Nació en 2006 por la fusión del Bodybell Arganda y el Juventud Poveda Arganda. Recogió toda la tradición baloncestística del municipio y, como este, no ha parado de crecer. En la temporada 2011-12 ya es uno de los más grandes de la Comunidad de Madrid con 270 jugadores, chicos y chicas a partes iguales. Su filosofía es el trabajo silencioso, humilde, pero seguro, con resultados visibles día a día. Un método que compromete por igual a técnicos, jugadores y familias.
El Club Baloncesto Arganda es el sucesor del Intercambio Arganda, que en los años noventa llegó a militar en la División de Honor del baloncesto femenino. O, mejor dicho, es la unión de sus dos descendientes, porque el baloncesto en Arganda del Rey se partió en dos con la marcha del equipo bandera a Tres Cantos. Por un lado apareció el CB Arganda, o Bodybell Arganda, nacido en 1996 de la escuela municipal y mayoritariamente masculino; por otro, el Juventud Poveda Arganda, surgido un año después de la cantera del Intercambio y más enfocado al básquet femenino.
Después de caminar separados durante una década, en la temporada 2006-07, unieron sus fuerzas. Como explica Rubén Ruiz de la Torre, actual secretario del club, "el motivo de la fusión fue conseguir una estructura fuerte dentro del baloncesto de Arganda". El vicepresidente, José Luis Sánchez Botijo, apunta que "antes había una cierta confrontación. Por ejemplo, en las tiendas había carteles de los dos equipos. Ahora quien quiere hacer baloncesto sabe donde tiene que ir. Además, ante el Ayuntamiento siempre hace más fuerza un solo club, sobre todo si representa al municipio". La integración resultó modélica. No solo en los equipos sino también en la directiva, mezcla de miembros del Juventud Poveda (Rubén Ruiz, José Luis Sánchez Botijo.) y del CB Arganda (Teresa Navarro). Poco después llegó un presidente de consenso, el actual, Jesús Asenjo.
De entrada, el club dobló su número de jugadores hasta 180 repartidos en 15 equipos. Pero los responsables no se conformaban con eso. Querían seguir creciendo, igual que lo hacía el municipio. Si en 2006 Arganda del Rey tenía 45.000 habitantes, ahora ronda los 55.000. Jesús Asenjo explica que "antes, Arganda tenía poca gente para mantener dos clubs. El boom del ladrillo también nos ayudó a crecer". En 2012, el CB Arganda ya está en las 270 fichas con dos señas de identidad: el crecimiento de la cantera y el equilibrio entre chicos y chicas. "Uno de los objetivos del club es crear una base grande y que los jugadores sean capaces de llegar hasta los equipos de arriba", explica Rubén.
El CB Arganda, en la temporada 2004-05, antes de la fusión.
Este crecimiento es tranquilo, pausado. Sin prisas. "Tenemos claro que no hay que volverse loco y crecer de golpe. Cada año vamos dando un paso, pero siempre teniendo claro dónde estamos, porque crecer no siempre significa tener éxito. Muchas veces pasar de cero a diez es negativo. Nosotros preferimos sumar un poco cada año", dice el secretario. Sergio García-Muñoz, responsable de la página web y miembro del cuerpo técnico, resume esa filosofía: "Se trata de trabajar con sentido común, con metas a corto plazo".
El Juventud Poveda Arganda al completo. La imagen es de la temporada 2005-06.
En las últimas cuatro temporadas ese método de trabajo ha tenido como consecuencia varios logros deportivos. El principal, en 2010, el ascenso del primer equipo femenino a Primera Nacional, donde, en su primera temporada, alcanzó la tercera plaza. "No hay que volverse locos y crecer de golpe. Es mejor dar un paso cada año" Pero el CB Arganda prefiere mirar hacia dentro. "Lo más importante es que comenzamos a ser un referente dentro del deporte de base, que ya tenemos equipos desde benjamín hasta Nacional. No solo es un éxito quedar primeros sino que nos empiecen a conocer dentro de la Comunidad de Madrid como un municipio donde el baloncesto es cada vez más importante", comenta Rubén. El vicepresidente va más lejos: "El mayor triunfo es mantener cada temporada equipos en todas las categorías y, si podemos, subir un escalón cada año".
Y siempre con una vocación de igualdad. En número (los chicos apenas superan en diez o doce efectivos a las chicas) y en categorías. Al año siguiente de que el equipo femenino ascendiera a Primera Nacional, el club adquirió una plaza en Primera Nacional masculina. "No queremos identificarnos solo con una sección. Somos un club unitario. Apostamos tanto por la sección masculina como por la femenina y no vamos a dar a una más fuerza que a la otra".
Una apuesta que se extiende a la cantera. Los jugadores y jugadoras del primer equipo ejercen de modelo de los más pequeños dentro de la cancha y fuera de ella. Un día por semana dos componentes de los equipos de Nacional se turnan para entrenar con los chavales de la base. Trabajan con ellos y hacen sus mismos ejercicios. "Y eso identifica -explica Rubén-. Por ejemplo, cuando el equipo de Primera Nacional femenina juega en casa vienen muchas niñas con sus padres o sus abuelos porque quieren ver "cómo juega la entrenadora". Los equipos de Nacional son la bandera de los más pequeños". Otra prueba son los premios que se otorgan semanalmente a los jugadores de la cantera. A los máximos anotadores pero también a lo que más han destacado en otros aspectos como el compañerismo y el esfuerzo. Unos galardones que llevan el nombre de referentes del baloncesto nacional (Amaya Valdemoro, Alberto Herreros, Carlos Jiménez, Clara Bermejo.) y, para los equipos de mini, de jugadores del club como Jassiel Calderón, Daniel Carrón, Yolanda Fernández y María Gabrielli.
