Federación de Baloncesto de Madrid

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Real Canoe N.C., pasado y presente del baloncesto en Madrid



El Real Canoe Natación Club está considerado, junto al Real Madrid y el Estudiantes, como uno de los tres grandes clubes de la capital. Al contrario que blancos o colegiales, el Canoe no tiene equipo en ACB, pero nadie le discute ese...

El Real Canoe Natación Club está considerado, junto al Real Madrid y el Estudiantes, como uno de los tres grandes clubes de la capital. Al contrario que blancos o colegiales, el Canoe no tiene equipo en ACB, pero nadie le discute ese estatus del club grande por su larga historia -la sección de baloncesto está a punto de cumplir 70 años- y, sobre todo, por una manera de hacer las cosas, por algo que consigue que quien se marcha siempre desee volver, o que su mítica cancha impresione hasta a los rivales más poderosos.



 


Carlos Piernavieja, un mito del Canoe,
fue internacional en baloncesto, balonmano,
natación, rugby y waterpolo

El Real Canoe se fundó oficialmente el 20 de febrero de 1930 con la natación como único deporte -incluyendo a sus ‘hermanos pequeños’, el waterpolo y los saltos-. En los años cuarenta, el club se abrió a otros deportes. Uno de ellos, el baloncesto, nació en 1941 y se convirtió pronto en un pilar básico del  Canoe, donde ha seguido, desde entonces, un camino paralelo a la natación. De hecho, al escuchar ’Canoe’ se identifica por igual natación y baloncesto. Como asegura Juan Diniz, director deportivo de la sección femenina: ‘El baloncesto siempre ha sido importante. Cuando trabajas aquí, entrenando, no notas ninguna diferencia ni ningún déficit porque haya natación. Salvo el gimnasio, tenemos espacios diferentes, horarios diferentes…’.

Juan Diniz lleva 17 años consecutivos en el club. Pero no es un caso aislado. Al contrario. Miguel Ángel Aranzábal, técnico del equipo masculino, llegó en 1985 como jugador y entrenador del equipo cadete. Se marchó, regresó y se mantiene desde hace doce años consecutivos como técnico del primer equipo masculino. Joaquín Basave, actual responsable de la sección de baloncesto, ya jugó en el Canoe, con 16 años, en la temporada 1975-76. Y Juan Tamames, el presidente, es toda una institución. Socio desde 1951, jugó al baloncesto durante 18 años -fue internacional en los Juegos Universitarios de 1959- y hasta entrenó al primer equipo; todo ello sin hablar de su dilatada labor en los despachos desde antes de llegar a la presidencia, hace ya casi una década.


Un equipo de 1956. El primero de pie por la derecha
es Juan Tamames, actual presidente del club

La fidelidad de los jugadores y técnicos al club se corresponde con la confianza del Canoe hacia ellos. Diniz asegura que ‘aquí nunca he tenido ningún tipo de presión por perder un partido o por no alcanzar una meta deportiva. Al revés. Cuando mejor se han portado ha sido cuando peor lo he hecho o cuando hemos tenido peores resultados, porque entonces han venido a apoyar y animar. Lo que preocupa es el día a día. Es peor un problema interno que perder un partido, y eso para los que trabajamos en el deporte no tiene precio. Por eso los que estamos aquí somos la envidia del resto de colegas’. Joaquín Basave, el actual ‘jefe’ de Diniz, resume  con pocas palabras ese sentido familiar del Canoe: ‘Somos un club grande pero a la vez pequeño’.

Todos los responsables actuales del baloncesto, dirigentes y entrenadores, forman parte de la larga historia canoísta, que tuvo uno de sus principales capítulos con la construcción, en el año 1962, de la sede social de la calle Pez Volador, en el barrio de La Estrella. Hasta la definitiva edificación del pabellón, en 1969, el equipo de baloncesto jugó, entre otras, en las canchas de las calles Barceló (1944 a 1951)  y Palos de Moguer (1952 a 1969), donde llegó a proclamarse campeón de Madrid. La cancha del Pez Volador en famosa en todo el basket nacional por el respeto que impone a sus rivales. ‘Todo el mundo dice que impresiona. Yo no lo percibo, quizá porque trabajo aquí, pero es verdad’, asegura Miguel Ángel Aranzábal.


