Federación de Baloncesto de Madrid

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Baloncesto Aluche, un ejercicio de supervivencia



Es un caso atípico dentro del baloncesto madrileño. Una combinación entre la gestión municipal, que forma a los jugadores, y la privada, que gestiona la competición. El Baloncesto Aluche nació en 1990 vinculado a la escuela municipal del barrio. Uno ...

Reportajes Clubs: Baloncesto AlucheEs un caso atípico dentro del baloncesto madrileño. Una combinación entre la gestión municipal, que forma a los jugadores, y la privada, que gestiona la competición. El Baloncesto Aluche nació en 1990 vinculado a la escuela municipal del barrio. Uno de los profesores lo creó con el objetivo de que, además de aprender, los alumnos compitieran. 20 años después, los padres de algunos de aquellos chicos siguen al frente, solucionando los problemas del día a día.



 

El Baloncesto Aluche tiene su sede en el Centro Deportivo Municipal del barrio, una de las mayores instalaciones deportivas de Madrid, y como responsables desde hace cinco años a Matías Rodríguez, presidente; Roberto Checa, vicepresidente; Francisco González, tesorero, y Mariano Hernández, vocal. Todo ellos sacan tiempo de donde no hay para gestionar un club que ha superado las dos décadas de vida pero que, como dice su presidente, "cada año tiene que empezar de cero".

Roberto Checa resume los inicios del Baloncesto Aluche: "La escuela es municipal y el club lo fundó hace veinte años un profesor, Luismi Robledo. Cuando le trasladaron de polideportivo unos cuantos padres decidimos continuar. Ninguno de nuestros hijos juega ya, pero aquí seguimos."


Un entrenamiento en el pabellón del Centro Deportivo Municipal de Aluche.

En aquella primera etapa, los equipos federados llegaban hasta junior. Con la nueva junta directiva se amplió a sub'21 y senior, las categorías que no están dentro de la escuela. En la temporada 2010/11, el Baloncesto Aluche cuenta con trece equipos, cinco inmersos en competiciones federadas y ocho en municipales, y con un total de 170 jugadores. Matías Rodríguez recuerda que "el primer año que llegamos había alrededor de cien. La temporada siguiente se fueron la mitad y vinieron más porque empezamos a hacer propaganda en el barrio".


Los partidos contra otros clubs del barrio son habituales,
como éste contra el San Viator.

La rotación de jugadores fue el primer problema para los nuevos responsables, que pronto se encontraron con más, como la escasez de instalaciones. Al ser de propiedad municipal, el pabellón cubierto, gemelo al Circular de San Blas, puede estar ocupado por otras competiciones o eventos. Como explica Roberto Checa, "a veces tenemos que bajarnos al polideportivo Gallur [en el cercano barrio de Los Cármenes] o jugar en las pistas de cemento. Todos los equipos federados juegan sus partidos en el pabellón pero solo pueden hacerlo los domingos a partir de las ocho de la noche porque el resto del fin de semana está ocupado por el ayuntamiento". El presidente recuerda que "como es el polideportivo más grande que hay en Madrid, aquí han hecho el Trofeo Marca o una presentación de zapatillas, o lo alquilan para cualquier otra cosa. Y en la pista de al lado a veces tenemos bádminton o aeróbic". ¿Y si el pabellón está ocupado? "En ese caso tenemos que aplazar el partido o irnos a Gallur, o a La Mina [en Carabanchel] si es que allí hay alguna pista libre".

El complemento natural, vivero y cantera del Baloncesto Aluche, es la escuela municipal, responsabilidad desde hace ocho años de Fermín Giménez, una pieza básica dentro del club aunque oficialmente no forme parte de él. "Somos una familia que se dedica al baloncesto" En casi una década, Fermín ha seguido la evolución de casi todos los chicos y chicas del club. "El 95 por ciento de los niños de la escuela está en el club porque los que vienen a entrenar quieren competir. Los que hace unos años eran unos pitufos ahora son sub'21". El profesor de la escuela califica el Baloncesto Aluche como "una familia que se dedica al baloncesto, además de ser el club emblemático de la zona", y destaca el trabajo de sus responsables: "No tienen ningún hijo jugando y siguen aquí, al pie del cañón y por amor al arte. Creo que habrá pocos sitios donde se trabaje así".


Fermín Giménez dirige a los alumnos de la escuela.

