El Club Deportivo Covibar es un caso atípico en el mundo del deporte madrileño. Creado en 1985 (este año se conmemora el primer cuarto de siglo) en una colonia de la carretera de Valencia entonces recién nacida, cuenta en la actualidad con un equipo de baloncesto femenino, el Rivas Ecópolis, en la élite de este deporte en España y en Europa; con el Covibarges Rivas masculino tocando a la puerta de la Liga EBA, y con alrededor de 1.250 deportistas federados en diversas disciplinas.
El Club Deportivo nació casi al mismo tiempo que la Colonia Covibar, un barrio promovido a comienzos de la década de los ochenta por cooperativistas que, una vez edificadas las viviendas, decidieron mantener la cooperativa para desarrollar un proyecto social, cultural y deportivo dentro de un modelo de autogestión.
Manuel Escribano (izquierda)
recoge
un trofeo otorgado por la FBM
El primitivo CD Covibar contaba con tres deportes: baloncesto, natación y fútbol sala, a los que más tarde se unieron el kárate, el judo y el fútbol. La natación y, sobre todo, el baloncesto destacaron enseguida sobre los demás. También desde el principio, respondiendo al espíritu social y progresista del barrio, la mujer se equiparó al hombre y se integró en la vida deportiva. ‘Jamás nos planteamos un deporte sin igualdad’, asegura Alberto Suárez, actual gerente del club.
Los equipos masculinos (arriba) y femeninos (debajo) del CD Covibar
Con el paso del tiempo, los primeros equipos se federaron y club fue creciendo hasta su gran ‘explosión’, hace doce años. En 1998 se impulsa definitivamente la sección de baloncesto. Se inscribe un equipo femenino en 2ª División y se consigue el ascenso a la 1ª División B Femenina. En la temporada 2000-01 el club aprovecha la posibilidad de participar en la Liga Femenina 2.
El Rivas Ecópolis ha llegado a la élite en España y Europa
La ilusión de los habitantes de Rivas, el trabajo y el apoyo económico de los patrocinadores lograron que el Rivas (en la actualidad, Rivas Ecópolis) se haya convertido en un tiempo récord en un equipo puntero en la Liga Femenina y este año estuviera presente por primera vez en la Euroliga.
La afición de Rivas siempre destaca por su entusiasmo
Pero detrás del Rivas Ecópolis, la cabeza visible del club, hay un proyecto sólido, con los pies en el suelo. La sección del baloncesto del Club Deportivo Covibar cuenta en la actualidad con 28 equipos federados, más 18 repartidos en las escuelas deportivas municipales de Rivas Vaciamadrid, y con algo más de 500 jugadores (320 federados y unos 200 en las escuelas). Además, el apoyo técnico y logístico está garantizado por cerca de 50 técnicos, incluidos entrenadores, preparadores físicos, delegados o monitores y coordinadores de las escuelas, y por diferentes instalaciones deportivas de la zona como los polideportivos ‘Cerro del Telégrafo’, ‘Parque del Sureste’ y ‘Los Almendros’.
La apuesta por la cantera es, sin duda,
una de las señas de identidad del club
Y todo ello, sin perder la perspectiva ni los orígenes. Si el equipo de baloncesto femenino está ya en la élite, ¿podría llegar el masculino? ‘Puede llegar a un nivel alto desde el punto de vista competitivo, pero somos un club humilde y debemos saber hasta dónde podemos llegar en el aspecto económico porque el deporte masculino es siempre más caro que el femenino. La Liga EBA es un sueño factible. Si a partir de ahí, tenemos un soporte social, surgen buenos jugadores y llegan patrocinadores podríamos intentar el ascenso a LEB pero siempre poco a poco, sin prisas, sin ponernos nerviosos’.
Una buena muestra de la filosofía del club es que el principal objetivo, antes incluso que un posible ascenso a la Liga EBA, es la apuesta por la cantera. ‘Es prioritario. Lo principal es implantar calidad en la cantera y competir con ella. Hay equipos, sobre todo colegios, que nos han enseñado que se puede hacer, como el Eurocolegio Casvi, que siempre está ahí’, dice Alberto Suárez.
La clave para explicar el modelo de funcionamiento del CD Covibar la da su presidente, Manuel Escribano, con la experiencia que suponen sus doce años en la cúpula del club: ‘De vez en cuando es necesario pararte a pensar. Si pierdes el horizonte, te olvidas de tus orígenes. Si no reflexionas, te puedes confundir’. Ir paso a paso, poco a poco, y de vez en cuando pararse a pensar y mirar hacia atrás. Con esa fórmula, sencilla pero que muchas veces se olvida, un club de barrio ha llegado hasta Europa.
La gran familia del CD Covibar, un club con vocación social