierda, junto al entrenador, Quique Arnaz.
Los colegios son, en gran medida, la base del baloncesto, ¿cuál es el principal obstáculo?
El principal problema que nos encontramos es el compromiso que requiere un jugador de minibasket a todos los niveles. Un niño de 8 años depende en el cien por cien de que sus padres estén comprometidos. Que no consideren esta actividad como una extraescolar más, sino como una parte fundamental de la educación de los niños. El deporte y los estudios es una combinación perfecta, pero a veces cuenta mucho inculcarlo.
El resultado es lo de menos, pero al final todos quieren llegar hasta el Día del Mini, ¿qué te parece esa jornada final de temporada?
El Día del Mini es una de las decisiones más acertadas de la Federación de Baloncesto de Madrid en la última década. Que los chavales de todas las categorías puedan reunirse en una sola sede, con los cuatro mejores equipos de Madrid compitiendo por las medallas y el resto jugando torneos 3x3 o concursos de tiro, es un éxito absoluto como se demuestra año tras año.
Desde el pasado mes de junio, eres el seleccionador mini masculino de Madrid. Ya hay mucho trabajo previo, pero ¿qué perfil de jugador se busca en la selección?
Yo estaba en el Programa de Formación de la federación y llevo cuatro años con esta misma generación. Lo que se busca en una selección de minibasket es un grupo, una mezcla de lo que hemos hablado: jugadores talentosos con desparpajo y picardía, otros técnicamente muy buenos, otros físicos y con capacidad de aprender... Al final, mezclando todo, tenemos la opción de juntar un grupo competitivo al cien por cien, implicado y que trabaje.
Con un equipo de minibasket del Agustiniano.
Este será tu primer Campeonato de España como seleccionador, ¿cuáles son los próximos pasos hasta enero?
Tenemos planteadas tres o cuatro jornadas de entrenamientos para seguir viendo jugadores. Como la liga empieza este fin de semana, hay jugadores que no estuvieron en la última concentración, pero que vamos a ver en los partidos. Seguimos trabajando con una lista más amplia de la que aparece en cada convocatoria porque a esta edad los niños cambian muy rápido, y eso hay que verlo. Jugadores que antes del verano parecían más verdes o apagados, ahora a lo mejor no lo están.
¿Cómo jugador llegaste a estar en un Campeonato de España de Selecciones Autonómicas?
No. En infantil me quedé en el grupo de quince, pero no en la lista definitiva. Había una gran generación que alcanzó la medalla de plata.