La mayoría de los jugadores proceden del barrio o sus alrededores, una zona de Madrid con numerosos clubs, como el Arcángel Rafael, el Baloncesto 86 La Salle o el San Viator. Una competencia leal y pacífica que permite el intercambio de jugadores entre unos y otros pero también crea incógnitas: "Los comienzos de temporada son muy difíciles porque esto no es el Real Madrid ni el Estudiantes, donde hay una continuidad y los chicos van pasando de categoría. Aquí cuando se marchan de vacaciones no sabemos qué van a hacer después". El único límite está la capacidad: "No podemos poner a entrenar a cincuenta chavales a la vez, pero tampoco queremos que nadie se quede fuera, queremos que los chicos estén aquí, recogidos, y no en la calle... porque todos sabemos cómo está la calle".

Quizá porque la escuela es el origen y el núcleo, el Baloncesto Aluche enseña a competir, pero la formación va por delante. Como dice Fermín Giménez, "que un jugador prospere es un orgullo para nosotros. Aquí se les transmite que esta es su casa. Si se van a otro sitio porque quieren mejorar, perfecto; que no les gusta, pueden volver". Tanto Fermín como Matías o Roberto recuerdan con orgullo a jugadores que han salido para triunfar fuera como Juan José García, ahora en el Eurocolegio Casvi de Liga EBA. "Juan es un figura. Se lo encontraron nuestros hijos jugando en un parque y estuvo unos años con nosotros hasta que se fue al Casvi", comenta el presidente.


Un equipo cadete del Baloncesto Aluche,
durante un partido en Vitoria.

En tiempos de crisis, los problemas económicos, un obstáculo habitual de los clubs modestos, se han agravado: "La financiación viene de las cuotas de los chavales y de las subvenciones, pero estas son mínimas, y cada vez menores. No es lo mismo estar en Chinchón, por ejemplo, donde las subvenciones son para un club, que en Madrid donde somos doscientos a repartir".

Así las cosas, hay que buscar soluciones para todos los detalles, hasta los más básicos: "Desde que llegamos hemos hecho dos equipaciones y es un presupuesto. Los chavales se van, se llevan la equipación y a veces tardan mes y medio en devolverla. "Son todo gastos; aquí nadie cobra, solo se paga" Por eso a principio de temporada hay algunos que no tienen ni camiseta. Este año las hemos hecho reversibles para tener dos por si coinciden. Sale más económico". El vicepresidente lo resume con una frase: "Son todo gastos, aquí nadie cobra, solo se paga".

Además está la escasez de técnicos, la mayor parte antiguos jugadores. Como dice Fermín, "es gente de la casa. Igual que ocurre en los colegios con los antiguos alumnos. Eso es lo mejor". Aunque también hay excepciones, como recuerda Roberto Checa: "Fuimos a jugar a Vigo y nos vio un entrenador. Cuando él vino a trabajar a Madrid nos buscó para ponerse a entrenar".


Los jugadores y técnicos que acudieron al torneo de L'Escala (Girona) en 2010.

Consciente de sus limitaciones, de espacio, de dinero y de tiempo, el club llega hasta donde puede. "Lo más alto ha sido Primera Autonómica tanto en el senior masculino como en el femenino, y cuando subieron casi nos da algo. Más no nos podemos permitir". ¿Y en cantidad? "Tampoco. La capacidad de la escuela está completa y fuera de ella también porque no hay pistas. Además, todos trabajamos y esto lleva muchísimo tiempo. A veces nos ponemos a enviar comunicados a las doce y pico o la una de la madrugada". Entonces. ¿cuál es el objetivo del Baloncesto Aluche? "Que la gente se divierta, que compita y que los padres estén contentos con el trabajo que hacemos. No tenemos otra ambición".


Fermín Giménez, Marta Durán (entrenadora), Matías Rodríguez y
Roberto Checa, en la pista del pabellón.

Y es que el baloncesto en Aluche no es solo formación y competición, también hay tiempo para la convivencia y para nuevas experiencias. Todos los años, en vísperas de Semana Santa, varios equipos del club disputan un torneo fuera de Madrid. "Hemos jugado en Galicia, Oviedo, Marbella, Vitoria, Zarauz, L'Escala en Girona. Cuando estuvimos en Vitoria jugamos contra el Tau. ¡Nosotros contra el Tau! Son seis días, justo antes de Semana Santa. Nos vamos el viernes y volvemos el miércoles para que los chicos puedan irse de vacaciones con sus padres", comenta el presidente.

Superando adversidades y empezando de nuevo cada año, el trabajo de Baloncesto Aluche es un ejercicio de supervivencia, y su futuro a largo plazo, una incógnita. Roberto Checa asegura que "el objetivo es seguir como hasta ahora, y gracias". Matías Rodríguez explica que "cuando hacemos asambleas vienen tres padres. O están muy contentos o les da igual. El día que nos cansemos y nos vayamos la escuela seguirá pero no sé qué ocurrirá con la competición."


El club al completo en una imagen correspondiente a la temporada 2008/09.

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