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Tiempos difíciles en Ciempozuelos



Hace más de cuarenta años que hay baloncesto federado en Ciempozuelos. Cuatro décadas en las que el club ha crecido de forma ordenada, sostenida y, desde que el Ayuntamiento se hizo cargo, con una decidida vocación social: "Que todo el que quiera pra...

Reportajes Clubs. CiempozuelosHace más de cuarenta años que hay baloncesto federado en Ciempozuelos. Cuatro décadas en las que el club ha crecido de forma ordenada, sostenida y, desde que el Ayuntamiento se hizo cargo, con una decidida vocación social: "Que todo el que quiera practicar este deporte pueda hacerlo". Hasta que estalló la crisis económica. Los temidos recortes, la subida de cuotas y el fantasma del paro entre la población han hecho que el club atraviese el momento más duro de su historia.



 


Una licencia de jugador del Racing de Ciempozuelos,
uno de los primeros equipos del municipio.

El baloncesto arrancó en Ciempozuelos a finales de los años sesenta del siglo pasado. Lo hizo en una solitaria cancha anexa al campo de fútbol y en las pistas, mucho más cuidadas, del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios. Enseguida los jugadores del municipio se organizaron y tres equipos masculinos (un senior, un juvenil y un cadete) fueron los primeros en federarse. La creciente afición al baloncesto se organizó, años después, en una liga local que llegó a tener hasta ocho equipos reunidos en la recién nacida ABC (Asociación de Baloncesto de Ciempozuelos).

En la temporada 1987-88, el Ayuntamiento, por medio de Francisco Delgado y Nicolás Fernández de Córdoba, tomó la iniciativa. Con los estatutos de la ABC apenas modificados en la mano, se emprendió el trabajo de reunir a los distintos equipos en un único club que representara al municipio. "En un colegio había un equipo que participaba en la liga escolar, en un instituto otro. Intentamos traer a toda esa gente al Patronato de Deportes y formar un club", recuerda Nicolás, ahora presidente del club de baloncesto y responsable del deporte en Ciempozuelos junto al actual director de Deportes, Ángel Luis Rubio.


Este equipo senior es de 1969, el año en que comenzaron a disputar competición federada.

Bajo la gestión municipal, el nuevo club nació con dos equipos, un alevín y un infantil masculinos, que competieron en los juegos escolares. En la temporada 1990-91 se federó el primer equipo, un cadete masculino. "Según crecían, subían de categoría y captábamos chicos de abajo. En la siguiente temporada conseguimos un junior femenino de la unión de dos equipos de colegio, un cadete y un infantil". En el punto de mira, "la promoción del baloncesto. Intentar inculcar a los más pequeños la pasión por este deporte y que conocieran otras opciones aparte del fútbol".


Un partido en la plaza de la Constitución, frente a la fachada del Ayuntamiento.

Desde el principio el club compaginó la competición federada con los menos exigentes juegos escolares del Programa Deuco. Aquí llegaron los primeros éxitos, como el subcampeonato del equipo infantil masculino en la temporada 1992-93 tras quedar campeones del Área 3 y jugar contra los mejores de la Comunidad de Madrid. Rafael Bogas, ahora coordinador del baloncesto en Ciempozuelos y entonces ojeador del Fuenlabrada, "El objetivo es que los chicos del municipio hagan deporte" apunta que "para ser campeones del Área 3 había que superar a Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Aranjuez, Valdemoro.. Ahora mismo vencer a Fuenlabrada parece impensable, pero entonces se consiguió". Bogas realizó informes sobre ese equipo, una de las mejores generaciones del club, en el que estaban Paco Buendía, Miguel Ángel Ruiz o José Manuel Núñez entre otros. Nicolás recuerda que "me ofrecieron llevarme a Fuenlabrada a todo el equipo".

El baloncesto crecía sin parar en Ciempozuelos. En tres temporadas, y gracias al tirón del subcampeonato regional, se pasó de dos equipos a diez, seis masculinos y cuatro femeninos. El actual presidente recuerda que "la gente se animó y en las siguientes temporadas el trabajo dio sus frutos. El senior femenino ascendió a Primera Autonómica, el masculino a Primera B, el cadete a Preferente. También contribuyó la construcción del nuevo polideportivo con un pabellón cubierto. "Hasta 1995 jugábamos en una pista al aire libre en una explanada donde hacía muchísimo frío en invierno. Era pequeña y estaba totalmente vallada, suponía una pequeña 'encerrona' para nuestros rivales", recuerda Nicolás. En las temporadas 1996-97 y 97-98, justo después de inaugurarse el pabellón, se consiguió el récord: catorce equipos, cinco de ellos federados, y 175 jugadores. Una cifra más que respetable en un municipio que apenas superaba los 10.000 habitantes (ahora son 24.000).


En 2006 se celebraron una jornadas técnicas con Tom Wideman,
Paco Martín (los dos primeros de pie por la izquierda) y Jorge García Navea (en el centro).

