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Desde su nacimiento en 1994, cuando la sección de baloncesto del club de fútbol de la localidad decidió independizarse, el Club Baloncesto Pozuelo ha experimentado un crecimiento espectacular. En la actualidad, es uno de los clubes del baloncesto madrileño con más equipos, 38, y más jugadores, alrededor de 460. Durante sus 16 años de historia, algunos de sus equipos han llegado a lo más alto, pero su mayor orgullo es su cantera. Una base sólida que garantiza el futuro.
Juan Gabriel García llegó al club como entrenador con 17 años, muy poco después de que los ‘pioneros’, como el presidente Antonio Bargiela, Julio Frutos (tristemente desaparecido en 2009), Bernardo Rodríguez o Cristóbal Moreno, dieran el pistoletazo de salida. Ahora, rozando la treintena, Juan Gabriel se encarga de la Comunicación, un área fundamental en el C.B. Pozuelo. Y es que el club tiene muchos aspectos que le hacen diferente. No sólo el gran número de equipos (Junior A, B, C, D…) ni unas instalaciones numerosas y modélicas (en El Torreón, hasta los carteles de todos los Juegos Olímpicos reflejan la pasión por el deporte) sino también el interés por divulgar sus actividades primero en una revista, Balonzuelo, que nació casi con el club, y más tarde en una página web permanentemente actualizada que permite el contacto directo y el intercambio de información con todos sus aficionados.
A través de los antiguos ejemplares de Balonzuelo o de la memoria de los responsables del Lampe y Batista jugaron en el Pozuelo antes de llegar a la NBA club se puede reconstruir su historia, como aquellos orígenes ‘con doce equipos gracias al acuerdo con Bansander’, como recuerda Juan Gabriel. O la histórica llegada del Pozuelo a la Liga LEB en el año 2003. De aquellos años, el club guarda en sus archivos la presencia de dos futuros jugadores de la NBA, Maciej Lampe (Phoenix Suns, New Orleans Hornets, Houston Rockets) y Esteban Batista (Atlanta Hawks, Boston Celtics).
La desaparición del equipo LEB después de tres temporadas fue un duro golpe, pero lo más importante ya se había conseguido. Bajo el abrigo de ese primer equipo se había creado una estructura de cantera que sería la base para el futuro. Uno de los frutos de ese trabajo es Sergio Pérez, que, desde la escuela, pasó por todas las categorías del club y después llegó a ACB (Fuenlabrada, Gran Canaria, CAI) y LEB (Ourense, Polaris World Murcia, Tenerife C.B)
El número de equipos comenzó a aumentar y junto al trabajo con los más jóvenes resultó decisiva la sección femenina surgida gracias al acuerdo de colaboración y posterior fusión, en el año 2004, con la A.D. Calasanz. Los equipos femeninos se han convertido en los últimos años en uno de los emblemas de la entidad. Como ejemplo, el conjunto senior es un habitual de las fases de ascenso. ‘Nuestro objetivo es conseguir un club de calidad sin perder el lado humano’ ‘Sólo nos falta el pasito final, que seguro que llegará por la cantera. El equipo juvenil se coló el año pasado en los playoff y este año le ha tocado al cadete; mientras, el Autonómica da frutos de cara al primer equipo… La clave es cuidar la cantera’.
José Mariñas pasó de encargarse de las chicas, tras la fusión con el Calasanz, a asumir la Dirección Deportiva tras la marcha de Gonzalo García Vitoria (otro de los personajes clave en la historia del C. B. Pozuelo) y es uno de los responsables de la filosofía del club, que Juan Gabriel resume en una frase: ‘conseguir un club de calidad sin perder el lado humano, que todo el que quiera pueda jugar en Pozuelo’. Para que esa frase no se quede en una simple declaración de intenciones es necesaria una atención individualizada, y la presencia de varios equipos dentro de una misma categoría ‘permite hacer niveles. No queremos meter a un chaval con un nivel medio en una competición alta y que lo acabe dejando. Por ejemplo, un chico que entró en el junior C, que entonces era el de nivel más bajo, después fue campeón de Madrid sub’21. Si sabes orientar bien a los chavales, trabajar bien con ellos, al final consigues cosas’.
El prestigio del club ha crecido tanto que esta temporada la cantera se ha ampliado con la BabyEscuela, donde niños de cinco o seis años dan sus primeros botes al balón. ‘Lo más pequeño que teníamos era el Benjamín (8 años), pero empezaron a llamarnos madre o padres de niños más pequeños y al final la BabyEscuela se ha creado casi por petición popular. Hacen cosas muy básicas, como coordinación, y no existe ni siquiera tallaje para ellos, pero el objetivo es crear esa pasión por el baloncesto’, explica el responsable de Comunicación del club.
El único límite para el C.B. Pozuelo parecer ser el logístico. Tantos equipos y tantos jugadores hace que la lista de instalaciones a veces parezca limitada pese a que, además de El Torreón (donde se encuentra la sede), el club puede contar con los polideportivos Camilo José Cela, El Pradillo y Carlos Ruiz, el instituto San Juan de la Cruz, los colegios Gerardo Diego y Príncipes de Asturias, y las flamantes instalaciones de la Ciudad Deportiva Valle de las Cañas, que comparte con el Real Madrid. ‘A veces tenemos un problema de instalaciones, pero debemos quitarnos el sombrero con el ayuntamiento porque nos cede muchas, y de manera gratuita. Gracias a eso todos nuestros equipos pueden entrenar a cubierto’.
El apoyo municipal; el de los patrocinadores, como la Universidad Francisco de Vitoria o Arrabe Asesores, ‘que en época de crisis ha seguido apoyando al equipo e incluso nos ha ayudado a buscar otros patrocinadores’; la inversión en comunicación o marketing…. Son otros síntomas del trabajo bien hecho. El espectacular, pero sólido, crecimiento del club alcanzó una de sus mayores cotas en 2009 con el ascenso del equipo senior masculino a la Liga EBA. Aunque el sueño sólo ha durado una temporada, ese regreso a la competición nacional es otro paso adelante en la imparable progresión del C. B. Pozuelo.
