Su pasión por el baloncesto y por el colectivo arbitral le llevó a ser miembro de la junta directiva de la AMAAB durante 12 años. Desde la FBM y el Comité de Árbitros, consideramos a David un ejemplo de cómo debe ser un árbitro dentro y fuera de la cancha por su trato con los compañeros, jugadores y entrenadores.
Muchas gracias, David, por todo lo que has hecho por el arbitraje madrileño y nacional. Nuestro más sincero pésame a todos sus familiares y amigos. D.E.P.