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La II Mesa Redonda de Minibasket, que se celebró el pasado domingo en la sede de la Federación de Baloncesto de Madrid, estudió varias propuestas para la posible mejora del mini, una categoría de formación, que, pese a la temprana edad de los jugadores, resulta decisiva para su evolución. La Mesa Redonda, que estuvo moderada por Ramón Márquez Moreno, se dividió en cuatro grupos de trabajo que, entre otras medidas, aprobaron proponer a la Asamblea de la FBM que se someta a prueba el tanteo por ‘sets’, con el marcador a cero en cada período.
Los grupos de trabajo estuvieron formados por representantes de los siguientes clubs:
El primer grupo estudió la utilización de la defensa en zona y el bloqueo directo así como la manera de explicar las faltas por parte de los árbitros. Hubo distintas propuestas, como la opción de que el árbitro explique la infracción al jugador y a su técnico. También se planteó el empleo de zonas encubiertas mediante defensas con ayudas largas. Como comentaron los asistentes, “es fácil averiguar si se defiende en zona. Si el atacante se mueve y yo no me muevo con él, no es una ayuda larga sino una zona”. Los representantes de los clubs coincidieron en que los entrenadores deben ayudar a los árbitros tanto para detectar las defensas antirreglamentarias como para explicar a los jóvenes jugadores las infracciones durante el partido.
Los asistentes también estuvieron de acuerdo en evitar los bloqueos directos en mini debido al carácter formativo de la categoría, ya que “a estas edades hay jugadores que saben hacer bloqueos directos pero no saben tirar ni entrar a canasta”, aunque su posible sanción corresponde al criterio del árbitro. El debate puso así sobre la mesa, por primera vez, el conflicto entre formación y competición, y en ese aspecto todos coincidieron en calificar el minibasket como una categoría de clara vocación formativa.
El principal tema de debate del segundo grupo era el trabajo técnico de mini. Se analizó la posible aportación de la Federación de Baloncesto de Madrid con cursillos o clinics destinados específicamente a los técnicos de la categoría, habitualmente más inexpertos que los de canasta grande. Además, se estudiaron dos propuestas: una del CB Pinto sobre el fortalecimiento del Babybasket y la necesidad de contar con técnicos experimentados en mini; y otra del CB Torrelodones sobre los distintos criterios a la hora de señalar pasos y faltas.
El grupo de trabajo, formado por Lope de Vega, La Torre y Joyfe, insistió en calificar el mini como una categoría “donde la formación debe primar sobre la competición” y destacó la necesidad de trabajar con los jugadores en distintos fundamentos técnicos como “el uso de ambas manos, la mecánica de tiro, el pase, las posiciones básicas defensiva y el rebote, que apenas se trabaja, además de empezar a explicar conceptos básicos del reglamento”.
La posibilidad de una colaboración entre la Federación y los clubs para ofrecer cursos periódicos a los entrenadores de categorías inferiores fue bien acogida, así como la necesidad de unificar criterios al señalar los pasos porque, desde el punto de vista formativo, “es preferible aplicar la norma con rigidez a que los jugadores adquieran un vicio que después es muy difícil de corregir”. En cualquier caso, se optó por dejar la interpretación del reglamento, tanto en los pasos como en las faltas, al criterio del árbitro. También se informó sobre el progresivo aumento de la competición en Babybasket.
El tercer grupo estudió la propuesta de sustituir el tanteo tradicional por puntos por otro por períodos (o, en lenguaje tenístico, ‘sets’). Así se sustituirían marcadores de 50-0, “que desmotivan a muchos niños”, por un máximo de 6-0 si un equipo se impone en todos los parciales. La clasificación podría realizarse por partidos y parciales ganados, o bien por puntos (3 por victoria y 1 por empate) con independencia del número de parciales conseguidos. La opción se estudió con detenimiento, con opiniones a favor y en contra. Algunos clubs informaron sobre el ensayo del modelo con resultado positivo en torneos o entrenamientos y, finalmente, se decidió por unanimidad proponer a la Asamblea de la FBM que este modelo por ‘sets’ se ensaye en benjamín de primer y segundo año antes de su posible implantación en el resto de categorías de mini.
El cuarto grupo de trabajo analizó las propuestas del CB Isaac Newton y el Piratas Soto Basket sobre un cambio del sistema de competición tanto en alevín como en benjamín que permita un mayor equilibrio a partir de la segunda fase. Entre las posibles propuestas a la Federación aparecieron la creación de una fase intermedia (con los equipos más fuertes por un lado y los menos formados por otro), evitar la repetición de enfrentamientos entre los mismos equipos, y procurar cruces entre conjuntos de nivel similar (3º contra 4º, 6º contra 6º…) para evitar los numerosos cierres del marcador, mantener la intensidad competitiva y “conseguir así que los chavales progresen”. También se debatió el empleo del 2 contra 1, con posturas encontradas, desde la necesidad de que los equipos inferiores puedan superar el mediocampo hasta su valor formativo para aprender a desenvolverse en situaciones adversas.
Una vista de los asistentes a la II Mesa Redonda de Minibasket.
