Federación de Baloncesto de Madrid

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ACTUALIDAD - Protagonistas

Del oro de China a empezar de cero en Japón



Salió de un colegio madrileño, Maristas San José del Parque, y tras un largo recorrido (que incluye las selecciones autonómicas), es campeón del mundo en el cuerpo técnico de Sergio Scariolo. Luis Guil (Sevilla, 16-07-1971) desvela que todos los planes apuntaban al partido como Italia, que #LaFamilia no solo engloba a la selección absoluta sino también a las inferiores, y destaca el papel de clubs, colegios y federaciones autonómicas en el proceso formativo. Sin apenas tiempo para descansar, afronta un nuevo reto: montar de cero la estructura baloncestística del Saga Ballooners japonés. Fotos: FEB.


¿Cómo se siente un campeón del mundo?

Estoy digiriéndolo poco a poco, pero, sobre todo, estoy muy contento por compartirlo con la gente. Ganar un campeonato del mundo es increíble, pero más que ganarlo es poder compartirlo. Lo del lunes fue increíble, desde que salimos de Moncloa en el autobús por la calle Princesa, por la Gran Vía llena de gente hasta llegar a Colón, ver cómo estaba... Es lo que más te llena de satisfacción, poder transmitir a tanta gente la ilusión por haber conseguido algo único como es ganar un campeonato del mundo.

Antes de viajar a China se hablaba de conseguir una medalla, de lograr la plaza para los Juegos Olímpicos de Pekín, pero ¿alguno pensábais en el oro?

Teníamos objetivos marcados claros y el primero era estar al cien por cien para el partido de Italia, que era clave para llegar a los cuartos de final. A partir de ahí se trataba de conseguir nuestro máximo rendimiento para competir por entrar en semifinales, y una vez que llegas a las semifinales de un campeonato de mundo puede suceder cualquier cosa. Se trataba, sobre todo, de dar nuestra mejor versión a partir del partido de Italia. Todo se enfocó ahí desde el principio.

¿Ese partido era la clave?

Sí, y estuvimos preparándolo meses. Sabíamos que Serbia e Italia se iban a clasificar para la segunda fase y sabíamos que el partido de Italia marcaría el camino del campeonato. Tanto a nivel físico como técnico y táctico intentamos estar al cien por cien para ese día.

Sergio Scariolo es la cara visible del cuerpo técnico, pero ¿qué aportáis los demás?

Para mí, Sergio es uno de los mejores entrenadores del mundo, eso es indiscutible, pero sobre todo es el mejor en la gestión de recursos humanos, de dar tareas y responsabilidad a cada uno, de conceder a cada uno su rol, y eso es parte del éxito de su método de trabajo. Todo está muy definido, al estilo de la NBA. Hay un entrenador que lleva el aspecto defensivo, otro el ofensivo y otro las situaciones especiales Además, hay dos personas que llevan el tema estadístico, de estadística avanzada, el vídeo... Cada uno tiene sus funciones. Todos participamos en todos los temas, pero cada uno es responsable de su parcela. Eso hace que tú estés muy focalizado en sacar el máximo rendimiento de tu parte del juego.



¿En tu caso qué parcela llevabas?

El aspecto defensivo, sobre todo la defensa del equipo, aunque, como te digo, todos participamos en todo. Todos podíamos tener una opinión y compartirla para llegar a un consenso común. Tanto en las ventanas como ahora he llevado el aspecto defensivo, que, además, es una parte del juego que me gusta mucho. Sergio te da mucha libertad para poder expresar lo que tú crees y llegar a un acuerdo para elaborar el plan de partido. Una cosa que él hace muy bien es no tener solo el plan A, también el B, el C o el D... que tengamos previsto todo lo que puede ocurrir durante el partido. Esa es un poco la clave de su método: tener el control de todo lo que puede suceder.

Es China se ha demostrado que el exito del baloncesto español no se debe solo a una generación sino a un proceso, una línea de trabajo...