El 28 de marzo de 1962 se puso la primera piedra
del complejo del Canoe, donde siete años
después se construyó el pabellón

El baloncesto en el Canoe ha vivido varias épocas gloriosas. Si los mayores éxitos del equipo masculino llegaron en los años cincuenta y sesenta, las chicas, bajo la dirección de Manolo Coloma, lograron tres títulos consecutivos de la Liga Nacional de 1983 a 1986. Fue el último equipo en conseguirlo sin americanas. Una década después, en 1996, también conquistaron la Copa de la Reina

Numerosos jugadores y jugadoras que surgieron o pasaron por el Canoe han vestido la camiseta de la selección española. Es el caso, entre otros, de Carlos Piernavieja -el único deportista español internacional en cinco disciplinas diferentes-, Pepe Sendra, Francisco Capel, José Luis Sagi-Vela, Quique Villalobos, Margarita ‘Wonny’ Geuer, Elvira Gras, Elisa Aguilar… En la entrada a las instalaciones, un panel muestra con orgullo a los canoístas olímpicos. Entre ellos, tres jugadoras de baloncesto, Almudena Vara, Mónica Messa y Carolina Múgica, que compitieron en Barcelona’92.


El equipo femenino que se proclamó campeón de Liga en 1985

En la actualidad, el Canoe tiene dos equipos senior, masculino y femenino, más ocho de cantera. En total, alrededor de 120 jugadores. Además, colabora, ‘que no controla’ con cuatro escuelas,  Real Canoe, Daoiz y Velarde, C. Montserrat y Moratalaz. ‘Estamos en contacto con clubes o colegios. La idea es formar personas y si el mismo colegio decide que el chico debe venir aquí, nos lo envía. Simplemente, aportamos nuestra experiencia y la histórica idea del Canoe’, dice Joaquín Basave.

La temporada que acaba de terminar ha tenido luces y sombras. En el aspecto deportivo, los resultados han superado todas  las previsiones. El equipo senior masculino se ha quedado a las puertas del ascenso a LEB Plata tras caer en Oviedo en el último partido de los playoff.  Miguel Ángel Aranzábal explica que ‘llegar donde hemos llegado ya es muchísimo. Competimos con equipos que nos quintuplican el presupuesto. Un jugador de ellos gana lo que todo nuestro equipo. Tiene mucho mérito llegar a Oviedo a un campo entero, con una ciudad volcada, televisado… Son lanzas contra cañones’. Joaquín Basave apunta: ‘Somos un club grande pero de cantera, con muy poquitas ayudas. Luchamos contra ciudades enteras -Ciudad Real, Oviedo, Jerez…-, que tienen un mayor apoyo de sus ayuntamientos, y nosotros somos un club más de Madrid’

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El pabellón de la calle Pez Volador, cargado de historia, impresiona a los rivales


El equipo senior masculino ha llegado este año
hasta la última ronda de la fase de ascenso eliminando
a conjuntos tan potentes como el Jerez

Si la temporada del equipo masculino tiene mérito, lo del equipo femenino ha adquirido tintes épicos. Sin patrocinador, sin jugadoras americanas y con sólo siete senior, el equipo sufrió desde el primer hasta el último minuto para mantenerse en la Liga Femenina. Sin embargo, la realidad pudo con la gesta de las Laura García, Gema García, Marta Blanes, Marina Ferragut…, y en una decisión ‘dolorosa pero responsable’, el club decidió permutar la plaza con el Club Bàsquet Puig den Valls ibicenco.  Diniz asegura que ‘lo de este año ha sido un milagro que ha reconocido toda España. Mejor no lo hemos podido hacer. Éramos el presupuesto más bajo con gran diferencia, sin americanas, nos quedamos con siete jugadoras en Navidad… El final de temporada fue bonito, pero durante el año fue un infierno, resultó durísimo trabajar en esas condiciones. Nos han dedicado minutos en todos los medios, pero ni aún así hemos podido sacar nada. Tengo claro que el problema no es del Canoe, es del deporte femenino y del baloncesto en particular’.

Pasado, presente del baloncesto madrileño. Y también futuro. Nadie se atreve a aventurar hasta dónde llegará el Real Canoe N. C. en el aspecto deportivo, pero sí que mantendrá siempre la misma filosofía que le ha hecho grande y que resume Joaquín Basave: ‘Lo que importa es el trabajo bien hecho, pero sobre todo que haya un buen ambiente, que los niños vengan en verano a la piscina, que se vean, que mantengan la relación. Y lo mismo con los entrenadores… Eso no va a faltar nunca’.


E
l equipo infantil masculino, actual subcampeón de Madrid; el futuro está garantizado

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