Al mismo tiempo el club organizaba numerosas actividades: "Un campus en Denia, durmiendo en tiendas de campaña y jugando al baloncesto a todas horas, que después derivó en un campus urbano; un torneo de tres contra tres; doce horas de baloncesto, en junio o en septiembre, coincidiendo con las fiestas. Incluso un maratón de baloncesto durante un fin de semana entero. En el torneo de San Isidro, al que invitamos a municipios vecinos y equipos federados, hemos llegado a juntar a 200 niños. Y en Navidad, el All Star, donde formamos equipos con los niños, los padres que quieran y los monitores".


Entre los capítulos más curiosos de la historia del club destaca
el partido contra un equipo Sub'23 de China Taipei.

El club crecía con más equipos y más jugadores, pero la misma filosofía de siempre. "El objetivo es que los chicos hagan deporte", reitera Rafa Bogas. Cada uno a su manera. Los equipos más fuertes o los que tienen un número de jugadores garantizado durante todo el año participan en las competiciones organizadas por la Federación de Baloncesto de Madrid. Los demás en un deporte escolar "que te permite que dos niñas puedan completar un equipo de ocho chicos o un infantil un conjunto de alevines. En Ciempozuelos, igual que en Colmenar de Oreja, Chinchón, Morata de Tajuña, San Martín de la Vega, Titulcia. el número de jugadores es muy limitado. Tenemos lo que tenemos e intentamos que todos pueda jugar". Y para que la competición no siempre enfrente a los mismos, además de competir contra los municipios cercanos, los equipos del club suelen medir sus fuerzas "con los de la zona 2, como Coslada, Torrelaguna, Algete.. Porque jugar todo un año contra los mismos se hace muy aburrido".


El torneo de San Isidro congregaba a cientos de jugadores.
En 2012 no se ha celebrado por falta de presupuesto.

Durante varios años, el Ciempozuelos vivió sin apenas altibajos. Como máximo, catorce equipos. Como mínimo, diez. Y de allí surgieron jugadores como Pablo Mariñán (Omnia Las Rozas de Adecco Plata), Atiga Suleiman (Femenino Alcorcón de Primera Nacional femenina), Diego Merino, Virginia Asensio. "Ahora hay gente que no puede pagar las actividades extraescolares, ni el inglés ni el baloncesto" Paco Martín, que había salido de los primeros equipos del municipio allá en los setenta y ochenta, volvió al frente de unas jornadas técnicas en las que también estuvieron Tom Wideman y Jorge García Navea, ambos jugadores del Fuenlabrada de ACB.

Así hasta que llegó la temporada 2011-12. La crisis económica ha tocado de lleno a un club que depende por completo del Ayuntamiento. Falta de recursos y los temidos recortes. De entrada hubo que suprimir el equipo senior masculino, que suponía un tercio del presupuesto. "No voy a gastar 3.000 euros para que jueguen doce personas si con ese dinero muevo a muchos niños", dice Nicolás. Además, se han cancelado numerosas actividades, como el torneo de San Isidro. El All Star se sigue celebrando "porque no tiene ningún coste". La subida de cuotas como solución económica desesperada tuvo como consecuencia un bajón en el número de inscripciones que los responsables del club cifran en un treinta por ciento. Como explica Rafael Bogas, "de una manera o de otra, la crisis afecta a todo el mundo. Hay gente que no puede mantener las actividades extraescolares. Ni las culturales, como el inglés, ni las deportivas, como el baloncesto. Te dicen que se han quedado en el paro y no pueden pagarlo". Nicolás recuerda que "antes teníamos becados a los niños cuyas familias tenían problemas económicos. No permitíamos que nadie se quedara sin jugar por ese motivo. Pero ahora es imposible". 


Un grupo de niños del club en un acto celebrado en Madrid.

Cuando la temporada más dura en la historia del club toca a su fin, quedan 84 jugadores repartidos en siete equipos, solo tres de ellos federados. El cuerpo técnico está formado por cinco entrenadores cuando en los mejores tiempos llegaron a ser once. Junto a la mala situación económica ("sin duda, el principal problema"), se une el empuje del fútbol. "Ha subido mucho con los últimos triunfos de la selección y captan a los niños muy pequeños. Solo en categoría prebenjamín hay 14 equipos, 150 niños, más de la mitad de todos los críos de esa edad en el municipio. Contra eso es muy difícil competir", comenta Nicolás.

Más de cuarenta años después, el baloncesto lucha por sobrevivir en Ciempozuelos. Pero no lo hace con historia ni con recuerdos. Sus armas son el trabajo diario en las oficinas y el compromiso en las pistas. Si los chicos del municipio se inclinan por el fútbol cada vez más jóvenes, las chicas permanecen fieles al básquet. Como muestra, el equipo senior femenino, formado por las mismas jugadoras que empezaron en edad infantil. Las ausencias han sido obligadas, como la de Dana Cabrera, "que fue la primera jugadora del club en una selección autonómica madrileña y ha tenido que volverse a Argentina por la crisis". Siempre la crisis.


En 2010, las chicas del senior fueron campeonas de 2ª Autonómica (arriba).
Un año después, las junior las imitaron en Federado (imagen de abajo).

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