Y sobre todo este verano. Hay un dato increíble: en 28 de los 29 partidos entre las categorías de formación y la selección absoluta ha ganado España. Solo hemos perdido la final U20. Todos los demás partidos se han ganado: la U18 ha sido campeona de Europa, la U20 subcampeona y la sénior campeona del mundo. Eso es el trabajo de mucho tiempo. Además, es importante la previsión que hicieron la Federación Española y Sergio Scariolo sobre las ventanas. Hace tres años se empezó a trabajar en una, entre comillas, selección B, que se concentró durante el Europeo de 2017 en Benahavís, en Málaga, para preparar esas ventanas. Esa es una de las ventajas que hemos tenido con otras selecciones, anticiparnos a las ventanas FIBA, y esa previsión de trabajo es la que ha hecho que fuéramos un pasito por delante.

¿El estilo de trabajo es similar entre la selección absoluta y las que vienen por detrás?

Eso es lo que ha intentado hacer Sergio como director deportivo, dar un estilo común. Está claro que luego cada equipo hace cosas específicas porque no todos los jugadores ni todas las selecciones son iguales, pero sí hay que tener un estilo marcado y un sentimiento de pertenencia. Un sentimiento de pertenencia a esta familia, a este club llamado selección española y a esta camiseta. Y eso no solo se ha creado con el estilo de juego. Cuando las selecciones de formación han regresado después de jugar sus campeonatos han venido a ver a la selección absoluta, y Sergio ha visitado a todas al menos una vez al mes. Se ha creado una sensación de pertenencia a algo más allá que tu propia selección.

¿Qué papel juegan en este proceso las federaciones autonómicas?

Importante no, importantísimo... El jugador español es el mejor del mundo compitiendo. De eso no hay duda. Quizá no sea el mejor tácticamente, técnicamente o físicamente, pero seguro que es el mejor en el aspecto competitivo, y eso se crea en gran medida desde las federaciones autonómicas con los campeonatos de España de selecciones, y también desde los clubs... Todo ese trabajo previo hace que el jugador español esté preparado para competir al máximo nivel cuando llega a senior.

Naciste en Sevilla, pero empezaste a entrenar en un colegio madrileño, Maristas San José del Parque...

Llevo toda la vida en Madrid, prácticamente desde que nací. Me considero sevillano pero también madrileño porque mi vida está hecha aquí. Como ya he dicho alguna vez, mi carrera es un sueño: pasar de ser entrenador de Maristas a ser entrenador ayudante de la selección campeona del mundo. Esto demuestra que los sueños se pueden hacer realidad, que con trabajo, dedicación y pasión se pueden conseguir. Quiero dejar ese mensaje a los entrenadores madrileños, que hay muchos y muy buenos.

¿Qué importancia tiene el deporte en los colegios?

Es la base de todo. La Federación Española recoge el trabajo de los clubs y también de los colegios, que es donde los niños empiezan. Son los que consiguen que el jugador español empiece a formarse casi en el babybasket, con 6 o 7 años. Esa es otra de las grandes diferencias con el resto del mundo. En otros países el babybasket o el minibasket no existen. Yo he trabajado en Inglaterra y Venezuela, ahora voy a Japón, y en ninguno hay babybasket o minibasket. Eso solo existe aquí, y ese trabajo de los clubs y colegios con los más pequeños hace que un país con 46 millones de habitantes pueda competir por los campeonatos del mundo o de Europa.

Con apenas dos días de descanso partes para Japón, al Saga Ballooners, ¿cómo es el proyecto?

Creo que Japón es el futuro del baloncesto. Ellos organizarán los Juegos Olímpicos de 2020 y el Mundial de 2023. Se ha invertido muchísimo en el baloncesto a todos los niveles, desde infraestructuras hasta la base. Copiando el modelo español, quieren crear competiciones desde abajo del todo, obligando a los clubs a tener U12, U14, U16 y U18. El proyecto al que voy pertenece también a un proyecto de fútbol, donde está Fernando Torres, que ahora es embajador. Quieren copiar el modelo español en el baloncesto. Es un proyecto muy ambicioso, en el que partimos desde abajo pero que aspira a estar al máximo nivel en tres años. Para eso quieren montar una estrctura profesional cien por cien. Me ilusiona porque no se trata solo de ir a un equipo sino ir a un proyecto, poder crear algo desde cero, montando la estructura entera desde la base, el primer equipo, el staff técnico... Me hace muchísima ilusión.

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