El apoyo de familiares y seguidores es una de las claves del club.
En la imagen, la 'marea naranja' en la fase final femenina de 2011.
En el CB Arganda todos están implicados: los primeros equipos, los más pequeños. y los familiares. Como explica Sergio García-Muñoz, "hace año y medio tuvimos la idea de entrenar con mamás. Toda la que se quiera apuntar puede entrenar un día a la semana. Después también empezamos con los papás". Soledad Merino, entrenadora del equipo de Primera Nacional femenino, dirige los entrenamientos de las madres, que ya se han planteado empezar a competir; Eduardo Carrón, segundo entrenador del equipo Sub'21, los de los padres.
Pero la formación de los padres no es solo deportiva. A principio de temporada, el club marca unas pautas de comportamiento, unos derechos y deberes, que incluso acarrean sanciones en caso de incumplimiento "Junto a los entrenadores, los padres son la imagen que tiene el niño, que, más tarde o más temprano, se va a comportar como ellos. Tanto el padre como el entrenador son ídolos para el niño y debe ser conscientes de su responsabilidad". Toda esta filosofía se comunica a través de la página web, que, actualizada a diario, hace de enlace entre el club y las familias.
El cuerpo técnico del CB Arganda en la campaña 2011-12.
Se trata de crecer, de hacer grupo, pero siempre con las ideas claras y un método de trabajo. En el ideario del club hay una formación dividida por etapas: aprendizaje (desde categoría benjamín hasta preinfantil), formación (de infantil a junior) y competición (senior). Arganda es sede de la Copa de la Reina 2012, que cuenta con la participación activa del club La base de la cantera es la liga escolar. El club, el único del municipio, está presente con monitores en los colegios, donde controla a más de cien niños, pero también hay jugadores procedentes de municipios vecinos, más pequeños y con menos infraestructuras deportivas, como Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio, Campo Real, Morata de Tajuña, Villarejo de Salvanés. Incluso algunos de Rivas Vaciamadrid.
El CB Arganda se extiende por sus alrededores y, al mismo, tiempo se da a conocer organizando eventos como fases finales de Madrid, sectores de los Campeonatos de España o la participación activa en la Copa de la Reina 2012, con sede en la Ciudad Deportiva Príncipe Felipe. Entre los proyectos, algunos ya en marcha, como las jornadas de tecnificación, y otros previstos, como intercambios con otros clubs para dar un paso más en la labor formativa. "No solo se trata de venir a entrenar tres días por semana y jugar un partido. Convivir cuatro o cinco días te enseña mucho si quieres llegar arriba. Por eso es importante hacer al menos un viaje al año", explica Sergio García-Muñoz.
El club desarrolla su actividad en tres instalaciones del municipio: el pabellón Virgen del Carmen (antigua sede del Juventud Poveda Arganda); la Sala Escolar (donde jugaba en sus inicios el CB Arganda) y el pabellón Alberto Herreros, inaugurado en noviembre de 2010. Al frente del organigrama técnico, compuesto por 26 entrenadores, están Alberto Vivancos con los chicos, Soledad Merino con las chicas y Milagros Fernández-Mayoralas, responsable de los equipos de minibasket.
Junto al apoyo municipal destaca el de los patrocinadores, marcado por la fidelidad de Perfumerías Bodybell, que ya apoyaba al primer CB Arganda. Teresa Navarro recuerda que "llegó al club en el año 1998 por medio de un padre que conocía a alguien de Bodybell a quien le gustaba mucho el baloncesto. Hace años que esa persona ya no está allí y la empresa, que era familiar, se vendió a un grupo americano, pero cuando se formalizó la venta una de las condiciones que pusieron fue que se debía mantener el patrocinio del baloncesto". Tras la llegada de un nuevo sponsor, el restaurante Cervantes, Bodybell patrocina a los equipos de chicas quizá por su mayor identificación con un público femenino, mientras que Cervantes figura en las camisetas de los chicos.
El CB Arganda sigue creciendo. En cantidad y en calidad. Mantener los pies en el suelo no significa carecer de ambición. "No hay grandes jugadores nacidos en Arganda y eso es lo que queremos cambiar -dice el presidente-. Queremos que muchos de nuestros jugadores se conviertan en entrenadores, pero también fichar a los mejores técnicos de Madrid".
Entre finales del siglo XIX y la primera mitad del XX circulaba el tren de Arganda, 'el que pita más que anda'. Pero los tiempos han cambiado. Lo que queda de ese tren ya es solo una atracción turística en el Parque Regional del Sureste, y el club de baloncesto, uno de los nuevos símbolos del municipio, representa todo lo contrario: avanza firme, seguro. Y sin hacer ruido.
Los mayores éxitos en los últimos años han llegado con el equipo femenino,
que milita en Primera Nacional.